¿Qué Pasa?

2019: radiografía del homicidio en Barranquilla

En este año los homicidios en el Área Metropolitana se redujeron en un 8 % en comparación con 2018, con 416 casos registrados por la Policía.

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Cuando se enciende el radio de la patrulla, en medio de la estática y los cambios de frecuencia, los agentes de la Policía se mantienen alerta a los códigos o claves que llaman a la acción. Se trata de números cifrados que al combinarse dan cuenta de lo que ocurre a lo largo y ancho de la ciudad.

Entre dichas claves, hay una que se destaca no solo por su capacidad de hacer movilizar a las patrullas, sino porque alarma a la prensa que va en busca de la noticia: 901, homicidio.

Sin ser para menos, las muertes violentas en la ciudad y los municipios que la circundan han generado en las autoridades un interés particular por reducir las veces en las que se haga necesario repetir ‘el nueve-cero-uno’ a través del radio policial, para alertar por un caso.

Como resultado de ello, según el coronel Yecid Peña Araque, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla, los esfuerzos conjuntos de la institución armada con la Fiscalía General de la Nación y las alcaldías municipales y distrital han dado como resultado la disminución de un 8 % de los homicidios en 2019, en comparación con la vigencia inmediatamente anterior.

Los indicadores de homicidio en Barranquilla siguen con una tendencia que sigue hacia la baja desde hace cuatro años, gracias al comportamiento de los ciudadanos y, lógicamente, al trabajo articulado entre las autoridades que no descansan a la hora de reunirse para hacer la planeación de todo lo que materializamos en el día a día”, explicó el coronel Peña a

AL DÍA.

Cifras

La reducción de la que habló el coronel Peña se hace evidente en las cifras de casos que registró la Policía Nacional en su base de datos entre enero y noviembre de este año, que da cuenta de un total de 416 homicidios en el Área Metropolitana de Barranquilla, de los cuales 250 ocurrieron en la capital; estos son 41 casos menos que los 291 registrados en Barranquilla en el mismo periodo de 2018.

Esta cantidad de homicidios ubica a Barranquilla en el tercer lugar entre las principales ciudades del país, según la tasa por cada 100.000 habitantes.

El primer lugar lo ocupa Cali (Valle) con una tasa de 41 homicidios por cada 100.000 habitantes; le sigue Medellín, con 21,2; Barranquilla, con una tasa de 20,2; Bucaramanga, 20,0; Cartagena, con 16,5; y finalmente Bogotá, con una tasa de 10,9 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Por su parte, el municipio de Soledad cerró al mes de noviembre con una tasa de 17,8 homicidios por cada 100.000 habitantes, correspondientes a un total de 122 casos registrados por la Policía, 13 menos que en el mismo periodo de 2018.

Este año, en los demás municipios del área metropolitana se registraron 44 homicidios, divididos así: 19 en Malambo, 15 en Puerto Colombia y 10 en Galapa.

El “escenario ideal”

Tomando las características que con mayor frecuencia se presentan en los 250 homicidios registrados por la Policía este año en Barranquilla, es posible identificar un “escenario ideal” en el que se comete este delito, tipificado en el artículo 103 del Código Penal colombiano.

Las víctimas más comunes, según las cifras, son hombres (218) de nacionalidad colombiana (231), de entre 23 y 33 años de edad (172), solteros (154), bachilleres (194) y trabajadores independientes (107) o desempleados (68) que al momento de ser asesinados se movilizan a pie por vías públicas (195).

Los “objetivos” son agredidos con frecuencia por otros hombres que los abordan a pie (141) o como parrilleros de motocicleta (93) y los atacan, en su gran mayoría, con armas de fuego (185).

Asimismo, los datos de la Policía Nacional dejan ver que la hora en la que la mayoría de homicidios de 2019 en Barranquilla se registraron fueron los días sábados y domingos, entre las 6:00 de la tarde y las 12:00 de la medianoche.

De acuerdo con el coronel Peña, la mayoría de homicidios en Barranquilla son resultado del sicariato y de riñas por la fatal combinación de intolerancia e ingesta excesiva de bebidas alcohólicas.

“El desempleo ha impactado fuertemente en la delincuencia en Barranquilla. El nivel de desocupación y la necesidad de adquirir recursos, sumado al deseo de conseguir dinero fácil, hace que haya crimen”, explicó el coronel, asegurando que esto no significa que se va a dejar de trabajar, sino que, por el contrario, se busca seguir reforzando la seguridad en la ciudad para en 2020 reducir aún más la tasa de homicidios.

“Nosotros trabajamos desde dos alas: la prevención, que consiste en llegar a los barrios con la Alcaldía para identificar problemas sociales y promover la ocupación del tiempo de los niños para sacarlos de un entorno social complicado. Por otro lado, la Policía se dedica a identificar las líneas de las bandas estructuradas dedicadas al gota a gota, extorsión y tráfico local de estupefacientes, de donde se derivan al menos el 50% de los homicidios en la ciudad”, afirmó Peña.

Lo positivo

La reducción del 8 % de los homicidios en Barranquilla da cuenta de un panorama alentador para los próximos años, con la mejora en la percepción de seguridad por parte de la comunidad, según lo analizado por Gabriel Orozco Restrepo, PhD internacionalista y director del doctorado Sociedad y Cultura Caribe de la Universidad Simón Bolívar.

De acuerdo con el profesor Orozco, esto se debe a varios factores, entre ellos el desarrollo en infraestructura de la ciudad.

La cada vez mayor presencia de instituciones como el ICBF o Fiscalía ha permitido que haya una gestión adecuada del sistema de seguridad en cuanto a prevención y judicialización en Barranquilla y el Atlántico”, determinó Orozco, asegurando que también han influido la mayor tasa de empleabilidad, producto del desarrollo económico, y la recuperación de espacios públicos en la ciudad.

“Con la firma del acuerdo de paz se ha evidenciado que el Atlántico no ha sido una zona de tensión entre grupos disidentes o algún tipo de consecuencia de inseguridad derivada de las zonas de transición de los grupos armados, lo cual ha incidido positivamente en los indicadores que muestran un balance de mejoría con respecto a años anteriores”, destacó en diálogo con EL HERALDO.

A ponerle la lupa

Por otro lado, para el profesor Orozco, los resultados positivos no deben hacer que las autoridades se “duerman”, sino que le pongan la lupa a cifras “preocupantes”, como el creciente número de mujeres asesinadas (17 casos en 2018 y 32 en 2019).

“La política de mujer por parte de las alcaldías tiene que ser de mayor prevención y colaboración con las entidades judiciales; y por supuesto de establecimiento de controles para evitar cualquier acto de feminicidio”, aseguró.

Concluyó expresando que para el 2020 el reto, además de seguir reduciendo la tasa de homicidios en la conurbación, es “seguir aumentando el clima positivo de seguridad en la percepción de los ciudadanos”.

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