¿Qué Pasa?

Los Cobradiarios ahora usan aplicación para ‘no dar boleta’

La mayor parte del dinero que manejan estas bandas proviene del narcotráfico, afirma la Policía

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Para evadir a la Policía los cobradiarios de Barranquilla y su Área Metropolitana están implementando una aplicación que descargan en el celular y les permite llevar control de sus clientes sin ‘dar tanta boleta’, como el sistema de cartulinas, que los hacían visibles para las autoridades.

La anterior es una de las nuevas estrategias de los gota a gota para evadir a los investigadores del grupo de Patrimonio Económico de la Policía Judicial, Sijín, encargados de combatir este delito, que se configura como usura en el ordenamiento penal colombiano.

AL DÍA entrevistó a uno de los investigadores, cuyo nombre se mantiene en reserva por seguridad.

De acuerdo con la fuente la mayoría del dinero que se presta en Barranquilla y su Área Metropolitana bajo esta modalidad proviene de organizaciones criminales, sobre todo narcotraficantes, del interior del país, quienes usan este método para lavarlo rápidamente.

El sistema es sencillo y se basa en captar a quienes por una u otra razón no pueden acceder a un préstamo bancario. “Son personas que viven del comercio, la mayoría está en la informalidad, subsisten con el rebusque del día a día y muchos ganan menos de un salario mínimo”, anotó el investigador.

“Una persona pide $500 mil a 30 días, al 20 por ciento de interés y tiene que pagar una cuota diaria de $20 mil. Al final termina cancelando $600 mil, ósea $100 mil de interés y cuando se atrasa paga cuota doble”, explicó la fuente.

Los investigadores han detectado que algunos cobradiarios de entrada descuentan hasta $5 mil por gasto de papelería y cuando la necesidad del cliente es apremiante le quitan hasta $10 mil por agilizarle el préstamo.

Con estos descuentos la persona no recibe $500 mil netos, sino $485 mil, lo cual implica que está pagando en realidad interés del 22 por ciento aproximadamente, muy por encima de la tasa legal que es fijado mes a mes por la Superintendencia Financiera.

Hasta el suicidio

La Sijín también ha detectado que estas organizaciones criminales utilizan las amenazas y la intimidación para amedrentar a los morosos y han llegado a incurrir en delitos como lesiones personales, hurto, desplazamiento y hasta homicidio en contra de la gente que se niega a pagarles.

De hecho en la aplicación que están usando los cobradiarios ahora clasifica a los clientes en dos tipos: los A, quienes pagan sin problema y los B, “los que son mala paga”, conto el investigador.

La fuente recordó que hace tres años atendieron un suicidio en un barrio popular de Barranquilla, la víctima era un odontólogo que se ahorcó en su habitación.

“Al otro día, al realizar la inspección en el consultorio encontramos más de 30 tarjetas de cobradiarios regadas como si fueran un naipe sobre el escritorio. Calculamos que debía unos $30 millones y diario tenía que pagar como un millón de pesos en intereses”, expresó.

Las autoridades no pudieron establecer un nexo causal entre el suicidio del odontólogo y sus deudas, pero amigos de la víctima les manifestaron a los investigadores que el hombre decía que estaba “enloquecido” por la cantidad de pagadiarios que llegaban a acosarlo.

“Es un caso similar al que estamos indagando en este momento, un señor que está desaparecido y dicen se habría tirado del Puente Pumarejo acosado por las deudas con los cobradiarios, pero mientras no aparezca el cuerpo no podemos especular”, anotó el investigador.

La fuente hace referencia al caso publicado por este medio el pasado miércoles: la desaparición del comerciante Juan Carlos Hoyos, salió de su casa en el barrio Los Robles, Soledad, la tarde del pasado martes y no ha regresado.

Johana Rhenals, cuñada de Juan Carlos, explicó que en la mañana de este miércoles recibieron una llamada informando que por el sector de la 17 habían encontrado un maletín, al parecer de Juan Carlos, con varias notas al parecer escritas por él explicando que se iba a tirar del Puente Pumarejo porque estaba acosado por las deudas.

Con violencia

La semana pasada la Sijín desmanteló una banda de cobradiarios denominada los Gavilleros, quienes lesionaban y robaban a los morosos. En una interceptación el jefe del grupo se molesta con un cobrador por no avisarle que le iban a quitar las pertenencias a un deudor a quien él, además, quería “cascar”.

Los detenidos son: Leider Luis Samia Arrieta, alias el Niño, 33 años, líder de la banda; Damaris Ester Gutiérrez Correales, 41, quien fungía como secretaria y era segunda al mando; Gabriel Andrés Torrenegra Herrera, 22; Davinson Samir Argumedo Correa, 39; y Jorge Leonardo Parejo Beltrán, alias el ‘Gato’, de 26.

Jefe

: ¿ya están listos?

Cobrador: A este hp le quitamos los papeles, los cascos, el celular y el reloj, no tenía nada más porque llegó con una muchacha ahí y entonces se puso un poco cómica la pelada.

Mijo yo lo quería cascar, ¿estaba acompañado, qué?

Si, vino con una muchacha ahí.

En otro audio el jefe constriñe al cobrador diciéndole que si no recupera un dinero se lo va a descontar de la quincena.

Cobrador: Dígame jefe.

Jefe:

Ya llamaste al Cheo, ya son las 11:00 de la mañana.

¿No te contesta?

Le estoy tirando teléfono desde las 8:00 de la mañana, ahorita mismito, hace como 10 minutos, le marqué otra vez.

Pásame al ‘Cande’.

(Le pasan el teléfono al cobrador alias el Cande.

Jefe:

Mijo ¿hasta dónde vamos a llegar por (inteligible)?

‘Cande’: Cuénteme jefe, hoy voy a llegar hasta allá. Hoy me le voy a meter jefe, no se preocupe por eso, hoy voy a llegar hasta allá, a la casa de ella.

Bueno ella tiene que pagar hoy, mi hermano.

No, si, si yo voy a llegar allá porque (inteligible) me está diciendo que la estaba llamando y no contesta, yo voy a llegar hasta allá y si no le sacó el televisor y el equipo de sonido, yo se lo dije, antes de ayer le mande un mensaje y no me respondió, si usted me da la autorización yo le sacó el televisor y el equipo de sonido.

No, yo no sé, yo te estoy diciendo que si no paga esta quincena yo te lo mocho del sueldo.

Bueno, bueno, jefe yo voy a llegar allá, yo le soluciono eso hoy mismo.

Solucióname eso mijo, porque, entonces.