¿Qué Pasa?

“Ese tipo era un mantenido, mi hija le daba todo y la mató”

Mamá de la médica que fue asesinada por el esposo pide máxima condena para el homicida.

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Justicia es lo único que pide Bárbara Yépez, mamá de Sandra Milena Quintero Yépez, la médica de 35 años, asesinada el 21 de enero de 2018 por su esposo, Iván Alberto Barrios De la Hoz, estudiante de derecho. En pocas semanas se sabrá la condena que debe purgar Barrios De la Hoz, quien reconoció haber matado a Sandra, crimen que las autoridades catalogaron como un feminicidio.

¿Cuándo se sabe cuánto tiempo le van a dar al asesino de su hija?


El 19 de septiembre sabremos cuál es la condena, nosotros pedimos más de 45 años, unos 50 años de cárcel, porque eso es lo que se merece.

¿Qué piensa del hombre que asesinó a su hija?


Nunca pensé que pudiera hacer algo así, él varias veces la amenazó, pero yo no le paraba bolas a eso porque pensaba que en pelea de marido y mujer nadie se debe meter. Recuerdo que 20 días antes de asesinarla la había amenazado y había dicho que le iba a dar donde más le doliera, yo le dije a ella que tenía que ser el hijo o la madre, o sea yo, pero nunca pensé que fuera a hacer algo contra ella.

¿Por qué la amenazaba?


Porque él quería todo. Últimamente le estaba pidiéndole plata, ya ella había hecho vueltas en varios bancos porque él quería que le comprara una camioneta que vendía un primo de él, que es médico y se la vendía en $40 millones; pero ella le decía ‘yo no tengo esa plata’, entonces él le dijó que le diera $20 millones para pisar el negocio, porque el primo tenía que pagar un apartamento y entonces la hija mía andaba como loca prestando plata.

¿En que trabajaba Iván Barrios de la Hoz, el asesino de su hija?


En Cartagena trabajó como electricista, como 6 a 7 meses y se retiró. Acá en Barranquilla manejaba una camioneta que Sandra le regaló y hacía viajes en la Circunvalar, era una Dacia, pero las cosas se pusieron mal y se retiró. Entonces Sandra lo puso a estudiar, primero hizo el examen para médico pero no pasó y lo metieron a estudiar Derecho en la Universidad Simón Bolívar. Sandra lo mantenía y lo ayudaba en todo, él era un mantenido, vivía de lo que ella le daba y le manejaba hasta las tarjetas, le manejaba todo.

Si ella le daba tanto ¿por qué piensa que la mató?


No sé, el tampoco quería que mi hija se operara, ella estaba gordita, pesaba ciento y pico de kilos y el dijó que no quería que ella se operara, pero ella se operó y quedó en talla 8, pesaba ya casi 70 kilos. Él le decía que ella tenía que comer lo que él le dijera y ella se negaba porque quería ser una persona delgada, como antes: pero él le decía que se veía fea así flaca, pero era mentira, porque delgada mi hija se veía más elegante. Sandra tenía planes para ir a trabajar a Argentina y quería viajar con una buena imagen.

¿Ellos pelearon el día de los hechos?


Mi hija pasó toda la mañana en el cementerio visitando al papá y el suegro, al mediodía regresó y se acostó a dormir hasta las 3:00 de la tarde porque estaba pendiente porque la iban a invitar al bazar que había por acá, ella estaba en el bingo, pero no ganó nada, llegó como a las 9:00 de la noche y me dijó que se iba a acostar porque al día siguiente tenía que trabajar, ella laboraba en Salud Total de la Calle 30. Recuerdo que Sandra se fue a acostar y no llevaba ni cinco minutos y regresó y me dijo ‘mami, no te quiero dañar la noche, pero me cogí a esta porquería ‘martillando’ con una lea, yo le pregunté quién era la lea, pero ella me dijó ‘mañana te cuento porque no te quiero dañar la noche’ y se fue a acostar. Al ratico él se presentó acá, yo le reclamé y le dije que si se iba a buscar a una muchacha que fuera lejos porque acá todo el mundo lo conoce y solo me respondió que mi hija era loca.

¿Qué pasó luego?


Él salió otra vez y se puso a tomar y luego ya no lo vi más. A la hora lo vi salir de la casa donde vivía con mi hija y llevaba la camiseta manchada de sangre, pensé que se había cortado o algo, él cogió la camioneta se embarcó y se fue, eran como las 9:30 para 10:00 de la noche; a la media hora regresó, me tocó la puerta y me entregó las llaves del apartamento, del carro, y me dijo ‘vieja, vaya que acabo de matar a Sandra’, cuando el me dijo así yo le dije que eso no era de juego, y me dijo que la había matado y que hiciéramos lo quisiéramos con él. Mi nieto fue y vio que efectivamente Sandra estaba muerta en la cama, pero se la llevaron en una moto al hospital, donde confirmaron que estaba fallecida.

¿Por qué piensa que la mató?
Eso es lo que yo quiero saber, pienso que la cogió descuidada, dormida. En la audiencia supo que le fracturó el cráneo con algo contundente, la asfixió, la pateó, la arañó, le hizo de todo y al final le disparó. Todo eso lo hizo delante de mi nieto, el niño de tres años. En la última audiencia él confesó que había matado a mi hija, pero dijo que estaban forcejando cuando le disparó, luego me pidió perdón a mí, pero yo no soy Dios para perdonar.

¿Quién era su hija?
Ella era de Barranquilla, buena hija, muy juiciosa. Yo toda la vida trabaje y los crie fritando, primero en el teatro Acapulco en Carrizal y luego en la Murillo para pagarles la universidad, ella estudio en la Universidad Metropolitana y trabajó en el Hospital de Barranquilla, en Soledad, en la Clínica Cambpell y ahora en Salud Total de la calle 30, se estaba especializando en Medicina Forense y le dieron el titulo hace poco de forma póstuma. Yo quiero que a él le den unos 50 años, de cárcel, nada menos para que sepa cuál es el dolor que estoy pasando. A los hijos que dejaron los están viendo los sicólogos de la Oficina de la Mujer y de la EPS, mi hija dejó dos hijos que tuvo con él, uno tiene 3 años y otro de 5. Mi hija y ese mantenido llevaban 11 años de casados cuando la asesinó.