¿Qué Pasa?

Choca con ‘mula’ y se prende en llamas

La víctima se desplazaba en una moto.

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Un joven de 25 años que había estado departiendo con amigos en una finca cercana al paraje Casa Japón, a poca distancia de la entrada a Dibulla desde la carretera Troncal del Caribe, perdió la vida al chocar la moto que conducía contra una tractomula que circulaba en sentido contrario.

Se trata de Álvaro Javier Barros Valero, un joven trabajador, padre de tres pequeños e hijo de una pareja que hace muchos años migró desde Fundación a La Guajira buscando un mejor horizonte para los hijos que se disponían tener.

Sobre el joven fallecido se indicó que siempre fue un buen trabajador, estaba en procura de tener una fuente de ingreso laboral y recientemente el panorama le había mejorado, pues consiguió capacitarse en seguridad y con estas potencialidades pudo ingresar a Puerto Brisa, con una contratista y allí tenía un cargo y una remuneración aceptables.

Las autoridades dijeron que el joven había salido de su reunión social y se dirigía al barrio Las Casitas de Dibulla, donde estaba residenciado con su mujer e hijos.

Se comenta que se desplazaba en la motocicleta de placa ZSF-13E, marca Bajaj, línea 100 y color negro, la cual al invadir el carril contrario habría chocado de frente contra la tractomula Kenwort, color azul, de placas SNH-570, que estaba conducida por Noel Gómez Gómez, de 62 años y nacido en San Vicente de Chucurí (Santander).

Un extraño caso

Los testigos están seguros que tras el impacto, el joven Álvaro Javier murió en el acto, pero no hay una explicación bien clara del por qué estando legos de la moto, su cuerpo empezó a arder en llamas como si hubiera estado rociado de gasolina.

Testigos señalan que al chocar con la defensa del pesado camión se pudo generar una chispa que con la gasolina que se saltó pudo generar el incendio de su cuerpo.

La forma como estaba ardiendo el cuerpo del joven hizo necesario que varios conductores se bajaran con los extintores para poder sofocar las llamas que amenazaban con reducirlo a cenizas.

La inspección judicial al cadáver fue hecha por funcionarios expertos en criminalística del CTI de la Fiscalía, quienes lo condujeron a la morgue de Medicina Legal en Riohacha para practicarle la necropsia correspondiente.