¿Qué Pasa?

“Siempre diré con orgullo: Yo soy el hijo de Ruth”

Checo Acosta le agradeció a su recién fallecida madre por toda la alegría que le inyectó a sus familiares.

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La muerte de Ruth Agudelo de Acosta, esposa del bolerista soledeño Alci Acosta y madre del polifacético Checo Acosta, ha tocado muchas fibras desde que se conoció su partida la tarde de este martes en la Clínica del Caribe a causa de la Covid-19.

Sus familiares quienes experimentan el dolor de haber perdido a una mujer cargada de alegría y bondadosa se habían mantenido en silencio. Sin embargo, a través de redes sociales compartieron fotografías, videos y mensajes que dibujan la calidad de persona que era esta soledeña de 79 años.

El Checo Acosta compartió una galería de imágenes en Instagram en la que posaba sonriente junto a su progenitora.

“¡Mi mamá partió al cielo! Mi mamá fue mi alegría. Mi mamá fue el alma de toda la Familia. Admirada por todo el pueblo soledeño, barranquillero y por todas las personas que tuvieron la dicha de conocerla. No hay palabras para definir este dolor, me queda la satisfacción que se gozó la vida, y aunque tuvo varios achaques en los últimos años, salió adelante por sus ganas de vivir y su fortaleza”.

El intérprete de éxitos como ‘Chemapalé’, ‘Me rasca el galillo’ y ‘El borracho’, agradeció los mensajes de solidaridad que han recibido en este duro momento por parte de seguidores, amigos, colegas y periodistas y agregó: “Mamá, gracias por todo, has dejado un enorme vacío en mi alma y en mi corazón, pero has dejado una inmensa huella con tu historia en esta vida. Siempre cantaré y siempre diré con orgullo: “Yo soy el hijo de Ruth”.

Sus colegas como el dominicano Eddy Herrera, Danny Daniel, Peter Manjarrés,

entre otros se sumaron a las condolencias y le escribieron mensajes alentadores.

Por su parte Lauren Acosta, hija del Checo, subió en sus redes un video en el que aparece bailando junto a su abuela y lo acompañó con la siguiente dedicatoria:

“Así te recordaré siempre, con tu alegría, tu baile, tus colores, tu brillo, tus lentejuelas y canutillos. No hay palabras para expresar el dolor que siento en mi corazón, el vacío que nos dejas a todos, pero tengo la certeza que estás en el cielo al ladito de Dios y tía Jane. Será un honor siempre decir que soy tu nieta, y que de ti lo heredamos todo, porque siempre fuiste el alma de la fiesta, el pilar de toda una familia. Te extrañaremos mucho abuela, goza ahora en el cielo así como lo hiciste en la tierra, gracias te amaré por siempre”.

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