¿Qué Pasa?

Dinero e infidelidad: hipótesis tras el asesinato de Darley

Familia de la mujer señala que su expareja la amenzó de muerte, pero el hombre niega el hecho.

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A los cuatro vientos y sin importar la presencia de varias personas en la terraza de la casa, la expareja de Darley María Guzmán Pérez, de 26 años, la habría amenazado de muerte en medio de una pelea por una plata que este le exigía a la mujer producto de un negocio que tenían en común.

Esto, según el relato triste y angustiado que entregó a AL DÍA Josefa Pérez, madre de la mujer número 34 que ha sido asesinada en Barranquilla, en lo corrido de este 2019, según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal.

Sus ojos de un color azul intenso se veían opacados por las lágrimas que sin mucho esfuerzo caían. El dolor por la muerte de un hijo era algo que asegura Josefa nunca había experimentado. "Esto es muy grande, muy duro, muy triste, mi hija era buena, no merecía morir así”, dijo mientras secaba sus mejillas.

Josefa señaló, sin titubear, que el responsable de esta muerte sería la expareja de su hija, con quien tuvo cerca de diez años de relación, una relación en la que asegura, predominaron los celos por parte del hombre.

“Ellos terminaban y volvían, en esas se la pasaban, pero nunca vivieron juntos. Ahora último se la pasaban peleando, de discusión en discusión, y hace como 15 días, él vino aquí y estaban peleando por una plata de un negocio que él le montó a ella, y desde la terraza le gritó que era una ratera, hablaba sobre unas llaves y por último dijo ‘aquí va a haber un muerto y esa va a ser ella’, aquí estábamos todos”, según relató Josefa Pérez.

El negocio en cuestión es una heladería de razón social Dulce María, situada en la calle 37 con la carrera 2A, en el barrio Galán, que desde hacía cuatro meses habían decidido emprender juntos. “Él le montó el negocio y ella lo atendía junto con la hermana y una sobrina; vendían en promedio 400 o 500 mil pesos diario, el día que les iba mal vendían 300 mil pesos, entonces él le reclamaba para que le pagara la inversión que había hecho”, continuó la madre.

Llamaron a su hija

A Darley María le faltaba una cuadra para llegar a su vivienda, situada en la carrera 5B con calle 40, en el barrio La Magdalena. Iba caminando en compañía de su hija de 14 años, venían del colegio de la adolescente donde habían recogido el boletín de calificaciones y la mujer iba regañando a la menor porque esta había perdido el año escolar.

“Ellas ya estaban cerca, venían por toda la acera, cuando dos hombres en moto pasaron. Uno de ellos dijo: ‘María José’ que así se llama la niña. Ella volteó y ahí mismo volteó mi hija y enseguida le dispararon”, contó.

La madre de la víctima dice que los sicarios querían tener la certeza de cumplir bien su “trabajo” y por eso llamaron a la menor, para tener seguridad de a quién tenían que dispararle.

Una agresión

Josefa Pérez reveló que hace un par de meses su hija Darley María había decidido poner punto final a su relación con su entonces pareja, a raíz de una agresión física por la cual, asegura, lo denunció ante la Fiscalía.

“Ese día él la vino a buscar en el carro y que para comprar frutas y se fueron desde la mañana y regresaron ya por la tarde, y vamos a ver qué era que la tenía internada en una clínica porque ella de los golpes se desmayó. Cuando ella llega, viene toda maltratada y llorando, yo le pregunté qué le había pasado y ella me dice: ‘que él te diga la verdad, mami’. La hermana también le preguntó y fue cuando nos dijo que él la había intentado matar ahorcándola con el cinturón del carro, que la golpeó en las piernas y los brazos. Mi hija era delgada y él es todo gordo, ella no podía defenderse de ese ataque. Desde entonces ella le dijo que no volviera a pisar su casa, que no quería más nada con él”, contó.

Desde ese momento el hombre no había vuelto a aparecer, hasta el domingo pasado cuando se dio la amenaza, según contó la madre de Darley.

Guzmán Pérez estaba decidida a acabar con aquel martirio y por eso mandó a cambiar la cerradura de la puerta principal de la casa para que el hombre no ingresara más, dado a que él tenía llaves.

“En casa la apoyamos y yo le dije que era mejor que no pisara más la casa. Esa fue la única vez que la agredió, él era muy celoso, pero pese a eso, acá se le atendía, se le trataba bien, se portaba bien con la hija de Darle, lo único malo era que la celaba demasiado”, contó Josefa.

Unos días después de la agresión, Darley habría ido a instaurar una denuncia por violencia intrafamiliar ante la Fiscalía General.

Cachos y dinero

En la tarde de este miércoles llegó a las instalaciones de AL DÍA un hombre que se identificó como la expareja de Darley María Guzmán Pérez.

El hombre y su abogado, quienes pidieron reserva de su identidad dado que asegura haber recibido amenazas, entregó su versión sobre la relación que sostuvo con la víctima y negó estar involucrado en su crimen.

“Nosotros nos separamos desde hace dos meses por temas de infidelidad. Yo le descubrí unas conversaciones de alto calibre en su celular, con fotografías y demás, razón por la que le reclamé, en buenos términos, la confronté para que me dijera la verdad, ese día íbamos en la camioneta, y ella se solló, se puso como loca y se me tiró encima a arañarme la cara, yo lo que hice fue que lancé la mano y la golpeé en el pecho, que es la supuesta agresión de la que habla la mamá de ella”, contó el hombre.

En su relato, la expareja de Darley dice que ella empezó a sentirse mal, a raíz de la rabieta que cogió y por eso la llevó a un centro médico donde la atendieron, le tomaron sus signos y posteriormente la condujo a su vivienda.

“Desde ese momento ella me bloqueó de todo, yo no volví a hablar con ella, hasta el día 4 de noviembre que confieso sí, fui a su casa, a reclamarle lo que hacía con su hija, porque el día anterior me encontré a la niña en la calle, eran como la 10 de la noche y me dijo que su mamá se había ido de rumba y que la había dejado sin desayunar, almorzar ni cenar. Yo le regalé 20 mil pesos y le dije que se fuera para su casa”, contó.

“Ella solo se aquietaba cuando estaba conmigo, después se descarrilaba. En tres oportunidades nos separamos y siempre fue por ‘cacho’. Ahora último, a los cuatro días de dejarnos, y de eso me enteré hoy (ayer), ya andaba con un tal Jhonny. Ese hombre creo que es casado y por medio de él, ella había hecho un préstamo de dinero”, aseguró.

Al ser cuestionado por el crimen y su vinculación al mismo, sus ojos se aguaron y soltó un par de lágrimas mientras decía que la amaba y que su corazón “no llega hasta esos extremos”, refriéndose a que ni la mató ni contrató sicarios para que lo hicieran.

“Yo la amaba, por eso aunque terminábamos, cuando ella me buscaba yo siempre volvía y le rogaba que cambiara, que se aquietara, por eso le puse la heladería, era un sueño de ella y yo se lo quise cumplir, para que se mantuviera ocupada y se dedicara a manejarla y así tenía dinero para sus cosas, aunque eso no es como dice la señora Josefa, eso cuando mucho llega a vender 300 mil un sábado, y en el mes se obtienen poco más de 3 millones y los gastos suman como 5, yo no peleo bienes materiales. Nos metimos en el negocio de una casa, porque quería que ella y su hija tuvieran un techo, pero al terminar la relación decidí deshacer ese negocio, ya había dado 48 millones de pesos en cuotas y yo le mandé cinco millones para que ella me firmara unos papeles para poder acabar con eso y que nos devolvieran el restante, esa plata está próxima a llegar”, señaló.

El hombre dice que hasta el momento no ha sido requerido por las autoridades por este crimen, pero que cuando llegue el momento, está dispuesto a acudir para demostrar que no tuvo nada que ver con este asesinato.