¿Qué Pasa?

Así fue la conmovedora despedida para Hermes: el joven que murió ahogado en el río Magdalena

La identificación legal se produjo este lunes con base en la carta dental del menor.

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Cachete, Chinito, Zumo o Papa. Es­ta era la galería de apodos con que amigos y compañeros de escuela de Hermes Javier Manjarrés Páez, utilizaba cariñosamente para refe­rirse a él en los múltiples ratos de pilatu­nas y diversiones que compartieron jun­tos en la corta vida del chico.

“Tenía muchos apodos porque era po­pular, todo el mundo lo quería”, aseguró una joven que cursaba con él undécimo grado de la Institución Educativa Distri­tal Calixto Álvarez; y quien a las 9 de la mañana de este martes hacía parte de los jóvenes que le daba el último adiós en el cementerio Universal.

Hermes, de 16 años, murió ahogado el pasado miércoles en el río Magdalena, sector Pensilvania. A las 11 de la mañana del sábado buzos de la Armada Nacional hallaron el cuerpo en Puerto Velero, 12 millas náuticas mar adentro.

La identificación legal se produjo este lu­nes con base en la carta dental del menor, estudiada por un perito que vino desde Bogotá.

Manjarrés residía en el barrio La Chinita, de donde salió a las 3 de la tarde del 31 de mayo hacia Pensilvania. Aunque no sabía nadar llegó a la orilla del río donde tuvo el infortunio de resbalar y caer al agua. “No lo vimos más”, recordó uno de los amigos que lo acompañaba.

Ana Leonor Mejía Delgado, rectora del Calixto Álvarez, manifestó que el fatídico miércoles es el día más triste en 25 años a cargo de la institución.

Mejía aseguró que en memoria de su alumno le otorgarán una ceremonia de graduación póstuma. “Es­tuvo con nosotros desde primero de pri­maria, es lo menos que merece un estu­diantes de sus cualidades y valores, era un chico ejemplar”, precisó la rectora.

Manjarrés estudiaba de manera alter­na Gestión Administrativa en el Sena. Soñaba con llevar a su familia a Dubai.

“Con Hermes nunca tuvimos días tris­tes. Era bromista por excelencia y siem­pre nos levantaba el ánimo”, recordó Yi­reth Arteaga, quien fue su compañera de aula desde transición.