Historias

La cucuteña que manda la parada en el tenis colombiano

María Camila Osorio, de 17 años, es la mejor raqueta femenina de Colombia.

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La película en la vida de María Camila Osorio va a toda velocidad. Tiene 17 años y su día a día transcurre en las canchas de tenis todo el mundo, escalando peldaños y demostrando su garra santandereana con cada golpe de raqueta.

Pasó de ser una tenista destacada de Colombia a ser la más importante del país, gracias a los triunfos obtenidos en lo que va de la temporada. Aspira a seguir su ascenso en el escalafón de tenistas profesionales WTA y sueña con meterse dentro de las más importantes damas del deporte blanco en el planeta.

Como muchas historias en el deporte María Camila llegó en cierta medida por un ‘golpe’ de suerte. Cuando tenía 6 años vio que una niña se cayó patinando y le cogió pavor al patinaje. Enseguida se enfocó en el tenis, agarró una raqueta y nunca más la ha soltado y no planea hacerlo por un buen tiempo.

Pero esta cucuteña no es solo tenis, competencia, triunfos o derrotas. Por fuera de las canchas es una mujer que se la pasa molestando con sus compañeros, en todo momento se le ve sonriendo e incluso, hace uno que otro chiste, como lo intentó al final de esta entrevista con AL DÍA.

Está consolidada como la mejor raqueta del país, ¿qué torneos le vienen enseguida para seguir en alza en el ranking WTA?

Ya he jugado unos torneos profesionales, gracias a Dios he podido entrar a estas competiciones que era lo más difícil por el cambio de reglas que hicieron, pero bueno, tengo claro que estoy iniciando y sé que es un proceso muy largo y de mucha paciencia. Vamos paso a paso y cada vez tratando de mejorar en mi juego.

¿Cuáles son esas dificultades por las que atraviesa un deportista en su escala hacia la élite? Situación por la que usted está atravesando actualmente

Hay varias cosas, dejar a la familia y ese tipo de cosas, por tener que estar viajando y en competencias. Creo que en general todo lo demás está bien, disfruto mucho el estar en la cancha, el competir, entonces creo que lo único complicado es irme tanto tiempo lejos del lado de mi familia.

Yo creo que sí cambio mucho (risas), en la cancha claramente estoy compitiendo y estoy concentrada y a nadie le gusta perder y tomo todo muy en serio, me pongo brava y todo porque me gusta ganar, amo competir. Por fuera sí soy otra persona, la paso molestando con mis compañeros, riéndome, disfruto mucho fuera de la cancha, trato de molestar todo el tiempo (risas).

¿Cuáles son esos detalles que le faltan por fortalecer para seguir su ascenso en el ránking WTA?

Claro, creo que me faltan muchas cosas por mejorar, una de ellas es la parte mental, creo que me va ayudar mucho el jugar tantos partidos el seguir compitiendo. Cuando te hablo de la parte mental es que tengo que creérmelo, creer en mí, en que puedo hacerlo y estar ahí. También tengo otras cosas pero ya en la parte técnica, por ejemplo tengo que fortalecer el saque, mejorar mis golpes, todo en general, pero pues estoy iniciando y como te digo, es un proceso largo y de mucha paciencia.

¿Qué significa para alguien tan joven pasar tanto tiempo fuera de su casa y lejos de su familia?

Creo que es lo más duro como te decía ahorita, a mí me gustaría compartir todo el tiempo con mis padres, con mi familia, con mi hermano, con mi abuelo. Pero por cuestión de torneos y calendario no puedo compartir mucho con ellos, entonces sí me hacen mucha falta cuando no pueden estar conmigo, cuando no me acompañan, para mí mi familia lo es todo, después de Dios ellos son todo y obviamente es difícil.

Pero creo que todo esto vale la pena, el jugar, salirse de la casa, estoy detrás de un sueño y es lo que me motiva todos los días, además el apoyo de ellos también es fundamental.

En medio de tantos partidos y entrenamientos, ¿cuál es esa válvula de escape con la que se relaja en su poco tiempo libre, qué le gusta hacer cuando tiene un espacio de descanso?

Bueno, me gusta tocar el ukelele, me gusta mucho el Instagram, también Netflix, tal vez son de las cosas que más me gusta hacer. Puede ser también escuchar música cuando tengo tiempo libre.

¿Cómo fue esa historia que le cogió fobia al patinaje y se decidió por el tenis?

Yo empecé a jugar al tenis cuando tenía como 6 años, en ese tiempo cuando íbamos donde el profesor Édgar siempre pasábamos por un patinódromo que quedaba cerca de las canchas y yo todos los días le decía a mi papá con insistencia que quería patinar. Un día me llevó finalmente y preciso el día que me llevó había unas niñas patinando y una de ellas se cayó durísimo y se raspó toda la cara. Yo vi eso y apenas vi que la niña estaba toda golpeada le dije a mi papá, ¡vámonos vámonos!, porque a mí eso de rasparme no me gusta y ahí se cayó mi sueño de ser patinadora (risas).

Usted es muy joven y muchos clichés y frases de cajón dirían que le faltaron cosas por vivir de su adolescencia, ¿cómo toma usted esto?

Que me hayan faltado cosas por vivir en mi adolescencia no creo, porque yo en realidad creo que la he pasado súper bien, no me arrepiento de nada, todo esto ha sido lo máximo, ha sido la mejor experiencia, tengo chance de viajar por el mundo, conocer nuevos amigos, culturas diferentes, nuevas ciudades, nuevas comidas, ¡es increíble! A mí me encanta viajar, me dan miedo los aviones, pero me monto (risas). Entonces pues la verdad la he pasado muy bien, soy feliz en lo que hago y eso es lo más importante, hago lo que me gusta y todo ha sido una aventura y he pasado experiencias increíbles.

¿Cuáles son sus metas inmediatas, a qué le apunta próximamente?

Mi meta ahora es ganar un Slam en Junior y poder subir en el escalafón WTA. El otro año espero estar jugando los Slams con las profesionales.

De no haber sido tenista, ¿qué cree usted que estuviera haciendo en estos momentos?

En realidad no sé, estaría en mi casa estudiando (risas). No sé, estaría haciendo algo bien raro, como cantar, bailar (risas), no digo que lo haga bien pero sí me hubiera encantado hacer algunas de esas cosas.

¿En su opinión, le falta un poquito más de apoyo al tenis colombiano?

Yo gracias a Dios he contado con el apoyo de varias empresas que me han apoyado durante este tiempo y para mí ha sido una bendición tenerlos conmigo, gracias a Colsanitas, Talentos Postobón, Comfanorte y Comité Olímpico Colombiano. Gracias a ellos te podría decir que para mí ha sido todo más fácil porque pues he estado tranquila y enfocada solo en jugar y gracias a Dios y a ellos es que he logrado todo. Creo que sí le falta un poco de apoyo al tenis colombiano, muchos niños que iniciaron conmigo y que por falta de apoyo no pudieron surgir porque no tenían los recursos para hacerlo y es un tema bastante complicado porque el tenis es un deporte caro y hay muchos niños que tienen una ilusión y una meta y no pueden, tienen que dejarla y eso es muy duro porque no pueden ir más allá por falta de dinero. Entonces me gustaría hacer un llamado para todas esas empresas o a cualquier persona que quiera o que pueda y que apoye al tenis colombiano y hay mucho futuro, hay muchos niños que tienen un sueño como yo y les pueden ayudar, cualquier granito de arena suma y eso es muy bueno para los deportistas.

  • Un libro: El poder de la mente subconsciente (Joseph Murphy)
  • Comida favorita: baby beef con papitas (tengo muchas pero es el que más me gusta).
  • Top 3 de canciones: Otro trago (Sech), Aleluya, Loco contigo.
  • Mejor amigo: Carlos Peña.
  • Ídolo en el tenis: Roger Federer.
  • Ídolo en la vida: mi mamá.
  • Un valor: soy humilde.
  • Un defecto: a veces me pongo brava por bobadas.
  • ¿Tiene novio?: ¡no tengo, huy qué miedo! (risas).
  • País más bonito que haya conocido: son muchos, me gusta Asia, me gustaría vivir allá cuando me retire.
  • Cuente un chiste: Había una vez un niño tan feo tan feo pero tan feo que cuando nació la mamá le preguntó al médico: médico, ¿qué es, mujer u hombre? El médico respondió: si no llora en cinco minutos, ¡es un murciélago! Así le pasó a mi hermano (risas).
Aquí se habló de