“En lo que más debe trabajar Giovanni es no empezar a buscar excusas”, la columna de Jimmy Cuadros

Los dos juegos de Junior bajo el mando de Giovanni Hernández, aunque no sean determinantes para concluir cómo le irá al vallecaucano, inexperto desde la raya técnica, sí preocupan… ¡Y mucho!

Porque en la derrota en Copa ante Pasto, un equipo chico, los delanteros de Junior solo tuvieron tres mano a mano con el arquero pastuso. Dos de Escalante (uno terminó en gol) y otro de Yony González. Dos de ellos pases de Jarlan.

Y el pasado sábado, contra Alianza, otro equipo pequeño y sin historia, en su propia cancha, los volantes de Junior no pusieron mano a mano nunca a Roberto Ovelar, que solo se dedicó pivotear lejísimos del área. Las jugadas de peligro, a excepción del penal, fueron por remates de media distancia. Y el único mano a mano que hubo ante Jerez, arquero petrolero, fue el cabezazo de Vélez (¡lateral derecho!) que terminó en un golazo.

Preocupa, entonces, que Junior tenga la pelota pero no agreda al rival. Que se conforme en una tenencia insulsa, inofensiva. Que cuando una jugada que pinta para un contragolpe vertiginoso, termine en la devolución del balón hasta los pies de Viera. Giovanni, excelso volante 10 que al menos cinco veces ponía a los delanteros mano a mano, debe trabajar en eso. Y leer mejor el juego, porque cuando se lesiona Yony González, en vez de meter a Cañaveral (que no hizo nada), debió haber ingresado Sebastián Hernández. Ya había salido Jarlan y no había quien tuviera el balón.

Pero en lo que más debe trabajar Giovanni es no empezar a buscar excusas en el entorno. Eso de que el equipo “siente nerviosismo” por las protestas del hincha contra los Char no puede ser el argumento de un técnico de equipo grande ante el feo partido que jugaron.

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