¿Qué Pasa?

Kalimán: 55 años como el Hombre increíble

Se conmemora el nacimiento del héroe de la radio y los comics.

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unque la conmemoración de los 55 años de Kaliman, héroe de radionovela y ‘paquitos’ será en septiembre próximo, las celebraciones comenzaron ya en México, donde surgió el personaje.

Kaliman fue un fenómeno de audiencia en ese país, Centroamérica, el Caribe, Suramérica, y por supuesto en Colombia.

La presencia en nuestro país se remonta a 1965, dos años después de su aparición en México; y cuando allá comenzaba a imprimirse en historietas.

Kaliman no fue éxito, es decir, es desconocida: Cuba, Argentina y Brasil.

En Colombia tuvo un gran impacto, y también mutó rápidamente de la radio
a la historieta o ‘paquito’. Resultó una movida inversionista de buen cálculo, pues ambas muestras del llamado ‘Hombre increíble’ reportaron jugosos dividendos económicos.

La popularidad de Kaliman lo convirtió casi en un personaje de culto, surgieron camisetas, afiches y todo ese tipo de parafernalia alrededor del personaje.

La franquicia para la transmisión de la radionovela la obtuvo para Colombia el Circuito Todelar, que competía con Caracol y RCN en tiempos en que lamedición de audiencia de la radio estaba muy por encima de la televisión, que apenas se abría paso como medio de comunicación masivo.

Pero la llegada de Kaliman a Todelar resultó un tanto traumática, pues pronto surgió un lío jurídico de derechos de autor entre su creador mexicano Héctor González Dueñas, que utilizaba el seudónimo Víctor Fox, y la Editorial Novaro, empresa mexicana que recién había adquirido la licencia de la obra tanto para la publicación impresa como la difusión radial.

Por eso luego de las emisiones de los primeros capítulos con el repertorio mexicano, un embargo judicial prohibió seguir difundiendo la serie que venía grabada en cintas desde el país manito, con voces de artistas de allá.

EL GENIO DE ÁLVARO RUIZ HERNÁNDEZ

Surgió entonces la estrategia a la colombiana. Ante el tremendo éxito que representaba Kaliman, Todelar convocó al genial libretista barranquillero Álvaro Ruiz Hernández, y le propuso crear los argumentos de las historias del personaje mexicano, y ‘reencauchar’ algunas de las series emitidas en su país de origen.

Ruiz Hernández venía manejando con éxito local el dramatizado radial La Ley contra el hampa (antes Guerra al crimen), que recreaba los hechos de la crónica roja cotidiana en Barranquilla.

Comenzó así la etapa de un Kaliman ‘criollo’, igualmente exitoso que su versión original.

Profanadores de tumba fue la primera historieta de la edición impresa de Kaliman que surge en México en 1965.

Todelar conformó un elenco artístico de lujo para la transmisión de la serie, con la voz magistral de Gaspar Ospina en el papel de Kaliman.

Una mujer, Erika Krum, interpretaba a Solín, el niño fiel amigo del héroe; y la narración de la insuperable Ester Sarmiento de Correa. Hubo otros actores no menos célebre, como Luis Chiappe, que encarnaba al villano enemigo de Kaliman.

En Barranquilla la radionovela la emitió la emisora Riomar de Todelar (1130 banda AM), en el horario estelar de las 9 de la noche.

En el plano local se puede decir que la ciudad se paralizaba, pues a mediados de los 60 aquí también la radio concentraba mayor audiencia que la tele.

En las esquinas y en los hogares se reunían grupos familiares o de amigos pegados al radio para no perderse detalles de los episodios del personaje, nacido según sus creadores en el reino de Kalimantán, situado en un ficticio punto de la India.

“Recuerdo que tenía 12 años y me iba a un taller de ebanistería vecino a escuchar Kalimán, porque en mi casa no me permitían escucharla. Cuando no podía ir, al día siguiente me levantaba temprano a que me contaran qué había pasado en el capítulo. Kaliman despertaba una gran pasión, y lo que relataba la historia abría mucho la imaginación del oyente”, recuerda ahora Didier Ariza, que en la adultez se encontró de nuevo con Kaliman. “Ya mayor de edad fui vendedor de ‘paquitos’ en el Centro. Llegaban todos los lunes y la gente los devoraba, volaban como se dice, y había que traer más para satisfacer la demanda”, agrega.

“Vendía semanal más de 100 paquitos, eso era bastante. Para los barranquilleros era un gran entretenimiento”.

José Escudero, vendedor de libros de Paseo Bolívar con la 45, conocido como el Nene, recuerda también el furor de Kaliman en los años 70. “De lunes a viernes los pelaos de San Isidro nos reuníamos en combo a escuchar Kaliman. Alguien traía un radio de pilas y nos acostábamos en un pradito a escuchar atentos la novela”.

Como Didier Ariza, el Nene luego fue vendedor de los comics de Kaliman. “Vendía semanal más de 100 paquitos, eso era bastante. Para los barranquilleros era un gran entretenimiento, todos los de esa época lo vivimos, así como los pelaos de ahora viven su tecnología, Todavía hay gente que me pregunta por los paquitos de Kaliman”, afirma.

Para Jairo Pabón Jiménez, de 65 años, Kaliman era tema de conversación de la juventud de finales de los 60 y los 70.

“Comentábamos lo que pasaba en el capítulo y especulábamos con lo podía pasar en el siguiente. Escuché tantas radionovelas y leí todos sus paquitos, que no puedo decir cuál fue la mejor”.

Jesús María Polo, de 59 años, rememora su juventud también ligada al personaje. “Con Kaliman uno se culturizaba de alguna forma, pues aprendía geografía mundial. Sus historias se desarrollaban en Borneo, Hong Kong, India, etc, y los que éramos inquietos investigábamos en enciclopedias sobre esos lugares y aprendíamos muchos”, sostuvo.

A su vez Carlos Alberto García, catedrático de la Universidad del Atlántico, se confiesa coleccionista de los paquitos de Kaliman. Cuenta con unos 400 ejemplares.

Kalimán como héroe de ficción se valía más de la inteligencia y de la astucia, que de las armas.

“De Kaliman hay que destacar la parte gráfica. Inicialmente tuvo al dibujante Clem Uribe, depurado, neorralista, se apoyaba en pinturas monocromáticas en sepia de alta calidad. La narrativa también es destacable, aunque Kaliman fue construido desde la ficción cuenta hechos de la historia como la saga de ‘Humanón’, un científico internado en la selva que hacía todo tipo de experimentos sin control, que podría asemejarse con el doctor Mengele de la Alemania nazi”.

Para destacar de Kaliman como héroe de ficción es que se valía más de la inteligencia y la astucia, que de las armas. Lo llamaban el ‘Héroe blanco’, no solo por su traje con capa, sino porque jamás utilizó armas ni mató a sus enemigos.

Con la celebración de los 55 años de su aparición en radio, en México se prepara un relanzamiento del ‘paquito’ con historias inéditas, y para el próximo año nuevas emisiones radiales.

Con información de Dayana Escorcia

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