¿Qué Pasa?

Los picós son ahora motivo de atracción de extranjeros

Gente de muchos países vienen a la ciudad atraídos por estas máquinas musicales.

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Con el renacer de los formatos turbos de los picó la llamada cultura picotera de la ciudad seduce a mucha gente en el extranjero. Investigadores culturales, periodistas, fotógrafos y gente común de países europeos, incluso de Australia, se han pegado la rodadita a Barranquilla para conocer de cerca este fenómeno de música, baile y color, que luego muestran en sus países de origen.

Hay que recordar que el 11 de noviembre de 2015, 18 picós fueron ‘exportados’ a Milán (Italia) vía marítima desde Barranquilla. La fotógrafa y diseñadora gráfica austriaca Stefanie Moshammer, de 29 años, permaneció un mes en la ciudad visitando 20 picós con el objetivo de captar imágenes que le permitan en junio realizar una exposición en su país.

“Llevo cuatro años realizando fotografías por el continente americano. El gobierno de mi país me soporta estos proyectos investigativos para viajar por el mundo y lograr encontrar otra mirada que nos acerque especialmente a este lado del mundo”, explicó a AL DÍA la europea, una mujer blanca, de ojos azules y cabello rubio, mientras realizaba una parte de su trabajo en la sede del turbo La salsa de Puerto Rico en el barrio El Bosque.

Egresada de la Universidad de Arte de Paris, mañana regresará a Viena (Austria) con el material de la investigación.

Afirma que ha realizado exposiciones en las que refleja temas como la prostitución en Las Vegas (EE. UU.), y sobre Haití, isla que ha resurgido luego del paso de fuertes huracanes. Pero no todos sus temas son trágicos, también ha estado en las favelas de Río de Janeiro (Brasil), donde resaltó la alegría de su gente y el nuevo semillero de futbolistas. Ahora en su paso por La Arenosa, esta aventurera joven quiere exaltar la alegría que generan los picós.

“Ustedes tienen una expresión muy positiva además de su música alegre, es de admirar todo lo que se teje alrededor de esta cultura, el baile, la animación, esto contagia a cualquiera, así se esté a miles de kilómetros como me pasó a mí. Yo soy muy curiosa, me paso horas navegando en internet y escribí en Google sobre lo típico del Caribe, y me aparecieron fotos de estos equipos. Me pareció tan fascinante que decidí viajar acá a realizar mi trabajo de campo”, explicó Stefanie quien desde el 11 de febrero desarrolla su trabajo aquí.

Destacó la parte visual de los picó. “Es muy interesante la manera en que plasman la ficción en estos equipos, cada uno tiene una imagen que cuenta una historia con colores muy fuertes que logran un impacto único, esto no creo que exista en algún otro lugar del planeta”, afirmó.

“Es muy especial esto que estoy viviendo, por ejemplo el picó El Gran Kid, que rinde homenaje a una gloria del boxeo colombiano (Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’), creo que eso habla del valor que le dan a sus ídolos aquí y lo más impresionante es que resumen toda una historia a través de una imagen”, agregó Moshammer.

Expresó también que luego de adentrarse en nuestra cultura, se le quita cualquier imagen negativa que tuvo en el pasado sobre nuestro país.

“A pesar de los problemas políticos y económicos que tiene Colombia, aquí en Barranquilla hay una manera distinta de ver la vida, basada en la alegría. Esto me ha dejado sin palabras, porque en la televisión de mi país solo veía secuestros y aspectos de la guerra colombiana. Pero hoy puedo concluir con mi investigación que los picós son el lado positivo de este país y de seguro recomendaré a muchos amigos para que visiten su tierra”.

ATRAÍDOS POR LA GRÁFICA PICOTERA

Fabián Altahona, investigador de los fenómenos que se desprenden de la cultura picotera y coleccionista de música africana, se convirtió en el guía de la investigadora austriaca. Él le contó a AL DÍA que durante la temporada carnavalera asesoró a tres australianos que exploraron la escena verbenera y también fabricaron un picó que fue pintado por el maestro William Gutiérrez.

“A través de mi blog Africolombia, me contactaron, apenas vieron las imágenes de los picós se sintieron atraídos. Ya ellos habían ido a Jamaica, conocieron de primera mano los Sound System, pero un factor determinante para llegar a nuestra tierra fue la parte gráfica, eso los impactó altamente ya que en Jamaica estos aparatos carecen de identidad”, indicó Altahona.

Durante los últimos cinco 5 años Fabián Altahona afirma que ha guiado por el planeta verbenero alrededor de 50 extranjeros procedentes de Estados Unidos, Alemania, Italia, Irlanda, Inglaterra, Brasil, Costa de Marfil, Sierra Leona, Austria y Australia. “El 19 de marzo viene un coreano en búsqueda de discos costeños para llevar a su país ritmos como la champeta. También viene interesado en conocer el proceso de fabricación de picós. Lo más paradójico del tema es que mientras aquí ponen tantas restricciones y menosprecian los turbos, personas de otros países los exaltan al punto que luego me encargan réplicas para tener un recuerdo latente de Barranquilla en sus lugares de origen”.

PICÓ COLOMBO-AUSTRALIANO

Hace tres años arribó a Barranquilla por primera vez el australiano Tom Noonan, coleccionista e investigador cultural a quien le gustó tanto el mundo de los picós, que para la temporada carnavalera decidió nuevamente emprender un viaje de 15.000 kilómetros desde Melborune hasta La Arenosa.

Noonan vino en compañía de dos camarógrafos para hacer un documental en el que destacó el sabor de las verbenas en barrios como Nueva Colombia, también hizo grabaciones del Carnaval del Suroccidente y desfiles destacados de nuestra fiesta como la Batalla de Flores.

“Me gustó mucho el trabajo de campo porque ya yo había estado en Kingston (Jamaica), y allá las personas son distantes, en cambio en Barranquilla son muy espontaneas”, dijo el extranjero.

Tom que también realizó entrevistas a los propietarios de máquinas musicales como El Coreano, El Lobo, El Nuevo Junior, El Rojo y La Salsa de Puerto Rico, vivió la experiencia de las verbenas de antaño el Lunes de Carnaval en el baile La Maicena, del barrio La Victoria, uno de los más tradicionales organizados por el payaso ‘Guayabita Espectáculos’. Tras finalizar su misión se llevó una pintura hecha por el artista plástico William Gutiérrez, la cual une a Melborune y Barranquilla. El telón que mide 2 metros de alto por 30 centímetros de ancho, servirá para decorar un picó que fabricó Noonan en su ciudad al estilo jamaiquino.

“Quería que la gráfica incluyera un gorila y también algunos íconos de mi ciudad y combinarlos con su cultura. La idea final que se plasmó fue un gorila lanzando discos y personas corriendo, se observa además la Finders Street Station, que es la estación central del sistema de ferrocarriles de Melbourne y también la selva colombiana”, comentó Noonan quien estrenará su picó en junio durante un importante festival, acompañado del documental que grabó en la temporada carnavalera el cual buscará emitirlo en la BBC de Londres.

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