Historias

El cortejo fúnebre que llegó hasta la cárcel para que un padre pudiera despedir a su hija

La menor será sepultada este martes en horas de la mañana. Su padre está condenado a cinco años por el delito de hurto.

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Wendy Durán de Padilla vive este martes un doble drama: además de la condena por el delito de hurto que paga su esposo Eric Miguel Padilla en la Penitenciería El Bosque, y este domingo murió su pequeña hija quien padecía cáncer.

La mujer, de 26 años, cuenta que el calvario con su niña de diez años comenzó hace cuatro años cuando le detectaron la enfermedad que finalmente le produjo el deceso en la clínica Bonadonna.

El cuerpo de la niña está siendo velado en la sala de su casa en el barrio La Cordialidad.

La menor, quien permaneció durante seis meses a la espera de un transplante de médula ósea en la EPS Barrios Unidos de Quibdó, está siendo velada en su casa, ubicada en la calle 99a # 6h - 83, barrio La Cordialidad.

En cumplimiento de las normas legales, Padilla no puede asistir al sepelio previsto para este lunes en la mañana, teniendo en cuenta que ninguna persona condenada puede salir de la cárcel. En estos casos, el Instituto Nacional Penitenciario permite que el cortejo llegue a la cárcel para que el padre de la niña pueda despedirla. Wendy es ama de casa y le sobreviven dos niñas de 5 y 7 años.