¿Qué Pasa?

ESPECIAL | El club de Vespas que se está tomando Barranquilla

15 motorizados amantes de este clásico italiano crearon un club que cumple tres años de estar rodando.

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Una de las facetas que se conocieron de Angelo Alzamora, el joven productor de televisión asesinado vilmente en un atraco el pasado 19 de noviembre, fue su ferviente pasión por las motocicletas de fabricación italiana marca Vespa, y también que hacía parte de un entusiasta club de propietarios de estos vehículos que existe en la ciudad.

Con las Vespa sucede algo parecido a lo que pasa con las Harley Davidson, se han convertido en objetos de culto en todo el mundo; y por eso AL DÍA quiso conocer cuál es la pasión que estos vehículos despiertan aquí. Fue así como encontramos el Club Vespa Barranquilla, que el próximo jueves cumplirá tres años de rodar por la costa Caribe con su líder a la cabeza, el publicista Jorge Almeida.

Está integrado por 15 motociclistas que además de la afición por este vehículo comparten valores como la solidaridad y amor al prójimo, según afirman. El 15 es un número representativo para ellos, pues el primer lote de Vespa que salió al mercado hace 71 años era de 15 motos. Fueron exhibidas el 23 de abril de 1946 en el Club de Golf de Roma (Italia), siete meses después de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Se convirtieron en icónicas porque en esa época era la única moto con motor de ‘dos tiempos’, capaz de recorrer largas distancias, incluso de un país a otro.

“La Vespa siempre ha estado asociada como vehículo favorito del fotógrafo, del diseñador gráfico y del publicista. La veía mucho en películas y eso alimentó mi interés por ella. Un amigo me ayudó a encontrar una que estaba lista para chatarrizar, la adquirí en $300.000 y logré restaurarla”, explicó Jorge Almeida, que luego se valió de las redes sociales para crear el grupo Club Vespa Barranquilla.

“Ninguno nos conocíamos, pero la Vespa nos ha permitido ser hermanos, salimos a rodar los fines de semana, también hacemos asados, celebramos cumpleaños, en fin somos muy unidos”, detalló también.

UN AMOR LEJANO QUE SE VOLVIÓ REAL

Las motos de este club son modelos 93 y 94, la única manera de adquirirla, según sus miembros, es por páginas web. Las traen de Medellín o directamente de Italia. “Muchas se consiguen abandonadas en patios de personas que las adquirieron y no le dieron el verdadero valor. Aquí en Barranquilla no hay un solo lugar en el que se puedan comprar una Vespa, ni siquiera los repuestos, toca traerlos de Bogotá, Cali o Europa.Medellín es la cuna de la Vespa en Colombia, allá existe un club con 3.554 integrantes. Los paisas nos han ayudado a hacer realidad este amor aquí en Barranquilla”, declaró Omar Suárez, otro de los gomosos del club.

La Vespa (avispa en idioma italiano) fue creada por el ingeniero aeronáutico Corradino D’Ascanio, que le puso una aerodinámica que permite romper el viento, inspirada en los aviones.

La llanta delantera semeja un tren de aterrizaje, y se le considera la joya de la corona del grupo Piaggio, poderoso fabricante italiano de carros y motocicletas. “Están diseñadas para correr a 90 km/h, aunque alcanzan los 120 Km/h. Los modelos nuevos son cuatro tiempo y el precio oscila entre 20 y 25 millones de pesos, no muy baratas.Por eso hemos hecho contactos que nos permiten adquirir modelos antiguos más económicos”, señaló Suárez, mientras se ajustaba su casco tipo Open face, el mismo que durante siete décadas ha acompañado a los conductores de las Vespa en sus apariciones en películas como Un americano en París (1951) Vacaciones en Roma (1953), La Dulce Vida (1960), entre otras.

RESTAURANDO PASIONES

En Barranquilla la reparación de motores o cualquiera otra avería de las Vespa del club recaen en John Freddy Buitrago, el único especializado en estas máquinas en la ciudad. “Mi padre trabajó en la fábrica Piaggio, y me transmitió sus conocimientos. Por eso me arriesgué a repararlas, tanto que restauré la mía y hago parte de este club. Los trabajos los hago en mi taller en la Ciudadela 20 de Julio, o en el lugar donde me requieran mis compañeros”, añade Buitrago.

“Si se tiene la fortuna de encontrar una Vespa abandonada en alguna casa la puedes adquirir en $500.000, y tras invertirle cerca de $2.500.000 la conviertes en una verdadera joya. Solo es cuestión de enamorarte y montarte en esta pasión”, manifiesta Buitrago.

MÁS RELAJADOS QUE LOS HARLISTAS

El estilo de las ‘avispas’, como les llaman a los del club, es mucho más relajado que el de los ‘harlistas’. Por lo menos así se observa a simple vista en su vestimenta, la cual no tiene las pesadas botas y chalecos de cuero que usan los seguidores de las motocicletas estadounidenses.

Los ‘vespistas’ se caracterizan por suéteres o chaquetas de jean, zapatos tipo tenis y cascos abiertos. “Somos más informales, no nos preocupa la pinta, solo anhelamos rodar, sentir el sol, el olor a monte y llegar cada vez más lejos”, expresó Alí Duque, reconocido por su labor social como El Doctor Paz, pues montado en su Vespa reparte alimentos a los habitantes de calle hace año dos meses.

CON TOUR CONMEMORARÁN A ANGELLO

Para conmemorar la memoria del malogrado Angello Alzamora, el Club Vespa Barranquilla prepara para los primeros días de enero el Tour Llóralo, que busca salir en caravana hacia Medellín. “Eso era lo que él había propuesto, reunirnos con el club Vespa más grande de nuestro país que está en esa ciudad”, señaló Erika Aros, única mujer militante del club que recuerda a Angello como un aventurero que siempre proponía nuevas rutas. “Su muerte nos ha dado muy duro, aún es la hora y se me aguan los ojos, porque a él le gustaba mucho rodar por el Rodadero, Parque Tayrona, Puerto Colombia y Cartagena”, explicó Omar Suárez, otro miembro del Vespa local.