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Así es como la hipnosis podría llegar a ser la cura de varios dolores físicos y problemas emocionales

Es un periodo en el que el ser humano se encuentra entre dormido y despierto, un “duerme-vela”.

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La hipnosis es un tema que se ha vuelto conocido alrededor del mundo y además tiene precedentes históricos, pues los egipcios utilizaban técnicas similares en los conocidos Templos del Sueño.

Pero, no fue hasta el siglo XVIII que el término hipnosis fue usado por primera vez por James Braid, un neurocirujano que descubrió que esto era una condición llamada sugestión.

Por otra parte, Sigmund Freud, médico neurólogo y padre del psicoanálisis, publicó y escribió un caso de una mujer, quien no tenía ningún antecedente psiquiátrico, a la que curó por medio de la hipnosis.

La paciente no podía amamantar, vomitaba todo el alimento y sufrió de depresión, pero Freud al cabo de tres sesiones logró curarla de sus enfermedades.

A raíz de todas las investigaciones, la hipnosis se volvió un tratamiento que cura enfermedades físicas y emocionales.

Mariana López*, una mujer de 35 años y ama de casa, es una paciente que sufría de celotipia, un trastorno delirante en el que la persona está convencida de que la pareja le es infiel.

Mariana decidió recurrir a la hipnoterapia como solución después de una fuerte pelea con su esposo en la que lo siguió hasta el trabajo porque pensaba que la estaba engañando con una compañera de trabajo.

“Yo lo seguí en un taxi, vi que saludo a una mujer e inmediatamente me baje del carro para empezar a gritarle e insultarlo. El me miró con cara de extrañado y me dijo: ‘¿a ti que te sucede? Me estas cansando con tus celos enfermizos, es solo una compañera de trabajo’”, contó la mujer.

Al ver que todo era su imaginación y que esto estaba acabando con su matrimonio, decidió buscar ayuda. Al comentarle a un amigo cercano sobre la situación este le recomendó a una hipnoterapeuta que la ayudaría.

La mujer comentó que las terapias le han servido para tener seguridad en sí misma, y mejorar en su relación sentimental.

De acuerdo con la barranquillera, para que el método funcione completamente la persona debe reconocer que tiene un problema, poner un cien por ciento de su parte para trabajar y mejorar; siempre ir con mente positiva a las sesiones.

Juliana Restrepo*, una estudiante universitaria de 22 años, padecía de inseguridad, lo que la llevaba a sufrir de timidez.

La joven era muy introvertida a la hora de hablar o conocer a alguien, pues no se consideraba que era lo “suficientemente buena”para tener la iniciativa de hablarle a alguien y hacer amigos. Además, se le dificultaba la comunicación con su propia familia.

Sin embargo, al iniciar las sesiones de hipnosis comenzó a ver un cambio después de la octava visita. “Esto es un proceso en el que se debe tener mucha paciencia e ir paso a paso. Ahora me siento mucho mejor conmigo misma, todo va en la actitud de querer cambiar las dificultades”, añadió la universitaria.

Mayra Mendoza Torres, Psicóloga egresada de la Universidad del Norte con Maestría en Psicoanálisis en Buenos Aires, Argentina, está de acuerdo con que es un proceso en el que se debe tener paciencia.

Advierte que la hipnosis es un “estado de la conciencia alterado”, es decir, un periodo en el que el ser humano se encuentra entre dormido y despierto, un “duerme-vela”.

“Hay muchas definiciones pero esta es la que me parece a mí más completa y clara: es como si estuviera aquí y allá al mismo tiempo la conciencia cautivada por sensaciones placenteras y el inconsciente funcionando como un observador oculto”, comentó.

“El consiente se altera y el inconsciente está despierto siempre. Dentro de un proceso de hipnosis al paciente le hago preguntas y aunque le cueste trabajo responder, pues está en una ‘ensoñación’, lo hace”, afirmó la doctora.

Mayra Mendoza Torres, Psicóloga egresada de la Universidad del Norte | Silvana Alba M

“La hipnosis es un proceso de relajación profunda en donde voy llevando al paciente a que conozca sus puntos de apoyo y que tenga confianza en sí misma. Yo solo soy una guía, es la persona quien produce los cambios”, agregó.

Desde su experiencia personal, la especialista sufrió de dolor crónico durante 17 años por una mala praxis de la columna lumbar en Argentina. Durante estos años recurrió a todos los médicos y tratamientos del mundo para obtener siempre la misma respuesta: “no se puede hacer nada”.

No obstante, el único tratamiento efectivo que le funcionó fue el de la hipnosis, como complemento de su terapia para el dolor.

Advierte que estando Barranquilla, durante un año, no ha visitado ningún fisioterapeuta o ningún psicoanalista. “No te digo que no he tenido días de dolor, pero todo el autocontrol que esto genera es impresionante, es decir, los beneficios de la hipnosis son realmente muy buenos y lo que me ayuda es la autohipnosis”.

Por esta razón se interesó en aprender sobre la psicología del dolor y la hipnosis como tratamiento de este, fue entrenada por la Dra. Ana María Corrao en Buenos Aires, una autoridad en tratamiento del dolor mediante hipnosis.

¿PUEDEN TODAS LAS PERSONAS REALIZARSE UNA HIPNOSIS?

No, no todas las personas pueden realizarse una hipnosis, pues hay ciertas condiciones de personalidad que no lo permiten.

Es por esto, que antes de todas las sesiones se hace una anamnesis completa y una serie de pruebas para analizar las características de las personas acompañado de test proyectivos, test de personalidad y los que sean necesarios.

Para Mayra Mendoza Torres, la primera sesión sin hipnosis, debe durar entre una o dos horas para poder conocer y examinar a la persona.

La doctora, quien trabaja en la clínica Portoazul, utiliza diferentes cuestionarios. Para valorar el dolor recurre al Cuestionario de dolor de McGill (McGill Pain Questionnaire o MPQ) y el EVA(Escala Virtual Evaluativa). Este test contiene 77 descriptores o ítems que sirven para evaluar los síndromes del dolor y en el que el paciente puede describir su dolor.

¿PERO QUE PASA CON ESAS PERSONAS QUE DICEN QUE “NO LES FUNCIONÓ”?

De acuerdo con la psicóloga, la hipnosis “incrementa la eficacia de cualquier psicoterapia” y es efectiva en un 80 por ciento de los casos. La hipnosis en el tratamiento de dolor es un complemento para el médico tratante.

Cuando una persona dice que no le funcionó la hipnosis, no significa que no le haya hecho efecto, sino que cada persona es un mundo totalmente distinto y a algunas les toma más tiempo que a otras.

“También, existen personas que se despiertan de la hipnosis y uno les pregunta: ‘¿cómo te sientes?’ y dicen: ‘no me hipnotizaste’, pero roncaron durante toda la sesión y no recuerdan. Esa es una reacción lógica, porque es la de la defensa que tiene la persona. Se defiende y se guarda, no te va a decir que lograste hacer ‘lo que tú querías’”, comentó la psicóloga.

¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DEL TRATAMIENTO CON HIPNOSIS?

Para los tratamientos con dolores físicos, el procedimiento cuenta con 10 beneficios, según Mendoza:

1. Aumenta la tolerancia al dolor.
2. Ayuda a que el dolor no sea el centro de atención en el paciente, sino que pueda reintegrarse al ámbito familiar, social y laboral.
3. Activa la independencia del sujeto en relación a su dolor.
4. Transforma el problema dolor como parte de un proceso.
5. Aprender a controlar, disminuir o manejar el malestar.
6. Trabaja el nivel cognitivo es decir, las creencias acerca del dolor.
7. Transforma miedos, tensiones, fantasías y expectativas en herramientas útiles.
8. El psicoterapeuta logra que la relajación profunda se automatice con el tiempo.
9. El trance es una habilidad natural, que puede ser aprendida y mejorada con la práctica.
10. La voz del psicoterapeuta llega a convertirse en la propia voz del paciente (el inconsciente).

¿TIENE ALGÚN RIESGO?

Hacer hipnosis no tiene ningún riesgo y según Mendoza Torres es todo lo contrario, pues ayuda a relajar. “El paciente es perfectamente consciente de lo que el psicoterapeuta le dice y tiene el control todo el tiempo pues en la hipnosis uno no puede traspasar los límites de sus valores morales, te repito puede ser que el consciente duerma pero el inconsciente siempre está en guardia, vigilando”, afirmó.

La hipnosis es un estado de duerme-vela, es decir esa experiencia que tenemos cuando ‘soñamos despiertos’. “No hay consecuencias, porque lo mucho que puede pasar es que no se despierte cuando termine el conteo hasta cinco. Si es así, vuelvo a contarle, y asumamos que tampoco se levanta, simplemente lo dejo hasta que el solo se despierte. Y si esto no funciona le quito la manta o la almohada, pues hay muchos estímulos, pero nunca me ha pasado”, informó la especialista.

¿QUÉ OPINAN OTROS PSICÓLOGOS ACERCA DEL TEMA?

De acuerdo con varios psicólogos, la hipnosis la consideran como procedimiento complementario y que produce muy buenos resultados siempre que lo haga un profesional y no un aprendiz, pues esto podría prestarse para que la persona manipule de mala manera al paciente.

Para Ángela Rodríguez*, psicóloga, todo lo que pueda ayudar a una persona puede utilizarse como método. “Nunca he tenido la oportunidad de tener la experiencia, ni tampoco aplicar este tipo de terapia, pero si he escuchado casos que han funcionado como dejar fumar, mejorar los celos obsesivos y las inseguridades”.

Según los psicólogos María Grau* y Julián Jiménez*, la hipnoterapia se trabaja cien por ciento con la parte de la conducta y para que el paciente pueda hacer alguna acción depende del raciocinio, es decir que para que realmente funcione a largo plazo la persona debe tener un 50% de voluntad. “La hipnoterapia no es 100% efectiva porque la persona necesita estar completamente consciente de lo que está haciendo, todo procedimiento que se hace bajo la inconciencia funciona pero por un tiempo determinado, pues no es constante”, enfatizaron.

Cabe recordar, que la hipnosis es un complemento a cualquier terapia y que durante el proceso el paciente, madura y aprende a controlar sus afecciones ya sean físicas o emocionales. “El propósito es que maduren y que en el caso del dolor sepan manejarlo y controlarlo. Que no sea el dolor que los controle a ellos”, concluyó la doctora Mayra Mendoza.