¿Qué Pasa?

Las famosas que han caído en las redes de los narcotraficantes

Una explicación que han dado muchos psicólogos es que las divas encuentran en los narcos los ‘tipos malos’ que pueden complacer todos sus caprichos y al mismo tiempo les ofrecen una vida azarosa y llena de peligros: adrenalina pura.

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Las conversaciones que se filtraron esta semana entre la actriz Kate del Castillo y el capo Joaquín ‘el Cha­po’ Guzmán, sorprendieron a todo el mundo por su intimidad, y reve­laron el juego de seducción en el que es­taba involucrado el narcotraficante más buscado del mundo y una de las estrellas más talentosas de México, que empeza­ba a triunfar en Hollywood.

Para los colombianos no es un tema nuevo, empezó desde mediados de los 80, cuando Pablo Escobar tuvo de amante a Virginia Vallejo, la diva del momento en la televisión, una hermosa periodista y presentadora que cambió la comodidad del estrellato por la adrenalina de estar junto al ‘capo de capos’.

Desde entonces la ‘historia de amor’ entre narcos y divas se ha repetido una y otra vez con diferentes personajes y siempre queda en el aire la pregunta: ¿por qué mujeres bellas, reconocidas y exitosas, que ganan suficiente dinero pa­ra vivir cómodamente, se meten en rela­ciones sentimentales con bandidos?

Parece que lo que comienza con admiración, se convierte en amor y termina en tra­gedia. Al menos ese parece ser el desti­no de las relaciones entre divas y narcos. Mientras que en esas mujeres que pare­cen inalcanzables, los mafiosos encuen­tran un trofeo para mostrar y validar su masculinidad.

Estos son algunos de los casos más conocidos:

Natalia Paris y su marido Julio ‘Fierro’

La reconocida modelo Natalia Pa­ris fue esposa de Julio César Correa Valdés, alias ‘Julio Fierro’, con quien tuvo a su única hija Mariana. El temi­do narcotraficante nunca se casó con Paris y desapareció misteriosamen­te. Posteriormente la Fiscalía esta­bleció que fue asesinado en la guerra entre narcotraficantes y paramili­tares. Fierro desapareció en 2001 cuando realizaba gestiones para el sometimiento de un grupo de narcos a la justicia de Estados Unidos.

Virgina Vallejo y su amor por el ‘Patrón’

La presentadora colombiana, Vir­ginia Vallejo tuvo un romance con el capo colombiano Pablo Escobar, baleado por las fuerzas de seguri­dad el 2 de diciembre de 1993. Va­llejo, también periodista, generó un escándalo al señalar que el expre­sidente de Colombia Álvaro Uribe le había concedido licencias al ‘Pa­trón’ para pistas de aterrizaje, que usaba el jefe del Cartel de Mede­llín para enviar la coca a distintos países.

La novia muerta de la llave del ‘Chapo’

María Susana Flores Gámez, de 20 años, fue elegida Miss Sinaloa 2012.En noviembre de ese año fue a Culiacán para verse con Orso Iván Gastélum, ‘El Cholo’, temido jefe de sicarios del Cártel de Sinaloa, y quien fue capturado recientemen­te con el Chapo Guzmán, ese día la reina de belleza murió en un enfren­tamiento entre los sicarios que co­manda su novio y los militares mexi­canos, un balazo que le destrozó la vena carótida a la altura del cuello.

Alias el ‘Indio’ y su tribu de mujeres

En junio de 2013 el narco colombia­no John Freddy Manco Torres, alias el ‘Indio’, fue capturado en Brasil porque su novia de ese entonces, la despampanante modelo Sandra Builes, le regaló un fin de semana en Brasil para ver el encuentro de fútbol entre Inglaterra y Brasil. Se dice que el ‘Indio’ era un coleccio­nista de modelos y reinas. La vo­luptuosa Sandra Builes fue la pieza clave que permitió seguirle la pista hasta Brasil.

El caso de Angie San Clemente

En octubre de 2011 Angie San Cle­mente, modelo colombiana y exrei­na del Café, fue condenada a seis años y ochos meses de prisión en Ar­gentina por intentar traficar cocaí­na a España a finales del 2009. Años atrás, Sanclemente se había radica­do en México, donde supuestamen­te se casó con un capo mexicano co­nocido con el alias de ‘El Monstruo’, pero después se separó. Actualmen­te está libre por pena cumplida.

‘No veo que sean gente rara’: Sandra

Sandra Muñoz, actriz de telenovelas, mantuvo una relación con el jefe de un Cartel de Bogotá llamado Reynal­do Murcia Sierra. Pero no fue el úni­co, pues antes también estuvo con un narcotraficante dominicano. Entre­vistada acerca de sus relaciones con hombres involucrados en negocios ilícitos, Sandra fue enfática: “Para mí un narco es un ser humano normal. No veo que sea gente rara, ni locos, ni asesinos, son personas normales que tienen su corazón”.