Niña le cortó la cara a otra con una tapa de gaseosa en una pelea de colegio

Una riña escolar entre dos menores de edad estudiantes de la Institución Educativa San Miguel Arcángel, del barrio La Luz, llegó a extremos cuando una de las niñas hirió en el rostro a la otra utilizando una checa o tapa de gaseosa. El incidente sucedió a las 6:15 de la tarde del pasado viernes en la cancha Barranquilla, contigua al plantel, carrera 23 con calle 11, denunció la afectada. Una de las hipótesis sobre la razón de la pelea obedece a diferencias personales entre la agredida, de 11 años, y la agresora, de 13.

Según las actas de seguimiento de la Institución, la lesionada, identificada por sus padres como Ana María Rivera, tenía diferencias con la atacante y una prima de esta. “Hace un mes Ana y mi prima estuvieron a punto de pelear, pero las separaron. Le dije a ella que si se metía con mi familiar, pues era como si peleará conmigo”, explicó la estudiante de sexto grado señalada como la agresora.

“Al parecer a mi hija la molestaban hace varios meses atrás. Lo que nos dice es que saliendo del colegio fue golpeada por la otra niña, que utilizó una checa y la cortó. La ‘pelada’ es de la jornada matutina, sin embargo esperó la culminación de la vespertina para lastimarla”, expresó Giovanni Rivera Martínez, de 40 años, padre de Ana María.

La estudiante que es acusada de maltratar a Rivera manifestó que en ningún momento usó una checa para herirla, además sostuvo que fue Ana quien empezó la pelea. “Estaba jugando fútbol en la cancha, cuando de pronto se presentó en el lugar, me abofeteó y me mordió”. Giovanni Rivera recalcó que su hija es una alumna aplicada, que nunca había tenido problemas similares. “Instauré la denuncia por agresión en la Fiscalía y luego llevé a la niña a Medicina Legal”.

¿QUÉ DICE EN EL COLEGIO?

Gregorio Parmesana, rector del San Miguel Arcángel, fue tajante al afirmar que “lo sucedido es un caso de violencia social y no de convivencia escolar. Los hechos tienen móviles extraescolares”. Parmesana confirmó que la Institución ha sabido llevar el proceso salvaguardando el derecho de las menores. “Por eso pusimos el caso en manos del Bienestar Familiar para que intervenga con las niñas y sus padres”, subrayó.