¿Qué Pasa?

Los secretos mejor guardados de las grabaciones de Joe Arroyo

Hoy se cumplen cinco años del fallecimiento de “El Centurión de la Noche”.

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Los éxitos que inmortalizó con su voz el cantautor cartagenero Álvaro José Arroyo González, estuvieron rodeados de una serie de situaciones y anécdotas que solo sus músicos y personas cercanas a su proceso creativo conocen.

Hoy, al cumplirse cinco años del fallecimiento de Joe Arroyo,

AL DÍA

contactó a dos integrantes de la dinastía Rincón en Medellín, cuya labor como grabadores en los estudios de Discos Fuentes fue vital para que cada LP que salía a final de año con el sello característico del denominado Rey de la Música Tropical, tuviera la calidad necesaria en sonoridad para asegurar su éxito.

Se trata de Mario Rincón ‘Pachanga’, el primer grabador que tuvo Arroyo desde su ingreso con Fruko en 1970 a Fuentes; y de su hijo mayor Luis Rincón Restrepo, quien desde 1984, con el elepé Hasta amanecé’, registraría durante 10 años los éxitos más grandes de este artista orgullo de Colombia.

Esta foto fue tomada en 1986, en Discos Fuentes. Luis Rincón al lado de Joe.

Mario Rincón, quien también era el director artístico de la casa disquera en que debutó este artista costeño como cantante, asegura que quedó deslumbrado con el registro de Joe, a tal punto que le dijo al oído a Antonio Fuentes (dueño del sello), que había que firmarlo.

Mario Rincón ‘Pachanga’, primer grabador de Joe.

“A ‘Alvarito’ nos lo trajo a Medellín por primera vez el gran compositor Isaac Villanueva, oriundo de Piojó (Atlántico). Hacíamos una producción a inicios de 1970 para mi sobrino Fruko y enseguida me impactó porque tenía un timbre muy particular, era altísimo y cargado de sabrosura, algo que en Colombia no se tenía. Así que lo firmamos sin pensarlo porque su cantada a capela, se le escuchaba como si estuviéramos oyendo un LP”, explicó vía telefónica desde Medellín el ingeniero de sonido de 77 años.

Mario Rincón, quien disfruta de su pensión, señaló que Joe Arroyo llevaba al estudio a su hija Tania para que lo viera grabar.

“La niña se sentaba en mis piernas y jugaba con los controles de la consola, luego se ponía a bailar, esa era la felicidad de Joe. Si Tania no bailaba quedaba preocupado, porque eso era señal de que al tema le faltaba algo”, recordó el ingeniero de sonido.

Un hecho que pocos conocen sobre la carrera musical de Joe, y que le pudo haber dado un giro a su vida, ocurrió en 1975 y tuvo como testigo de excepción a Mario Rincón ‘Pachanga’, quien la cuenta.

“El maestro Rogelio Martínez llegó a Colombia a hacer una gira con La Sonora Matancera, y visitó Discos Fuentes para cobrar sus regalías, ya que nosotros distribuíamos el Sello Stinson, con el que ellos habían firmado. Recuerdo que yo estaba haciendo una mezcla con la voz de Joe, cuando llegaron al estudio Caito (corista), Rogelio Martínez (director) y Lino Frías (pianista). Todos quedaron maravillados con él. ‘Oye chico y quién es ese’, me preguntaron, y compararon su voz con la de Celia Cruz. Dijeron que se lo iban a llevar a Estados Unidos. Yo quedé perplejo y subí de inmediato a la oficina del señor Toño Fuentes a contarle lo de los cubanos. Toño me regañó porque les había mostrado a Joe, toda vez que él era una joya preciosa que debía permanecer en nuestro cofre”, manifestó.

Tras salir pensionado de Discos Fuentes en 1985, Mario Rincón siguió ligado a la música y en 1995 creó La Sonora Carrusel, orquesta que triunfa en Estados Unidos. Uno de sus temas, la canción La salsa se la traigo yo, es la única latina que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, incluyó en su celular para escuchar durante sus vacaciones, según informaron voceros de la Casa Blanca.

Portada del CD ‘Reinando en vida’Joe Arroyo en 1996.

¿POR QUÉ GRABABA DE NOCHE?

En un documental hecho en 1989 que quedó para la historia, el periodista Ernesto Mccausland le pregunta a Joe ¿por qué grababa de noche?, y este le respondió que lo hacía “porque la noche era más tranquila y el tonelaje de los carros bajaba bastante”.

Sin embargo, ‘Pachanga’ explica a fondo la verdadera razón. “Le gustaba grabar de noche porque era un tipo bohemio que encontraba mucha paz en la noche, a esa hora le era más fácil inspirarse y también porque tenía la voz más clara. Joe amenizaba mucho sus grabaciones con mucho vino y ‘otras cositas’… así era que lograba un sabor único. Sus horarios eran extenuantes, iniciábamos a las 8:00 p.m. y amanecíamos creando música, algo de locos, porque todos debimos adaptarnos a su proceso creativo”.

Por su parte Luis Rincón va más allá y sin tapujos habla de esas “otras cositas” que su padre prefirió omitir. “Para mantenerse en vilo y no dejar morir la musa, en Discos Fuentes había un cuarto en el segundo piso, al cual bautizamos ‘El cuarto de los secretos’. Allí siempre había droga, desde que conocí a Álvaro fue algo que no pudo dejar. Así que era normal encontrar bazuco y marihuana, eso como que le hacía sacar todo su sabor. Pero pese a que reinaba la droga no había desorden de mujeres, ni fiestas. Solo aceptaba vino, nada de aguardiente ni whisky. Mientras tanto a mí me tocaba tomar buen café porque un mal ponche podía dañar el trabajo”, explicó Rincón, quien inició a laborar con Joe cuando tenía 19 años.

Luis Rincón comenzó a trabajar con Joe desde los 19 años.

Su exmánager Luis Ojeda también entregó datos del misterioso cuarto.

“Claro que existía ese cuarto mágico, en el que pocos subían y era allí donde quizás salían las mejores ideas. Allí subían solo los que les gustaba ‘esa película’, era algo muy reservado, preferían hacerlo a escondidas”.

Luis (izq) y Ricardo Ojeda, excompañeros de Joe.

Otras de los secretos que revela Luis Rincón, quien tiene 49 años y trabaja en los estudios del productor Diego Galé, es que uno de los máximos éxitos de Joe, A mi Dios todo le debo, no estaba programado para salir al mercado.

De izq a der: Diego Galé, Mario ‘Pachanga’ y Luis Rincón.

“Fue un relleno para el LP Fuego en mi mente. Debíamos entregar la producción y nos faltaba un número, fue entonces cuando Joe dice que tenía una canción que apenas estaba madurando y decide crearla delante de todos, convirtiéndose así en uno de sus máximos hit. Primero lo hizo en ‘Joesón’, y finalmente tras discutirlo con los músicos quedó convertido en cumbión, mandó a borrar todo y fue un batazo”, rememoró ‘Lucho’, quien permaneció una década al lado de Joe.