Imagen representativa de una parálisis del sueño.
Imagen representativa de una parálisis del sueño.Archivo | AL DÍA
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Un terror llamado ‘parálisis del sueño’

Conoce a profundidad los detalles de este extraño fenómeno, contado en viva voz de quienes lo han padecido.

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Dormir para muchos es el descanso del alma y el cuerpo, pero desde el punto de vista esotérico, al irnos a la cama solo descansa nuestro vehículo corporal, quedando nuestra alma y espíritu despiertos.

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Por esta razón, se pueden experimentar situaciones asombrosas y a la vez escabrosas. Este razonamiento lo manejan muchas personas que últimamente con sus testimonios han invadido las redes sobre un mal que ha catalogado el mundo médico como ‘Parálisis del sueño’, un estado alterado de conciencia en el que la persona, en medio del sueño, despierta mentalmente pero no puede mover su cuerpo.

Al estar en ese trance se vive una verdadera pesadilla con seres oscuros, porque en todos los casos existen reportes de presencias de criaturas malignas que acechan a quienes sufren de parálisis del sueño.

En el siglo XV, fueron muchas las personas que reportaban estos casos, siendo plasmados por muchos pintores en sus obras con la representación de un ser oscuro o demonio que se montaba encima de las personas, llegándolo a apodar el Averno, una criatura que llevaba a estas personas a vivir estos episodios e incluso les provocaba la muerte.

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Para conocer a fondo estas experiencias escalofriantes que sufren muchas personas el grupo de investigación Costa Paranormal, una comunidad dedicada a desentrañar misterios y casos insólitos, nos presenta algunos testimonios enviados por sus miembros sobre los terroríficos momentos cuando sufrieron parálisis de sueño y lo que lograron ver.

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Johana Vélez Buitrago es una de las barranquilleras que compartió su tétrica experiencia. “Hace poco tuve un día difícil y agotador, me acosté tan cansada y desperté a medianoche por ruidos menores. Después concilié el sueño y abrí los ojos, vi a una criatura con forma humana, no tenía ojos, boca, ni nariz, me asusté mucho. Según yo gritaba en ese momento, pero no movía el cuerpo, ni los labios; luego de dos minutos de terror pude salir de la cama, me lavé el rostro y me volví a acostar. Esa ha sido mi peor experiencia”.

Otro que entregó su testimonio fue Edgard Cabarcas, quien tras quedarse dormido explicó que por un momento pudo abrir sus ojos y se percató que no se podía mover, respirar, ni alzar la vista.

“Vi encima de mí una sombra negra tratando de asfixiarme. Trataba de gritar y de moverme pero se me hacía difícil. Esos segundos que estaba viviendo fueron terroríficos. Como soy criado en familia cristiana clame a Dios y pude casi que de inmediato reponerme”.

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“A raíz de esa tenebrosa experiencia me empezó un dolor fuerte en el pecho, así que me fui de urgencia al hospital. La voz me temblaba porque aún no podía creer lo que me había acontecido. Me tomaron la tensión y la tenía alta, me realizaron un ecocardiograma y reveló que estaba a punto de darme un infarto”, agregó.

Desde el punto de vista médico, estas experiencias son vistas como un estado de conciencia alterado en el que el cuerpo no ha despertado y la mente empieza alucinar viendo proyecciones no reales.

Según la ciencia una persona puede sufrir de este padecimiento por muchas causas relacionadas con el estrés o la ansiedad, opinión que no comparten muchas personas adentradas en los conocimientos esotéricos porque argumentan que este estado es el inicio para entrar al mundo astral, una dimensión espiritual en la que el alma puede viajar.

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