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Un Junior con poquita batería

El equipo tiburón igualó 1-1 anoche ante Nacional en el juego de ida de la semifinal.

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Con una opaca presentación, que demostró más cansancio que dinámica de juego en los tiburones, Junior logró rescatar un empate anoche ante Nacional en el estadio Metropolitano (1-1), y ahora tendrá que levantar el nivel y jugársela toda este sábado en el Atanasio Girardot para conseguir su pase a la final de la Liga Águila I.

NACIONAL PEGÓ PRIMERO

En el inicio del compromiso Junior dio la impresión de querer salir a comerse a su rival, mientras una llovizna caía en el Coloso de la Ciudadela. A los 2 minutos los dueños de casa casi sorprenden a la visita con una buena jugada colectiva, que terminó en un remate con el borde interno de Jorge Aguirre que pasó cerca.

Pero con el transcurrir de los minutos la intensidad se transformó en pasividad. La batería de energía se fue agotando y el cansancio se apoderó de los curramberos, que solo veían como los verdolagas empezaban a dominar a su merced las acciones sin mayor esfuerzo.

Y a los 18’, mientras los rojiblancos seguían viendo tocar el balón a su rival, los verdolagas se fueron arrimando sobre la banda derecha. Una jugada desequilibrante de Andrés Ibargüen dejó regado a David Murillo, el extremo del elenco paisa tiró un pase rasante al área y apareció el lateral Daniel Bocanegra en posición de nueve para definir con un toque de primera a gol (1-0).

Esa acción fue calcada varias veces durante la primera mitad, donde la inexperiencia de Murillo le pasó factura al técnico Mendoza quien lo eligió en lugar del experimentado Iván Vélez en un duelo tan trascendental.

A los 25 otra vez Ibargüen, tras un tiro de esquina jugado en corto entre Sherman y Macnelly, se metió en el área y volvió a eludir al lateral de Junior para poner un pase al área. Afortunadamente Arias, que casi marca un autogol al tratar de evitar que Berrío la tocara, la desvió para enviarla al córner.

Siete minutos después el mismo dolor de cabeza. Ibargüen, quien se adueñó de la franja derecha, se la pasó a Sherman, este tiró al marco, pero su disparo tocó en una pierna y rozó el vertical de la mano derecha de Viera.

Fue hasta los 36’ donde se dio la primera subida de un lateral rojiblanco. Domínguez se fue al ataque para asociarse con Vladimir, el araucano le devolvió la pared al vallecaucano. Carachito ingresó al área a toda velocidad, y ante la salida de Armani, colocó un pase atrás donde apareció Aguirre que le pegó mal, pero el balón cayó frente al arco en los pies de Ovelar y el paraguayo, perdido en el partido, la tocó pero increíblemente se fue muy alejada del pórtico.


Ovelar no tuvo un buen partido y poco aportó en ataque.

Mendoza decidió mover el banco a los 38. Sacó a Murillo, de una noche para el olvido, para darle lugar a Vélez.

Antes de irse al descanso las manos salvadoras de Viera evitaron que Nacional aumentara la cuenta. Primero, a los 39, con un contragolpe que terminó en una volea que le detuvo a Macnelly. Tres minutos después fue Bocanegra el que probó al cancerbero uruguayo con un tiro libre donde se volvió a lucir el capitán rojiblanco con una formidable atajada.

EMPATE LUCHADO

Para el complemento Édinson Toloza, que deambuló en la cancha sin generar peligro, se quedó en el banco y en su lugar saltó a la cancha el soledeño Léiner Escalante, que tampoco marcó diferencia.

No se vio mayor cambio en la actitud del equipo barranquillero, que siguió arrinconado en su arco mientras Nacional intentaba su segundo tanto. El elenco de Reinaldo Rueda estuvo cerca a los 56 con un disparo colocado de Sherman, pero Viera volvió a responder.

Luego Junior tuvo una pequeña reacción para el empate en los pies de Escalante, quien recibió solo un pase filtrado en el área, pero Armani se avivó y salió a toda velocidad para achicar su remate.

Alexis tiró toda la carne en el asador. A los 59 el samario Jarlan Barrera ingresó por el currambero James Sánchez para buscar darle vuelta al resultado adverso.

Viera ilusionó a los hinchas rojiblancos en el Metro al cobrar un tiro libre a los 68 minutos, casi en el mismo lugar que el de hace una semana ante Millonarios. El tiro pasó la barrera con dirección al fondo de la red, peroesta vez Armani ahogó el grito de gol del charrúa enviando el esférico con su mano al tiro de esquina.

Sobre los 74, en una nueva acción de pelota quieta, fue Arias el encargado de cobrar. Bocanegra corrió para ubicarse en el palo detrás de la barrera y evitar que se filtrase el tiro, pero en el camino el cobro fue desviado por Vladimir con una especie de taco, venciendo la resistencia de Armani para decretar la igualdad en el marcador ante la euforia de los aficionados (1-1).

Algunos chispazos de Jarlan y el empuje de la pareja de centrales Arias y Pérez, fue lo único que pudo demostrar Junior de cara al final, pero las piernas no le respondieron más a los tiburones para intentar buscar el gol de la victoria.

LA HINCHADA TAMBIÉN SU SUDÓ LA ROJIBLANCA

La hinchada tiburona desde temprano se tomó los alrededores del Coloso de la Ciudadela y con cánticos y actitud positiva calentaron el juego de ida de la semifinal entre Junior y Nacional. Llamativos sombreros vueltiaos con colores rojiblancos y varios adornos fueron usados por un grupo de mujeres que se ‘robaban’ todas las miradas.

Ya en el interior del estadio, el termómetro fue subiendo. La humedad fue fuerte, poniéndole el rostro sudoroso a más de uno. El primero en salir a calentar fue el arquero Sebastián Viera, quien fue aplaudido por los hinchas desde todas las tribunas, quienes posteriormente gritaron al unísono “Oe, oe, oe,oe.. Viera, Viera”. Tres minutos más tarde se escuchó una gran rechifla a los jugadores del equipo paisa que salieron a calentar de manera conjunta.

Mientras el champetero Twister El Rey interpretaba su éxito ‘La espelucá’, en la pista atlética, ocurrió un hecho que pasó desapercibido por muchos, el volante barranquillero Macnelly Torres al servicio del Nacional, contestó a la rechifla del público, con el gesto obsceno del dedo medio de su mano derecha, lo que aumentó los chiflidos mientras se dirigía al vestuario.

Por su parte, Willy De la Hoz, mascota insignia del onceno currambero, no pudo animar de cerca a su equipo toda vez que sufrió una herida en la pelvis tras caerse de un techo. En su reemplazo actuó su hermano Tommy Martínez y su sobrino David Redondo.

Durante la interpretación de los himnos, llamó la atención que Macnelly con mano en el pecho entonó con fuerza el himno de Barranquilla. Mientras, el Frente Rojiblanco de Sur, hizo un mosaico con la camiseta de Viera en el medio y la frase: “queremos la copa papá”.

En la tribuna occidental agentes de la Policía mandaron a quitar los trapos de la barra ‘Esto es Junior’, lo cual generó disgusto desde todos los sectores.

NO PARÓ EL ÍMPETU

Con el inicio del encuentro apareció una leve llovizna que alborotó el calor, esto no fue impedimento para que Los Kuervos desde la tribuna norte gritaran constantemente “Tiburón, dale tiburón, tiburón con el corazón”. Pese a que el primer gol del encuentro fue de la visita, la hinchada no bajó los brazos y con sus voces siguió apoyando. Las tribunas norte y sur lucieron llenas, mientras que oriental y occidental tuvieron muchos vacíos. Un total de 33.779 espectadores asistieron a la cita futbolera en Barranquilla.

Al minuto 66 el público se emocionó tras un tiro libre que ejecutó Viera, todos aplaudieron cuando el uruguayo atravesó la cancha para patear el balón que a diferencia del juego contra Millonarios no terminó en la red. Ocho minutos después se haría efectivo el grito de gol para los locales a través de Vladimir Hernández quien puso el partido vivo. Al final la gente salió un tanto cabizbaja por el empate a un tanto.

PARA VLACHO, LA SERIE ESTÁ VIVA TODAVÍA

Vladimir Hernández no tuvo ningún problema en reconocer que Junior estuvo desconocido en el primer tiempo en el juego ante Atlético Nacional, en la ida de las semifinales de la Liga Águila I 2016.

La ‘Pulga’ fue el salvador del equipo Tiburón. El araucano, de taco, le cambió la trayectoria a un tiro libre ejecutado por el defensa Jorge Arias y así llegó el empate, en un juego que estaba bastante enredado.

“El primer tiempo lo regalamos, fuimos muy verticales y este equipo es de manejo. Gracias a Dios en la parte final mejoramos y pudimos conseguir el empate que nos deja con vida. Estas son finales y se juegan así”, explicó el mediocampista.

Pese a no haber conseguido la victoria, Hernández cree que Junior puede conseguir el paso a la final el próximo sábado en el estadio Atanasio Girardot. “En Medellín hay que ser muy inteligentes, lo importante es que la serie todavía está viva. Allá no nos podemos volver locos y tenemos que hacer el fútbol de nosotros”, concluyó.

El volante araucano estuvo bien custodiado por la defensa antioqueña y solo en la segunda mitad, cuando estuvieron desgastados, fue que su talento pudo mostrarse en algunos chispazos.

“Ellos nos marcaron muy rápido y nos desestabilizaron. Nos costó mucho pararnos en el terreno y solo hasta el segundo tiempo fue que pudimos crear algunas opciones”, agregó.

Con el gol de anoche, Vladimir llegó a 13 tantos en el presente torneo.

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