¿Qué Pasa?

Los Arhuacos restringen ingreso de personas ajenas a la etnia en Nabusímake

La medida busca la protección de la cultura de esta comunidad.

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Con el fin de adelantar acciones para la protección de su cultura y aminorar el deterioro progresivo de la misma, así como velar por el medio ambiente y los mandatos ancestrales, el pueblo arhuaco, enclavado en la Sierra Nevada de Santa Marta, determinó restringir el ingreso de turistas, comerciantes y demás personas ajenas a esta comunidad, en Nabusímake, considerada la capital espiritual de esta etnia.

La medida comenzó a aplicarse desde el pasado miércoles, hasta una fecha por definir, tras una Asamblea General de los indígenas, en atención a los lineamientos de los Mamos. Se exceptúa de la prohibición, personal no nativo en misiones específicas en salud, educación o interlocución con funcionarios del Estado, para lo cual la autoridad del área respectiva debe entregar una nota indicando los trabajos a cumplir.

“Para efectos prácticos, sobre los funcionarios que trabajan de manera permanente en Nabusímake, se deberá tener información actualizada de los mismos en el respectivo puesto de control”, indicaron las autoridades arhuacas.

Pidieron a los transportadores de pasajeros, la colaboración de advertirles sobre esta disposición y evitar llevarlos hacia ese territorio personas ajenas a esta comunidad.

La determinación quedó plasmada en un acta firmada por el cabildo gobernador arhuaco, José María Arroyo y el secretario general Hermes Torres.

No es la primera vez que los indígenas cierran las ‘puertas’ de Nabusímake. En 2016 tomaron una decisión similar frente a los impactos negativos del turismo y de la penetración cultural.

En aquella ocasión, Hermes Torres, indicó que “que no es una decisión tomada de forma caprichosa y mucho menos acelerada, pues desde hace 30 años se han venido analizando los impactos negativos causados por el turismo, así como se han previsto los daños irreversibles que se causa a la naturaleza, la cultura y en general al territorio si no se frena esta práctica de goce”.

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