Historias

Especial: Adicción a las drogas, el “mero” infierno

Conoce los devastadores efectos que tiene para el organismo.

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¿Cómo afecta al ser humano el consumo abusivo de drogas ‘duras’? (entendiendo por ‘drogas duras’ aquellas que generan adicción física y causan síndrome de abstinencia cuando se suspenden bruscamente).

Más allá de la explicación científica, que veremos más adelante, las fotos que acompañan este artículo lo dicen todo porque muestran la degeneración que han sufrido personajes famosos que han caído en ellas.

Macaulay Culkin se volvió famoso al protagonizar Mi Pobre Angelito, luego cayó en la adicción a la heroína.


El legendario Diomedes Díaz tuvo muchos tropiezos en la vida por su adicción a la cocaína.


La princesa del Pop Britney Spears consumió éxtasis, cocaína y crack, el nombre del basuco en Estados Unidos.


La cantante britanica Amy Winehouse fue encontrada muerta el 23 de julio de 2011 a los 27 años.


La actriz Lindsay Lohan nunca ha podido recuperar su éxito inicial desde que empezó a consumir drogas.


Zebra, uno de los raperos legendarios de Colombia, vive en las calles bogotanas por su adicción al basuco.


La adicción a estas drogas es “el mero infierno”, como reconoce un consumidor anónimo que sobrevive en estado de indigencia en una sucia pensión del barrio Santa fe, en Bogotá, quien es una de las voces del documental ‘Careloco’, que se puede ver en You Tube.

EL BASUCO, LA DROGA MÁS DESTRUCTIVA

De acuerdo con los testimonios de los adictos, la droga más destructiva para el ser humano es el basuco, incluso hay quienes afirman que basta con probar una vez el ‘susto’ para quedar esclavizado de por vida.

El basuco, una sustancia compuesta por cocaína, ladrillo molido y hasta detergente, es altamente adictivo. Causa alucinaciones, agresividad y delirio de persecución; al principio, genera una sensación de placer y luego, de angustia.

En las calles lo venden en papeletas, ‘bichas’, que cuestan de $1.000 para arriba. En la región Caribne al basuco también le llaman patriciado.

Físicamente genera una acelerada pérdida de peso, problemas en la piel, poca resistencia a las enfermedades, tos crónica, problemas intestinales, hepáticos y taquicardia.

A nivel psicológico y neuronal produce un intenso placer seguido de una tremenda angustia, lo que genera un afán desmedido por seguir fumando para recuperar la sensación inicial, este círculo vicioso lleva en poco tiempo a la persona a la total decadencia y degradación como ser humano.

El basuco va unido a la indigencia y la criminalidad porque con el paso del tiempo el consumidor hace lo que sea necesario para mantener su vicio, primero vende sus pertenencias, luego roba en su casa o a familiar y finalmente se lanza a vivir en las calles.

COCAÍNA Y PARO CARDIACO

Por su parte, los cocainómanos (adictos a la cocaína) pueden sufrir alteraciones en el ritmo cardiaco y ataques al corazón; los efectos neurológicos del abuso son: ataques cerebrovasculares, convulsiones, dolores de cabeza y hasta coma.

La perforación del tabique nasal es una de las consecuencias más frecuentes del consumo de cocaína (presente en el 5% de los cocainómanos). También pueden ocurrir perforaciones en el paladar.

Las muertes ocasionadas por la cocaína suelen ser el resultado de un paro cardiaco o de convulsiones seguidas por un paro respiratorio. A nivel neuronal produce una descarga de energía que se refleja en euforia, locuacidad y elevada confianza en sí mismo, es lo que se conoce como estar ‘embalado’, pero cuando pasa el efecto viene una fuerte depresión.

HEROÍNA, PELIGRO DE SOBREDOSIS

Los heroinómanos (adictos a la heroína) sufren de alteraciones de la nutrición, adelgazamiento y estreñimiento, alteraciones cardiovasculares y de la sangre.

Y a nivel psicológico: apatía (falta de interés), depresión, egocentrismo (estar centrado en sí mismo, necesidad de ser el centro de atención). Las muertes a la heroína están asociadas a las sobredosis que ocurren cuando el adicto consigue droga más pura de la que suele obtener y se la inyecta.

ÉXTASIS

Los efectos del consumo de éxtasis a corto plazo son: capacidad de juicio deteriorado, sentido falso del afecto, confusión, depresión, insomnio, ansiedad, severa paranoia, ansiedad por la droga, tensión muscular, desmayos y escalofríos o hinchazón, rechinido involuntario de los dientes, visión borrosa y náuseas.

A largo plazo se presentan: daños cerebrales de larga duración que afectan al pensamiento y la memoria, daño a porciones del cerebro que regulan las funciones críticas tales como el aprendizaje, el sueño y las emociones; degeneración de las ramificaciones cerebrales y terminaciones nerviosas, depresión, ansiedad, pérdida de memoria, insuficiencia renal, hemorragias, psicosis, colapso cardiovascular, convulsiones y muerte.

EL PEGANTE

El consumo de inhalantes como el bóxer, thinner y sacol, puede causar daño al corazón, los riñones, el cerebro, el hígado, la médula ósea y otros órganos.

La adicción puede llevar a la pérdida de músculo y a un tono muscular reducido, y los productos químicos venenosos dañan gradualmente los pulmones y el sistema inmunológico. Un consumidor de inhalantes se arriesga a sufrir el síndrome de muerte súbita por inhalar.