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Solangie Ruiz reconstruye sus sueños en una terraza

La deportista denunció ser víctima de acoso sexual en la Liga de Lucha del Atlántico.

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Solangie Ruiz, quien tuvo el coraje de denunciar a su entrenador de lucha por supuesto acoso sexual, lo que según afirma le significó quedar marginada del calendario competitivo nacional; retomó los entrenamientos esperanzada en recobrar su estatus de atleta élite.

Hoy, nueve meses después del escándalo, Ruiz, que por sus logros integra los programas de estímulos Team Barranquilla (Distrito) y Deportista Apoyado (Indeportes); comenzó trabajos con el club de lucha Spartak, en el que aparecen registradas otras jóvenes que el 31 de mayo de 2018 también se declararon víctimas del entrenador Gilberto Berrío.

“Es un nuevo despertar. Estar en un club, plantear metas, proyectos, incluso el simple hecho de entrenar, nos da tranquilidad luego de toda esa situación por la que pasamos”, expresó Solangie, subcampeona junior en el Torneo Nacional 2017, última competición a la que asistió con el entrenamiento pertinente.

“Me quedé sin competir, porque cuando se empieza a dar todo esto de las denuncias, incluso antes de eso, a las que nos quejábamos por el trato nos empezaron a discriminar. En las prácticas nos ignoraban o se burlaban de nosotras, cualquier cosa para incomodarnos y aburrirnos”, continuó la luchadora atlanticense.

Jorge Enrique Barón, santandereano de 75 años, es el fundador de Spartak, quien hace 12 años le devolvió la vitalidad a la lucha en el Atlántico, puesto que dicho deporte lucía casi extinto en el departamento.

“A todas estas jovencitas las conozco hace mucho tiempo y aún no concibo cómo pudieron pasar por todo este tipo de cosas. Tenemos pensado conocer el programa de la Liga de Lucha del Atlántico para ajustar nuestros esfuerzos conforme su calendario”, explicó Barón.

Pero lastimosamente las buenas intenciones no son suficientes.

A pesar de los propósitos de atletas y entrenadores, en el deporte es necesario una infraestructura adecuada para la práctica, algo que padecen los luchadores de Spartak, que se han visto obligados a prepararse en la terraza de una casa, a pleno sol y sobre una lona en lugar de colchoneta.

“El sueño sigue intacto. Más allá de las cosas que vivimos, seguimos en la lucha, porque nos apasiona, pero es urgente tener mejores condiciones para trabajar, no podemos seguir sobre una terraza”, dijo una menor de edad, también declarada víctima de acoso sexual.

“Entrenar sobre una colchoneta implica practicar movimientos en pie, nada de ejercicios en suelo, derribos o proyecciones, porque corremos el riesgo de sufrir lesiones graves”, señaló Alfredo De la Rosa, campeón juvenil (2017), quien prestó su lona y terraza en el barrio La Manga para los entrenamientos.

“El llamado es para el Distrito, que se comprometa con los clubes, y el Inder con sus selecciones, porque ninguno ha dispuesto escenarios para la lucha. Nos dijeron que están a la espera de unas divisiones en el coliseo Sugar Baby Rojas, pero se gastarán un año más o menos, con seis meses de para es fatal”, precisó Barón.

Tras el escándalo

Después de la denuncia de Solangie Ruiz y otras deportistas, la lupa de Indeportes Atlántico recayó sobre la Liga de Lucha del Atlántico y su presidente, Ernesto Berrío, quien siempre se ha mostrado firme en decir que las acusaciones sobre él y su hijo, Gilberto Berrío, “son calumnias”.

La Liga quedó sin reconocimiento deportivo porque detectaron que estaba mal constituida, pues los clubes afiliados no cumplían los requisitos de funcionamiento. Hoy existe un comité proliga presidido por Augusto Blaschke.

“No tengo retrovisor en este asunto, lo pasado, pasado está. Queremos salir adelante y lo primero es organizar unos prejuegos para ir conformando las selecciones con miras a Juegos Nacionales 2019”, aseguró Blaschke a la salida de una reunión con Spartak.

En cuanto al caso de Gilberto Berrío, Solangie Ruiz aseguró que el pasado jueves 31 de enero se reunió con el fiscal que atiende su caso, quien le afirmó estar a la espera de una reprogramación de audiencia.

Ernesto Berrío señaló que contra su hijo no existe ningún proceso.

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