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“Alexis Mendoza, caras y gestos”, la infaltable columna de Hugo Illera

El columnista se refirió a los últimos encuentros del equipo barranquillero.

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Es posible que nunca sepamos que ocurre en el interior de los equipos del fútbol profesional. Antes, los “códigos” eran sagrados y difícilmente se podía enterar uno, por vía de unos de los jugadores, si algo pasaba. No obstante, aprendí a ver si un equipo está cohesionado o no. Con solo mirar el festejo de un gol, por ejemplo, se puede ver. Si todos festejan, si Pedro felicita a Andrés o se queda al margen, si el festejo es entre jugadores o van a abrazar al técnico y hasta la cara de alguien o de algunos cuando se produce un gol a favor o en contra.

Aprendí, también, a interpretar los gestos de los técnicos y los jugadores. Hace poco escribí sobre la cara del técnico del Junior Alexis Mendoza. En los partidos, en las ruedas de prensa, evidentemente ha denotado angustia, insatisfacción. Ha sufrido por los partidos comenzando por la derrota ante Palmeiras aunque mucho antes, en el torneo colombiano, ya la mostraba.

Ante Palmeiras, después de la expulsión de Germán Gutiérrez, se puso las manos en la cabeza y duró así un rato que pareció eterno. Son reacciones que se convierten en mensajes para la hinchada o para el técnico del otro equipo.

O cuando terminó el partido vs. Medellín que se apoyó en el techito del camerino con la cabeza entre las manos. El AT Carlos Araujo se le acercó y le dijo algo así como “ya pasó, ya terminó”.

Lo cierto es que los gestos de Alexis aún no han sido de alegría, de satisfacción, de esto va bien, de estamos creciendo. Su mejor satisfacción de los cinco partidos de Liga y cinco partidos de Copa fue el domingo en Medellín después del juego ante el DIM.

Creo que le apostó al jugador que desdeñó ante Palmeiras y le salió. Luis Carlos Ruiz que se quedó en el banco le abrió la puerta de la victoria ante el DIM. Sin duda ha sido el de mejor rendimiento. Regresó al Mello Murillo y a Gutiérrez a los laterales y le dio resultado. Los tres volantes y los tres delanteros le funcionaron y el ChaTeo también. En fin, estaba vez se equivocó menos y los jugadores rindieron más.

Hay gestos que delatan el interior de los equipos. Después de la humillante derrota ante Palmeiras llegó el fresquito ante el Medellín. Ojalá ese fresquito le traiga el acierto al DT Mendoza en la conformación de sus alineaciones y en el rendimiento de sus jugadores. Que no es Mendoza solo…