¿Qué Pasa?

Así fue como asesinaron a pareja ambientalista en Guachaca

AL DÍA conoció en exclusiva el testimonio que Giovanni Ortiz Calderón le entregó a la Fiscalía por el doble crimen de los esposos ambientalistas en Guachaca.

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Hacia las 10:00 de la mañana del lunes 16 de diciembre de 2019, Giovanni Abelardo Ortiz Calderón se encontró con Jaider Lozano Jaramillo, alias El Negro, quien lo invitó para que se reunieran en el sector del Manglar, en la vereda Buritaca, para planear una ‘vuelta’.

Al llegar a la zona, donde normalmente fumaban marihuana, arribaron Luis Rodríguez Tovar, ‘Luchito’; y Andrés Felipe García Socarrás, llamado ‘Pipe Bareta’. La idea del grupo era robar un vehículo en la Troncal del Caribe y venderlo por unos 5 millones de pesos en La Guajira, así todos tendrían dinero suficiente para disfrutar tranquilos la fiesta de Navidad.

Así se lo dio a conocer Giovanni Ortiz en la indagatoria que rindió ante la Fiscalía General de la Nación y que fue leída en la audiencia de imputación de cargos en contra de ‘Luchito’, ‘Pipe Bareta’ y El Negro’, cuyos registros obtuvo

AL DÍA

en exclusiva.

El fiscal Séptimo de Cavif, Manuel Lizarazo, detalló ante el juez Quinto Penal Municipal con funciones de control de garantías, Joaquín González, los pormenores del plan que terminó con la vida de los ambientalistas Rodrigo Monsalve y Nathalia Jiménez en la tarde del pasado 20 de diciembre.

“La idea era robar un carro y venderlo en La Guajira. Allá nos dan 5 millones de pesos, El Negro tenía un contacto. Lucho quien cargaba el arma, un revólver, dijo que lo realizáramos el 20 de diciembre, y Pipe nos dijo ah bueno valecita, nos vemos el viernes”, comentó el fiscal en la diligencia.

Cuatro balas

De acuerdo con el relato, entre las 2 y 3 de la tarde del viernes en mención volvieron a reunirse en el Manglar Giovanni, ‘El Negro’, ‘Luchito’ y ‘Pipe Bareta’.

“Pipe sacó un revólver y me lo dio a mí, yo se lo doy al Negro y nos dice que ¡ojo! solo hay cuatro pastillas”, refiriéndose a las municiones que tenían.

Saliendo de la zona, según el testimonio, ‘El Negro’ le dijo a Giovanni que irían primero a Buritaca a buscar al ‘Veneco’, quien los acompañaría en el atraco.

Tras no encontrarlo, se dirigieron al sector del mirador, un paraje solitario frecuentado por turistas para hacerse fotografías con el imponente mar Caribe o apreciando el atardecer.

Nos bajamos de la moto y nos metimos en el lado derecho del monte. El Negro llamó al Veneco y le dijo que lo iban a recoger, luego llamó a un mototaxista para que lo llevara al mirador”, comentó el fiscal.

Estando los tres en el sitio detallaron el plan. Asaltar un vehículo con pocas personas porque así sería “más fácil de hacer la vuelta”. Primero llegó un carro con cuatro ocupantes, por lo que prefirieron seguir escondidos esperando una presa mejor.

Al filo de las 5:00 p.m. llegó la camioneta Ford, de placas DAI-160, donde se movilizaban Rodrigo y Nathalia.

La pareja estaba tomándose fotos con la espalda hacia la carretera y mirando el mar. Yo saco el revólver y les digo quietos. El muchacho intenta correr, pero El Negro lo agarró por el cuello y lo subió al carro”, reveló Giovanni, según la Fiscalía.

El Veneco y yo agarramos a la muchacha y la montamos. Cogimos de vuelta hacia Buritaca, mientras El Negro conducía, el Veneco sacó una cabuya amarilla y les amarró las manos a las víctimas”, confesó.

Después de unos 15 o 20 minutos, los asaltantes cogieron una trocha en el sector de Perico Aguao y después de avanzar unos 250 metros bajaron a los ambientalistas del vehículo.

El Negro dice la cuestión es matarlos y El Veneco comenta que hay que hacerlo porque nos vieron el rostro”.

El fiscal Lizarazo narró que “Giovanni cogió el arma, se acercó al muchacho y le disparó en la cabeza”.

En ese momento, la muchacha pega un grito y no recuerdo qué dijo, me fui a donde estaba el Veneco y El Negro, en ese momento el Veneco dice, venga voy yo. Me fui donde estaba parqueado el carro, al instante escucho un tiro y vienen corriendo El Negro y El Veneco. Observo que el revólver viene en la mano del veneco. Luego se montan al carro e inician el recorrido vía hacia Riohacha”, se reveló en la audiencia.

Ya en la Troncal del Caribe frenan para entregarles las pertenencias de las víctimas a Andrés Felipe García Socarrás y Luis Rodríguez Tovar.

Nos metimos a una trocha como 300 metros, todo esto estaba planeado por El Negro, quien sabía por dónde meterse. El Veneco les entregó las cosas a Lucho y Pipe, un portátil, tres bolsas, ropa, luego se quedaron a orillas de la trocha y nosotros nos vamos rumbo a La Guajira”, dice el testimonio de Giovanni Abelardo Ortiz.

El fiscal séptimo explicó que durante las diligencias de allanamiento a la vivienda de García y Rodríguez encontraron una cámara fotográfica de color rosado, cuya caja estaba en la escena donde yacían los cadáveres de los ambientalistas.

La delegada de la Procuraduría contó que Jaider Lozano Jaramillo gozaba del beneficio de casa por cárcel y que recibieron en efectivo la suma de $1’600.000 como avance de la venta del vehículo en el municipio de Maicao (La Guajira).

También indicó que los testimonios de Giovanni Ortiz y Jaider Lozano son congruentes, pero varían en el que cada uno de los indiciados señala al otro como el jefe del grupo.

Esa distribución de dinero –según el testimonio de Lozano– fue 400 mil pesos para Jaider, para el Veneco 300 mil, para Giovani 300 mil y para Pipe, de quien dice que no tiene nada que ver, 300 mil pesos, por suministrar el arma”, dijo la funcionaria.

Con el pasar de los días y al ver que no tenía todo el dinero, Giovanni Ortiz regresó a Buritaca a buscar el resto del dinero, pero su presencia desencadenó que una turba intentara lincharlo, por lo que decidió entregarse al Ejército y confesar su participación en el crimen de los ambientalistas.

El abogado de Luis Rodríguez y Andrés Felipe García aseguró que Giovanni Ortiz se desliga de su responsabilidad de los hechos, en el relato que les entregó a las autoridades.

Esta persona miente, de manera dolosa ha querido desligarse de los hechos. Autor intelectual, yo no soy el autor (indica a El Negro), las cosas que me llevé se las di a otras personas (Pipe y Luchito) y que el revólver era de otra persona en la sala”, argumentó el abogado de los indiciados.

Después de dos días de audiencias a puertas cerradas, el juez acogió la solicitud de la Fiscalía y envió a la cárcel Rodrigo de Bastidas de Santa Marta a los indiciados por el homicidio de los esposos ambientalistas, quienes no aceptaron los cargos de homicidio agravado, secuestro simple, porte ilegal de armas de fuego y hurto agravado.

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