Deportes

VIDEO | “En Barranquilla me quedo”: Julio Comesaña

El técnico colombo-uruguayo de Junior le abrió las puertas de su casa a AL DÍA.

Compartir en:
Por:

Lo encontramos como casi nunca se ve: en familia. Sin su habitual ropa de entrenamiento, sin la camisa de la suerte que usa en cada partido, sin la gorra con el escudo de Junior que oculta gran parte del capilar asnal que da origen a su popular apodo y sin los afanes, preocupaciones y el estrés de su profesión.

Es más risueño, más relajado y más descomplicado este Julio Comesaña que se citó con AL DÍA en el apartamento del norte de la ciudad que en los próximos años servirá para poner en práctica el mensaje que se encuentra en su entrada: “Casa de abuelos, hotel de los hijos y guardería de los nietos”.

P.

¿Se ratifica en que este es el mejor Junior que ha dirigido como equipo?

R.

Esto es bravo decirlo porque pareciera que uno lo tira así sin tener en cuenta el equipo de 1991, el de 1993 y el de 2008-2009, ufff. Yánez, Giovanni Hernández, ‘Piojo’ Acuña y Teófilo son palabras mayores. ‘Pachequito’, Valderrama, ‘Niche’ Guerrero y Valenciano también. ¡Y Mackenzie no tenía cabida en ese equipo! imagínense lo que era eso.

P.

Este Junior fue mejorando errores y puliendo virtudes. Terminó sin sufrir tanto en el juego aéreo…

R.

El juego aéreo se corrigió sobre la marcha porque no había tiempo para trabajar, había que hacer ejercicios de saltos y en medio de la competencia no era lo más prudente. Solamente tomando conciencia de que a este nivel los pequeños detalles marcan el triunfo o la derrota. No es posible que nosotros perdiéramos en el juego aéreo como perdíamos, no nos ganaban sino que nosotros no saltábamos, a veces perdíamos la marca, se nos escapaban, a veces jugábamos en zona, hombre a hombre, pero en los dos partidos contra Santa Fe y Paranaense no perdimos por arriba y hasta anotamos goles de cabeza.

P.

¿Qué pasó en los penales?

R.

Yo pienso que son rachas que generan desconfianza. La gente dice: vamos a practicar penales, listo. Yo estoy aburrido de que se ponen a patear penales y resulta que Viera y Chunga le atajan a sus compañeros. Me parece que eso anímicamente genera desconfianza antes de un partido. Los arqueros nuestros los conocen y el arco donde se patean no tiene nada que ver con la escena de un partido. Todo eso cambia. Es totalmente distinta a la de la práctica. El jugador que crea que debe entrenar penales por confianza, todos los días debería entrenarlos sin que nadie le diga. Valentierra, Dayro y ‘La Bruja’ Verón no entrenaban nunca y lo hacían. Hoy (ayer) erraron ‘El Pity’ Martínez y Enzo Pérez, y perdió River.

P.

En medio de la celebración, Teófilo contó que peleó con Piedrahíta, con Viera y con Narváez. ¿Cómo manejó eso?

R.

Al final se vio una aceptación de ‘Teo’ en el grupo… (Risas). A Teo creo conocerlo bien, pero yo lo perdí mucho tiempo y creo que todas las personas vamos cambiando. El tema era que Teo no era coherente con lo que decía y hacía. De pronto no se daba cuenta de lo mucho que se necesitaba su bagaje, su experiencia, su fortaleza, su carácter, para comandar, para liderar, para apoyar. Me daba la impresión de que él pensaba en sí mismo hasta que las situaciones lo fueron desbordando. Tuvo enfrentamientos con algunos compañeros, generando malestar, reuniones. Al final, un día, comenzó el cambio de él y, como si hubiera llegado alguien nuevo, comenzó a sumar. Empezó a ubicar a los jóvenes, a hablarles con firmeza, pero también a darles cariño. Empezó a decir cosas que ya eran coherentes con su comportamiento. En la cancha hizo lo que hizo, volvió a su nivel. En la medida que fuelogrando su mejor rendimiento y se empezó a sentir bien, anímicamente también mejoró. Eso se fue dando, el equipo lo aceptó nuevamente y comenzó a generar esas situaciones favorables.

P.

¿Quién ganó la pelea, Narváez o Teófilo?

R.

(Risas). Yo esa pelea nunca la quisiera ver. Una pelea brava. Hay que llevarla al coliseo. Eso fue en una práctica. Nunca se golpearon.

P.

La pregunta del millón: ¿se queda o se va?

R.

Me quedo en Barranquilla. Lo de Junior está por verse, yo termino contrato el 31 de diciembre y no puedo decidir irme a algún lado sin saber mis cosas con Junior. Esperemos si Junior desea que yo me mantenga aquí. Siempre estoy dispuesto a dialogar y revisar todas las cosas, el presente, el futuro, lo que ha pasado, lo que queda, los objetivos del club. Y a partir de ahí hablaremos del tema económico y ya está.

P.

¿Fuad Char prácticamente dijo que usted se va a quedar?

R.

Debe ser para que los de Colón digan: listo, no va más. Es muy inteligente, sabe negociar.

P.

Ya hubo un encuentro con Antonio Char, ¿no?

R.

Sí, conversé con Antonio y seguiremos avanzando. Nos reunimos con la cordialidad de siempre, recorriendo un poco el semestre, hablando de cosas bonitas.

P.

¿Qué tan seductora es la oferta de Colón?

R.

Puntual y concreta, depende de lo que yo responda. Depende de que yo diga sí o no. Para decir sí, debo ir allá y mirar muchas cosas que me interesan saber. Sería para una etapa de año y medio. Están apostando todo. Esperemos para ver qué resulta.

P.

Junior tiene ventaja sobre Colón….

R.

Es que yo no me voy a ir de aquí sin hablar con la gente de Junior.

P.

Han tenido paciencia en Colón…

R.

Sí, ellos están dispuestos y esperando, pero no es necesario que me digan en qué situación están, no puedo jugar con eso, en esta semana debo tomar una decisión.

P.

¿No es cierto que viaja el jueves a Argentina?

R.

No, en absoluto. Es muy difícil que yo me mueva de acá en estos días, va a venir mi hija (Lorena) desde Estados Unidos con dos nietos, hasta el 27 que se van los hijos, aspiro a tener un tiempo con mi familia porque es el único tiempo que voy a tener. También está la posibilidad que me quede sin trabajo.

P.

Su esposa dice que es la que manda en la casa…

R.

Por eso se llama Amanda, la que manda. Si no toma la decisión ella… yo no estoy nunca acá.

P.

¿El Comesaña temperamental que todos conocen es manso acá?

R.

Entro aquí y pregunto todo con cuidado (risas).