¿Qué Pasa?

EXCLUSIVO | El Gordo Benjumea nos contó sobre sus 50 años de vida artística

El Gordo Benjumea celebra 50 años de actuación y habló en exclusiva con AL DÍA.

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Aunque en sus 50 años de prolífica trayectoria artística en el teatro, el cine y la televisión jamás ha interpretado el papel de costeño, el deseo del actor Carlos ‘El Gordo’ Benjumea es pasar los últimos días de su vida en Barranquilla.

Afirma que le seduce el clima de la ciudad, la gastronomía; pero sobre todo el calor humano de su gente. Por eso, para ir ambientándose a la temperatura barranquillera, el artista de 74 años se mudó a Girardot (Cundinamarca), trar residir toda la vidad en su natal Bogotá.

“Me encanta la tierra caliente, sin embargo, por el tema de las diálisis que me hacen cada tres días debo seguir cerca de Bogotá, sino me fuese de una para la Costa”, dice con su acostumbrado sentido del humor.

Desde hace algunos años El Gordo Benjumea, como es conocido con cariño por el público y en el medio artístico, padece problemas renales que lo obligaron a reducir peso.

De 163 kilos bajó a 90, es decir, disminuyó 73 kilogramos. “Esto ha sido muy duro, pero no me puedo achantar, la vida sigue y por eso busco en qué ocupar mi mente”, expresó en su diálogo exclusivo con AL DÍA.

Carlos Julio Benjumea Guevara, padre de cinco hijos, rememoró su exitoso paso por los medios, y analizó los retos a los que se enfrentan los actores de hoy y la manera de lograr ser competitivo.

¿En qué se ha sentido más cómodo. Actor de televisión, de cine, de teatro, comediante, animador, o empresario (Fue socio de Coestrellas una programadora)?

Indudablemente que como actor en los diferentes medios que mencionaste. Intento divertirme mucho con lo que hago, por eso es que estudio lo que más pueda para poderlo aplicar al trabajo de una manera relajada. Como empresario he tenido la fortuna de tener organizaciones que han estado buscando siempre los medios de comunicación, y para mí es de verdad muy halagüeño poderlo hacer porque conozco el tema. Pero defi nitivamente lo mío es la actuación.

¿Cómo llega Carlos Benjumea a la Televisión?

A los 16 años entré a la Escuela Nacional de Arte Dramático, cuatro años después egresé de ahí y comencé mi trabajo profesional que en sus inicios fue muy duro, porque imagínate éramos 60 locos que creíamos que esto podía llegar a ser una profesión. Actualmente no solo es una profesión, sino una industria muy poderosa en el país. Mi debut debió ser en 1967, mi memoria ya no da para tanto, no recuerdo el nombre de esa producción, pero sé que fue en ese año.

¿Cómo se da esa circunstancia para que usted ingrese a la pantalla chica?

Ya venía de ser actor de teatro, habíamos fundado el Teatro Popular de Bogotá, no paraba de trabajar diariamente, y esto fue lo que me sirvió para llegar a la pantalla chica. Mi entrada fue por los lados de la comedia con Yo y tú , de ahí en adelante me pegué una disparada y gracias a Dios hasta el sol de hoy no me ha faltado trabajo.

Usted también tuvo un hermano en la televisión ¿qué recuérdenos tiene de él?

Así es, Eduardo Benjumea, quien se terminó cambiando el apellido porque había muchos Benjumea en la televisión y se hizo llamar Eduardo Vidal. Él era cumplidor de su deber, se aprendía los libretos con una rigurosidad envidiable, mientras que a mí me gustaba improvisar. Creo que ninguno infl uyó para que el otro fuera actor, eso lo llevamos en la sangre y simplemente lo que hicimos fue apoyarnos a lo largo de nuestras carreras.

¿Entre la televisión de antes y la de ahora con cuál se queda?

Todo ha dado un giro de 180°, el manejo de las luces, fotografía, cámaras, escenarios y sonidos. Cuando yo arranqué había un micrófono para todos y hoy si al productor le da la gana le pone uno a cada actor y los maneja desde una consolita, obteniendo así una gran calidad. A los de antes nos tocó con uñas, repetir la misma escena un montón de veces por cualquier inconveniente técnico, hoy todo es más práctico, eso en cuanto a lo técnico y en lo que tiene que ver con la actuación pienso que pasamos de hacer un teatro español a hacer un teatro naturalista en el que los actores se tienen que convencer de que lo que están representando es una realidad. Las universidades se deben esmerar en hacer esta tarea al pie de la letra y así la televisión será sin dudas de calidad.

¿Cómo fue esa idea de crear y hacerse socio de Coestrellas . Cuántos años duró la programadora?

Coestrellas nace de una loca idea que tuve con Jorge Ospina, Gustavo Cárdenas, Bernardo Romero Pereiro y Fernando González Pacheco. Marcamos una época dorada porque escogíamos el talento que participaba en nuestros proyectos con lupa, no nos dejábamos imponer nada, y eso marco un sendero exitoso desde 1981. Todo se terminó en 2003 con la licitación de los canales, porque la adjudicación costaba alrededor de 98 millones de dólares, así que tocaba tener una chequera muy rápida que nosotros no teníamos y decidimos cerrarla.

¿Qué tan fuerte fue su amistad con Pacheco?

Yo manejaba el Teatro Popular de Bogotá cuando conocí a Fernando, él hacía el monologo de Rabo Alpín , me encantó su papel porque todas las noches lo cambiaba. Un día le dije que lo admiraba porque era muy creativo y le propuse hacer obras juntos y ahí comenzó una amistad duradera. Me dolió mucho su muerte, me tocó estar en su habitación ese lamentable día y fue muy duro. Poco a poco se ha ido borrando ese duro recuerdo, porque la muerte es un jabón que baña los pecados de la vida y también baña los recuerdos, entonces se ha ido diluyendo todo con el paso del tiempo.

¿Cree que realizará la comedia cinematográfi ca Solo para mayores con la que quería ayudar a su gran amigo Pacheco?

Yo me hago unas ilusiones las berracas que para concretarlas no me falta sino una cosa: la plata, del resto lo tengo todo. Así que lo único que le pido al Gobierno es que me apoye a cumplirle esta promesa que hice pensando en ayudar a Pacheco, pero es muy duro porque aquí no apoyan este tipo de cine, me va tocar morirme con los crespos hechos.

¿Cómo ve representado su legado con sus hijos Ernesto, Paola y Marcela, muy exitosos en sus carreras?

Tengo cinco hijos y todos están metidos de alguna manera en este mundo como actores y productores. La verdad los admiro mucho, ellos son mis compañeros y me enseñan diariamente porque el mundo de las comunicaciones ha cambiado mucho. Mis hijos son: Luis Eduardo, Paola, Ernesto, Marcela y Álvaro, son el mejor tesoro que tengo y vivo orgulloso de todos.

¿Cómo transcurre la vida del Gordo Benjumea en este momento?

Bogotá es una ciudad insoportable, así que tenía dos opciones para mudarme buscando mi tranquilidad y alegría: Girardot que es muy caliente y seca, o el otro lugar que adoro, que es Barranquilla. Yo quiero que mi entierro sea allá, por eso mis últimos días los quiero vivir en la Arenosa. Siempre me ha gustado, para mí la capital de Colombia debería ser Barranquilla, porque es cipote ciudad con puerto fl uvial y marino, por allí entró nuestro desarrollo, la aviación, la radio en fi n… De hecho una de mis mejores amigas, Judy Henríquez, es currambera aunque habla muy rolo, a ella la admiro y la quiero mucho, estuvimos juntos ahora en La ley del corazón . Por ahora vivo tranquilo con mi esposa Liz Yamayusa y mi hijo Luis Eduardo, pero quiero morir en Barranquilla.

¿Ha hecho alguna vez papel de costeño?

Oiga ahora que lo dice fíjese que no, eso es algo que me da mucho miedo porque uno cree que hacer de costeño es hablar golpeado y listo, pero resulta que la vaina es mucho más compleja porque le tienes que meterle mucha alegría y tumbao.

¿Cómo anda de salud, está superada la insufi ciencia renal que padecía?

Sigo con riñón presta’o como se dice, ya que cada tres días me dializan, pero sigo echa’o pa lante como cantó Joe Arroyo, porque no me puedo echar a morir cuando aún me quedan muchas cosas por hacer. Esto ha sido duro, pero le estoy poniendo mi mejor cara.

¿Qué proyecto está rodando actualmente?

En estos momentos estoy escribiendo, acabo de terminar una obra llamada Seven , que está basada en los siete pecados capitales que ocurren en Colombia, esperemos que la pueda hacer realidad.

¿Cuál ha sido la clave para cumplir 50 años de carrera actoral y permanecer vigente?

Hacerme el pendejo, ir pasando por la vida tranquilamente como si nada pasara (risas). ¿Cuál ha sido su máximo logro? Estar vivo a pesar de todas las vainas que he sufrido.

¿Una película que recomiende?

La naranja mecánica de Stanley Kubrick.

¿Cuál es su canción favorita?

Balada para una noche triste de Simón Díaz. Aunque escucho de todo, a mí la salsa me llena el alma, la música clásica y el jazz.

¿Cuál es su plato favorito?

El arroz de lisa, desde que probé eso comprobé que tengo mucho de barranquillero.

¿Cuál ha sido su mejor papel como actor?

El último porque es que de los anteriores no me acuerdo y si no he evolucionado estoy fregado. Mira que en La ley del corazón me tocó hacer de abogado (Hernando Cabal), fue algo muy difícil porque me tocó leer mucho de leyes, no ves que era el dueño de un bufet de abogado y no podía salir hablando conceptos mínimos. Un consejo para la nueva camada de actores En las escuelas de teatro a uno le enseñan a respirar, caminar y las posturas, pero no te enseñan a actuar porque eso es algo con lo que se nace, así que si no sienten que tienen el talento lo mejor es retirarse. Por eso quienes lo poseen deben aprovecharlo, estudiar al máximo porque todos los días hay que aprender algo nuevo.

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