¿Qué Pasa?

ESPECIAL | Habló el hombre que persiguió al nuevo novio de su expareja para matarlo

El hombre enfrenta una pena mínima de 33 años de cárcel.

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Yeimmy Paola Ramírez Parada, la mujer que había abandona­do a su marido, el ‘raspachín’ de coca Óscar Norberto Aldana Martínez —razón por la que Aldana mató este martes en Carri­zal al nuevo amor de la mujer, Maria­no José Medina Polo—; tenía planeado regresar en Semana Santa a Santa Ro­sa (sur de Bolívar), a la casa que com­partió con aquel. Esto se le hizo saber al propio Óscar Aldana a través de varias llamadas a su celular. El propósito del retorno no era recomponer la relación, sino ver al hijo de ambos, un niño de 6 años que dejó bajo responsabilidad del hombre cuando tomó la decisión de ve­nir tras los pasos de Medina.

El plan era viajar acompañada del propio Mariano José Medina Polo, y para evitar cualquier enfrentamiento entre estos había acordado que Medi­na permaneciera escondido en la finca de los padres de Yeimmy, en zona rural de Santa Rosa. En tanto ella iba y se reunía con su hijo en la casa de su expareja.

Esta serie de llamadas al celular del ‘raspachín’ para acordar lo del viaje, al parecer fueron las pistas que este co­menzó a reunir para dar con el para­dero de su exmujer y su nueva pareja aquí en Barranquilla.

Los investigadores judiciales pre­sumen que Aldana Martínez devolvía las lla­madas al Sai desde el cual llamaba Yeimmy, y valiéndose de algunas ma­ñas obtuvo la ubicación de estos nego­cios y de ahí en adelante la dirección en la que residía su ‘ex’ con Medina.

Con esta dirección en su poder echó a andar su propósito criminal: venir a Barranquilla desde el sur de Bolívar a cobrar venganza con el sujeto que le arrebató a su mujer. Aún se descono­ce si la pistola Browing 9 milímetros que utilizó para el homicidio la trajo desde esa lejana tierra, o la obtuvo en Barranquilla. El arma tiene el número de serial borrado.

Para consumar el crimen Aldana se valió de un motociclista, que finalmen­te lo abandonó cuando vio que la gen­te salió tras él después del asesinato.

Este detalle hace presumir a los in­vestigadores que el ‘raspachín’ Alda­na tenía un contacto en Barranquilla que le facilitó el motociclista, y proba­blemente también le ayudó a precisar la dirección del barrio Carrizal donde vivía su objetivo, calle 50E No. 1C-57.

Esta persona también es buscada en el desarrollo de la investigación que aún continúa.

CONFESIÓN Y PRUEBAS

El fiscal del caso, Rodrigo Alberto Restrepo Reyes, afirmó que Óscar le confesó en la entrevista que sostuvie­ron en el Hospital Barranquilla, que había matado a Mariano por quitarle a su pareja. “Por cachón, porque se estaba metiendo con la mujer mía”, declaro Óscar Aldana al fiscal del caso.

Otros indicios que incriminan al ‘raspachín’ son los relatos de Yeimmy y la mamá de la víctima, Luisa Isabel Polo Muñoz, 66, quienes aseguran que vieron a Óscar dispararle a Mariano a través de la reja de su casa, calle 50E No. 1C- 57, barrio Carrizal, y luego es­capar corriendo.

También cuentan los testimonios de los vecinos, que reconocen a Óscar Aldana como el hombre que le disparó a Mariano y luego corrió hasta ser cap­turado por la Policía a tres cuadras del lugar del crimen, calle 48 con ca­rrera 3 sur.

Las pruebas balísticas realizadas por el CTI determinaron que las dos vaini­llas encontradas junto al cadáver del electricista Mariano Medina, corres­ponden con la pistola que los testigos le vieron arrojar a Óscar a la terraza de una casa al ser interceptado por la patrulla.

El arma fue recuperada por los uni­formados y esta bajo custodia, tiene la marca y el número de serial borrados, pero se determinó que es una Brow­ning, calibre 9 milímetros, con capaci­dad para 14 balas. La Fiscalía también considera que Óscar actuó con dolo, porque planeó el asesinato de Maria­no durante dos meses y viajó desde su pueblo hasta Barranquilla para consumarlo, a pesar de todos los riesgos in­trínsecos al crimen.

MÍNIMO 33 AÑOS DE CÁRCEL

Así las cosas, Aldana enfrenta una pena mínima de 33 años de prisión y tendrá que permanecer en la Cárcel Distrital El Bosque, mientras lo en­juician.

La Fiscalía le imputa los delitos de homicidio, con el agravante de haber atacado a Mariano cuando estaba desarmado y en un momento de in­defensión: mientras entraba la moto a su casa. El ‘raspachín’ también es­tá acusado de porte ilegal de armas, delito que por sí solo tiene una pena aproximada de ocho años de cárcel.

A pesar de todos los indicios en su contra, Óscar Aldana no aceptó los cargos, al parecer porque considera que actuó ‘en defensa de su honor’.

Pero en su argumentación el juez de Control de Garantías, Daniel Co­rrales Oviedo, le preguntó si en algún momento se había detenido a pensar en las graves consecuencias de su decisión de asesinar a Mariano: se iba a convertir en homicida, existía una alta probabilidad de ser capturado, y si eso ocurría iba a de­jar desprotegido, sin sustento y posi­blemente traumatizado a su hijo de 6 años, fruto de su relación de ocho años de convivencia con Yeimmy.

La decisión de Óscar también des­truyó a su propia familia y afecta gra­vemente a sus padres, dos humildes campesinos de Santa Rosa.

Igual dañó irremediablemente a la familia de la víctima, y deja huérfa­nos a los tres hijos que Mariano tuvo con dos compañeras.

“Nadie tiene derecho de acabar con la vida de nadie, nadie es pro­pietario de otra persona, ni incluso cuando hay un matrimonio, eso es un contrato, sea católico, civil, de cual­quier religión, o por unión de hecho. Usted no adquirió la propiedad de esa joven cuando se unió con ella”, expresó el juez Corrales Oviedo, al argumentar su decisión de enviar a la cárcel a Óscar Norberto Aldana Martínez.