Historias

La verdadera historia de los grafitis de las FARC en Media Luna, Cesar

Nuestros corresponsales fueron hasta el corregimiento de Media Luna y averiguaron de primera mano lo que pasa.

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Eran las 6 de la mañana del pasado domingo cuando Francia Elena Quintero, de 41 años, notó un letrero extraño en una de las paredes del cementerio central Remedios Vega del corregimiento de Media Luna, jurisdicción de San Diego. En letras rojas, había un mensaje alusivo a la paz y atribuido a la guerrilla de las Farc.


Foto | Nestor De Ávila

Fueron siete casas, tres lotes baldíos, la pared del cementerio y una carretera del corregimiento, que, en total,amanecieron pintados con el mismo mensaje: ‘La paz es amor. Farc-Ep’. Entre domingo y lunes festivo, los letreros fueron borrados, según la comunidad, por la Policía. En la tarde de ayer, 11 de los letreros ya no estaban y solo falta el de la calle pavimentada.

“A mí me da miedo lo que está pasando porque no se sabe si será lo del proceso de paz o se trate de otra cosa”, expresó con escepticismo Francia Elena Quintero al hacer alusión a los mensajes.

Pero el temor no hace parte de la preocupación de las mayorías, pues aseguran que“esos tiempos de guerra”ya se acabaron. Lo que creen, fue que se trató de algún “sinvergüenza que aprovechó que las casas estaban solas para hacer la fechoría”.


Foto | Nestor De Ávila

Posición que coincide con la versión de los policías del corregimiento, quienes manifiestan que se trató de “alguna persona del pueblo que lo hizo para llamar la atención”. El jefe de la subestación de Policía de Media Luna, sargento Wilmar Guerrero,sostuvo que desde el mismo domingo se decidió borrar los mensajes. El oficial añadió que se están haciendo las investigaciones para determinar quién o quiénes están involucrados en el acto vandálico, pero que en realidad no es un tema al que le han dado mayor trascendencia pues la situación de orden público está tranquila.


Foto | Nestor De Ávila

Sin embargo, hay una época que los pobladores no olvidan y que dejó marcas en sus vidas: el conflicto guerrillero y posteriormente, paramilitar. Violencia que tuvo su primer episodio dramático a finales de los 80’s cuando en una incursión guerrillera fueron asesinadas siete personas. A comienzos del 2000, la historia se repitió, ésta vez a manos de grupos paramilitares que masacraron a unos pobladores al acusarlos de tener vínculos con la guerrilla.

Hace dos años, en el 2014, lanzaron una granada al lado de la subestación policial, que por fortuna solo dejó daños materiales y que, en su momento, las autoridades locales atribuyeron al frente 41 de las Farc. Ese es el último evento violento que recuerdan en el corregimiento.

La vida en Media Luna

Media Luna es hoy un lugar tranquilo y el bullicio no compagina en sus calles. De vez en cuando, el sonido de los pájaros y de los gallos, rompen el silencio que lo caracteriza. Los cultivos de café, cacao, aguacate, maracuyá, yuca, lulo, maíz y la ganadería fueron la fuente económica que por tradición sostuvo a las familias durante décadas. En los últimos años, el mototaxismo es una actividad a la que se dedican los jóvenes, como una salida ante la falta de empleo y por la crisis del agro.

El deseo de sus habitantes

Por estos días, la presencia del Ejército en las carreteras es constante.Algunos de los moradores no creen que los grupos al margen de la ley vuelvan a tomar el control de la zona, pero sí añaden que se sienten mucho más tranquilos con los controles de seguridad que se adelantan desde corrió el rumor de la presencia guerrillera.

Los habitantes enfatizan que son conscientes que fue el mismo abandono estatal que facilitó la llegada de grupos armados al margen de la ley y que causó que por muchos años estuvieran relegados bajo el estigma de ‘zona roja’.Por eso, el deseo de esta población es que dejen de ser señalados como simpatizantes de los grupos guerrilleros.

“Lo importante es el futuro. Ahora se empieza a ver la inversión social y la sociedad está más organizada. Hoy Media Luna tiene un anhelo muy especial: ser municipio”, añadió Jaletson Ayala, docente de filosofía y sociales de la Institución Educativa Rafael Uribe Uribe.

Sus moradores insisten que las Farc no son los únicos que dejan mensajes. En el parque, situado a unos metros de la calle principal, en una pared escrito en letras azules y blancas está el mensaje que esperan los nativos sea de atención para la opinión pública: “Media Luna: tierra de paz, afecto, amor, esperanza y reconciliación”.


Foto | Nestor De Ávila

El camino es diferente

El pueblo fue fundado hace 71 años, en su mayoría, colonizado por nativos norte santandereanos,quienes salieron de su tierra huyendo de la violencia bipartidista y en búsqueda de progreso. Con este mismo sueño salió hace 45 años desde Ocaña (Norte de Santander), Eustasio Baca Cañizares, quién llegó junto a su esposa y su pequeño hijo.

Sobre la situación actual, no es muy optimista al proceso de paz, pero espera tener la dicha de vivir ese momento. Agrega: “Dios quiera que pase lo del Proceso de Paz. Ya uno ha sufrido mucho y estamos esperando es el último golpe”, afirmó el hombre de 72 años al referirse al acuerdo final del conflicto.

El camino pedregoso y polvoriento para llegar a Media Luna desde hace dos años pasó a la historia, eso mismo quieren que pase con el recuerdo de la guerra. En la actualidad son 13 kilómetros desde el municipio de San Diego para llegar al corregimiento. De ese tramo, 1,6 kilómetros está construido en placa huella y que llegan hasta el caserío de El Rincón. Sin embargo, según los lugareños, “la plata no alcanzó”y cerca de 780 metros quedaron sin pavimentar. Pero el optimismo a un mañana diferente se mantiene.

Crédito fotografía: Nestor De Ávila

Redacción: Leidy María Ramos

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