Historias

El isleño, 50 años el ‘Pechiche’ de Luis Cantillo

El León de la Salsa celebra hoy sus Bodas de Oro en el estadero La Estación.

Compartir en:
Por:

El amor que siente Luis Carlos Cantillo Beltrán por su picó El Isleño, solo es comparable con el que profesa por sus tres hijos: Nelson, Miladis y Deivis. Así lo afirma Cantillo sin titubeos en su residencia del barrio Rebolo, donde nació y creció el picó que está de festejo: 50 años ininterrumpidos de vida musical, un privilegio del que pocas máquinas en la ciudad pueden jactarse.

“Es mi pechiche, lo tuve a los 20 años, mucho antes que a ellos, es por eso que sienten celos, porque lo consiento demasiado. Cualquier detalle que requiera enseguida le meto mano”, dice entre risas mientras revisa el sistema de luces de las dos regaderas.

El Isleño, el León de la Salsa, como es su eslogan de combate, tuvo un nacimiento muy particular. Surgió como proyecto de grado de Luis Carlos Cantillo Beltrán cuando estudiaba electrónica del extinto Instituto Técnico Electrónico del Atlántico.

“Hice una máquina que tuvo un sonido nítido, y superé así con buenas calificaciones mi examen final. Luego compré los parlantes y el tocadisco, y nació El Isleño, en esta misma casa que hoy sigue siendo su sede (carrera 23 No. 23-41).

Recuerda que debutó el 1o. de mayo de 1969 en una fiesta en el barrio Las Nieves (calle 17 con carrera 27), y enseguida comenzó a crecer su fama.Todo el dinero que recogía de los toques lo invertía en el picó hasta convertirlo en un gigante que llegó al medio siglo.

“Llegar a esta edad no es tarea fácil lo han logrado El Solista, El Timbalero y El Nuevo Junior, los demás siguen en la carrera, es un reto gigante”, manifiesta Cantillo, de 70 años.

Sobre el nombre indicó que lo tomó de El Isleño de Cartagena, un picó muy famoso en esa ciudad que desapareció a mediados de los 60.

“Lo del concepto del ‘León de la Salsa’ si fue idea mía, porque quise que la gente lo recordara por su buen sonido, su imagen y la música salsa que mandaba en sus inicios”, aseveró.

Durante estas cinco décadas ha contado con cuatro formatos: inició con un bafle, luego a dos bafles, mutó a fraccionado y ahora retornó a sus raíces, con el llamado tipo turbo. Ahora consta de un bafle de seis parlantes que mide 2,10 metros de alto y 1,90 metros de ancho. En el brillo tiene 20 twister y seis cornetas, 12 medios de 2.500 vatios, cuatro máquinas, dos tocadiscos y un reproductor de CD.

El arsenal musical es de aproximadamente 3.000 LP.

ALGUNOS DE SUS ÉXITOS

Por la tornamesa de El Isleño han pasado grandes picoteros que con su oído fino pegaron temas que hoy son clásicos verbeneros. Entre los programadores se destacan: Donaldo García, Luciano ‘el Flaco’ Barraza, Luisito Salazar, Óscar ‘la Muñeca’ De la Hoz, Tito Suárez y Jairo Sanjuan.

Algunos de los discos que pegaron como exclusivos son: El platanal de Bartolo, de Pupi y su Charanga, Cum Cumbele, de The New Swing Sextet, Salsa y Control y Che manía de los Hermanos Lebrón, Los Juegos Infantiles de Sensation Combo’s, La caridad del cobre, de Celina y Reutilio.

En cuanto a música africana se destacan: La Carroza 1, El Simalaya, La Carolina, El Pambelé, Mambote 4, El Mamey y toda la música de Miriam Makeba.

Para Donaldo García, que a inicios de los 70 laboró en este picó, cuenta que El Isleño era uno de los más perseguidos por su sonido nítido.

“Esa fue una época muy bonita en mi carrera, hice dupla con La Muñeca De la Hoz, y pegamos muchos temas como El mama y El mamey, que lo tuvimos como exclusivo cuatro meses. Los duelos más vibrantes fueron con El Coreano de Concepción Hernández, otro especialista en salsa y con buen sonido. La gente esperaba este mano a mano porque ambos teníamos mucha música, venían bailadores hasta de Cartagena. Uno de los toques más recordados lo hicimos con El Coreano en Los Comerciantes en La Alboraya. A nosotros nos perseguían puros bollitos”.

AMPLIFICANDO A LOS GRANDES

Deivis Cantillo, heredero de El Isleño y quien junto a Clinton Márquez son los DJ, cuenta que en los 20 años que tiene de estar piloteando esta nave musical ha vivido momentos emocionantes, como aquella vez en Suan cuando sirvieron como amplificación a la orquesta La verdad de Joe Arroyo.

“Tener a ese gran cantante empuñando el mismo micrófono con el que animábamos, eso hizo que se me salieran las lágrimas. Otros artistas con los que compartimos escenario fueron Diomedes Díaz, El Binomio de Oro y Fruko y sus Tesos”, manifiesta.

Pero no todo ha sido color de rosa, también les ha tocado remar contra la corriente. “En Maríalabaja (Bolívar) cayó un aguacero que hizo desbordar el río y el agua se nos metió en la caseta. Tuvimos que usar los banquitos y armar una especie de tarima para que no se mojara el picó”, recordó el joven de 35 años. La popularidad que ha alcanzado la creación de su padre le ha permitido amenizar fiestas en el norte de Barranquilla y también en exclusivas discotecas como Frogg Leggs y La puerta de Abajo. “También hemos tocado en Cartagena, Sincelejo, todos los pueblos del Atlántico, Bolívar y Magdalena”.

La celebración de las Bodas de Oro de El Isleño se llevará a cabo hoy desde las 2:00 p.m. en la Estación de la 8, donde está invitado a programar Donaldo García para recordar las mejores épocas verbeneras.

Aquí se habló de