¿Qué Pasa?

ESPECIAL | Un policía, la pieza que falta en el complot que mató a Nelson Mejía

Sigue abierta la investigación sobre el asesinato del entonces alcalde de Santo Tomás, Nelson Mejía, que ocurió el 29 de abril de 2004

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Aunque con las condenas del pasado 5 de julio a los paramilitaresLuis Modesto Montero Jiménez, alias Diego; y Jair Orlando Badillo Contreras, alias Marcos; se cerró otro capítulo en la investigación por el asesinato del entonces alcalde de Santo Tomás Nelson Ricardo Mejía Sarmiento; la justicia aún no da por concluido el proceso por este sensible homicidio.

Según se desprende de la sentencia del Juzgado Único Penal del Circuito Especializado, que les impuso a Montero y Badillo 28 años de prisión a cada uno por el delito de homicidio agravado en calidad de coautores; aún falta otra pieza que jugó papel fundamental en la comisión del asesinato.

Se refiere la providencia a la participación en el complot criminal de un agente de la Policía en ese entonces identificado en el expediente como Pedro Alexander Romero Berrío, titular de la cédula de ciudadanía número 72.219.676, y del cual no hay certeza actual sobre su paradero.

El nombre de este uniformado surgió en desarrollo de la etapa instructiva de la investigación, de boca de los paramilitares que declararon sobre los detalles del homicidio, y que le sirvieron a la justicia para armar el rompecabezas sobre las identidades de los autores y los móviles del mismo.

EL INFORME DE POLICÍA JUDICIAL

La participación de Romero en la empresa delictiva fue reseñada en el expediente por la Fiscalía 12 especializada de Derechos Humanos, con base en el informe de Policía Judicial No.768834 (folio 191 C7), de fecha 29 de abril de 2013. Allí se obtuvo la identificación de Romero Berrío, e incluso, se aportó su tarjeta decadactilar de la Registraduría Nacional para darle mayor veracidad a su existencia.

Romero prestaba servicio en Barranquilla, y era colaborador activo de la causa paramilitar.

Su protagonismo en la trama criminal contra el alcalde tuvo varios papeles. De acuerdo con la investigación, una vez consumado el asesinato de Nelson Mejía Sarmiento se encargó de aportar información falsa a los investigadores policiales a fin de desorientar el trabajo de estos en la búsqueda de los asesinos.

Pero también, de acuerdo con la versión que aportó ante la jurisdicción de Justicia y Paz el paramilitar Juan Carlos Rodríguez De León, alias el Gato, quien se atribuyó la autoría material del asesinato de Mejía, es decir, que fue el hombre que accionó la pistola Browing 9 milímetros contra la humanidad del mandatario; el policía Pedro Romero Berrío también tuvo participación directa cuando se puso en marcha el plan criminal contra Mejía, el fatal 29 de abril de 2004.

Juan Carlos Rodríguez De León, alias el Gato, paramilitar, asesino confeso de Nelson Mejía, está en la cárcel.

La declaración textual del Gato es la siguiente: “La orden me la dio alias Diego (la del asesinato)…Yo venía con Diego y un policía que se llama Pedro Romero, veníamos en un Cheyene gris (vehículo). Entonces la moto donde venía el Parce (el que condujo la moto que llevaba al asesino), no llegó a tiempo al Hipódromo (barrio de Soledad) entonces nosotros lo seguimos. Es cuando él, Nelson Mejía, se nos pierde en un trancón, pero había otro carro que también venía siguiendo a Nelson Mejía, era otro carro donde venía un señor de Valledupar que le decían Marcos (el ahora condenado Jair Orlando Badillo Contreras)”.

Igualmente en el expediente obra la declaración del asesino confeso, alias el Gato, que menciona a Romero como el que manejó con la Policía detalles del asesinato. “Tengo entendido que eso estuvo coordinado con la Policía, porque un teniente que estaba a cargo del pelotón motorizado nos colaboró, porque Pedro Romero, que era policía tenía radio y era el que estaba encargado de coordinar con la Policía, ya que la Policía estaba ahí mismito, en diagonal al lado de un concesionario, como a 30 metros donde yo estaba, y la Policía no reaccionó”. Este oficial, de acuerdo con la misma declaración del asesino, era amigo de alias Diego y del policía Pedro Romero.

“Yo me encontré después con un teniente y me dijo que no me cogió porque él se había abierto de la zona, agregó el Gato.

Según las conclusiones del Juzgado Único Penal del Circuito Especializado de Barranquilla con base en las pruebas testimoniales, cada uno de los mencionados tuvo participación directa e indirecta en la comisión de la muerte del también médico Nelson Mejía.

Según lo dicho por el asesino del alcalde, el patrullero Pedro Alexander Romero Berrío también estuvo en el grupo que inició el seguimiento de Nelson Mejía, desde que salió de Santo Tomás, su pueblo natal.

Posterior a ello entró a jugar como aportante de información para confundir a los investigadores.

SU PARADERO, UN MISTERIO

No obstante todo lo que la investigación ha recaudado acerca de este policía, nunca ha podido ser aprehendido para que también responda por el crimen.

De acuerdo con el abogado José Humberto Torres, que representa en condición de parte civil a la familia de la víctima, la Fiscalía una vez capturó a un policía de nombre Pedro Romero, que prestaba servicio

en Valledupar.

Tenían la creencia de que se trataba del mismo que actuó en contubernio con los paramilitares que mataron a Mejía, sin embargo, luego fue dejado en libertad pues se comprobó no era la misma persona.

“Se trató de un homónimo, la confusión se dio tal vez por el hecho de que este Pedro Romero es oriundo de Barranquilla, sostuvo el jurista.

José Humberto Torres manifestó también que ha corrido la versión de que el mencionado policía Pedro Alexander Romero Berrío está muerto, no obstante afirma que esto jamás ha sido probado legalmente.

En razón a esto el uniformado aún es objeto de búsqueda de la justicia para que igualmente responda por el asesinato de Nelson Ricardo Mejía Sarmiento.

La participación de Pedro Alexander Romero Berrío en este homicidio puso en evidencia, una vez más, la coalición delictiva que hubo entre muchos agentes de las fuerzas de seguridad del Estado con la organización narcocriminal llamadas Autodefensas Unidas de Colombia, y la estela de sangre que derramaron en el país.

El asesinato

El entonces alcalde de Santo Tomás (Atlántico), Nelson Ricardo Mejía Sarmiento, de 35 años, fue asesinado a las 12:40 del mediodía en el restaurante Don Efra, situado en la calle 56 con carrera 42, muy cerca de la sede del extinto DAS. El funcionario acababa de llegar a almorzar en compañía de la abogada Edit María Carrillo Badillo. No terminaba de sentarse en una silla cuando un sujeto le disparó a corta distancia con una pistola Browing 9 milímetros. Mejía recibió cuatro balazos todos de “naturaleza esencialmente mortal”: dos en el rostro, en la nariz y en el labio superior; y dos más en la cabeza, región occipital. Falleció en el sitio.

La acompañante resultó ilesa. Los asesinos fueron Juan Carlos Rodríguez De León, el Gato; el que disparó; y alias el Parce, que conducía la motocicleta, una TS Suzuki de color negro. Los hechos ocurrieron el 29 de abril de 2004.