Historias

La historia del hombre que asesinó a sus hijas y está a punto de salir libre

A pesar de ser condenado a 45 años de prisión por el asesinato de sus hijas de 10 y 15 años, un juez acaba de brindarle el beneficio de casa por cárcel. Su ahora ex esposa, Luz Stella Forero ruega a las autoridades por protección.

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El lamentable hecho que acabó con la vida de las menores Sofía y Natalia, y tuvo al borde de la muerte a Luz Stella luego de recibir 26 puñaladas por parte de Ricardo Enrique González Tovar, sucedió a mediados del año 2011 en el municipio de Puerto Salgar, Cundinamarca, como represalia por parte del hombre luego que su esposa solicitara el divorcio, así lo recogió El Tiempo.

Era un matrimonio condicionado a las continuas infidelidades y actos de violencia de Ricardo González, esto llevó a que su esposa lo denunciara en tres ocasiones ante las autoridades pertinentes por abuso y maltrato físico. Sin embargo, la única sobreviviente de este hecho afirma que no se hizo nada, dejándola a merced de la ira y los ataques de quien fuera su pareja por más de 15 años.

Ricardo Enrique González Tovar asesinó a sus dos hijas e hirió a su esposa

Ricardo Tovar González, acusado de asesinato | El Tiempo

La justicia para Luz Stella se demoró exactamente 3 años y 11 meses en llegar, cuando en una primera instancia, el Juzgado Penal del Circuito de La Dorada, Caldas, dictó una sentencia de 45 años en contra de Ricardo González Tovar que debía hacerse efectiva en la cárcel Modelo.

Sin embargo, luego de la apelación de la defensa de González Tovar y la posterior sentencia proferida este año por la Corte Constitucional, que estipula que se le debe conceder la libertad al hombre mientras sigue el proceso por los delitos de homicidio agravado, luego de sólo haber cumplido 6 años de su pena, podría conseguir la libertad.

“¿Cómo es posible que a un señor que mató a sus hijas, e intentó asesinarme, le den su libertad y a mí no me protejan?” , es la pregunta que se formula Luz Stella Forero, al denunciar que no cuenta con ningún tipo de protección por parte de las autoridades, y, aunque cambió su residencia para proteger su vida, aún manifiesta vivir con el pánico porque su ex pareja llegue a terminar lo que empezó.