¿Qué Pasa?

Una inauguración 10 puntos, ¡inolvidable!

La cantante barranquillera Shakira cerró el espectacular show de apertura de los Juegos Centroamericanos.

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Un paseo en el tiempo, con una estancia desalentadora en el futuro, de esperanzas fijadas en el pasado, sirvió para que el presente en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 le devolviera la alegría a una humanidad sumida en colores grises, la misma que desde ayer volvió a vivir tras la inauguración de dichas justas deportivas.

El estadio Roberto Meléndez fue el escenario idóneo para que la capital del Atlántico exhibiera su historia: barrios populares, música, costumbres y demás facetas de La Arenosa. En la gran puesta en escena aparecieron las 37 delegaciones, con los cerca de 5.500 deportistas que estarán en disputa hasta el próximo 3 de agosto.

El show inaugural continuó con el desfile de las banderas de Barranquilla y la Odecabe. Marcha sencilla, pero muy elegante para acompañar las insignias hasta lo más alto de las astas, donde ya reposaba el pabellón Tricolor.

Alejandro Char, primer mandatario distrital, tomó parte en el acto para recalcar que lo mostrado era solo una parte de la grandeza barranquillera, que todo saldrá tan bien para creer que se vivirán los mejores Juegos de la historia. A su tiempo intervino el presidente Juan Manuel Santos, quien destacó las proezas realizadas por Helmuth Bellingrodt, Édgar Rentería, así como los lo gros alcanzados por la estrella de la música, Shakira.

Todo, no sin antes, recordar que Barranquilla siempre será su ‘novia’. Uno de los momentos cumbre vino con la aparición del fuego centroamericano, el cual pasó por las manos del futbolista Carlos Bacca, luego a la reina del BMX, Mariana Pajón, quien le cedió el honor al primer medallista olímpico colombiano, Helmuth Bellingrodt, quien finalmente le dejó todos los honores al ‘Niño’ Édgar Rentería, el encargado de encender la llama de los Juegos.

Después de otro breve aterrizaje en la historia, esta vez para enseñar el choque cultural fundido entre inmigrantes y nativos que se conocieron en el cruce del río y mar, vino el cierre esperado.

Shakira, una de las artistas más destacadas de Barranquilla y Colombia, cantó tres canciones que desataron la locura en el Coloso de la Ciudadela: Me enamoré, Las caderas no mienten y la Bicicleta. Al final 2 horas y 38 minutos de un espectáculo a la altura de cualquier magno evento deportivo. La mesa está servida, a vivir los mejores Juegos Centroamericanos y del Caribe.