Oscura y desenfrenada, así era la vida sexual de Rafael Uribe Noguera

Quien hasta hace unas semanas era un tipo exitoso y respetado por sus amigos más cercanos, pasó a ser sindicado de acceso carnal violento contra un menor de edad, feminicidio, secuestro y tortura: ¿en qué momento Rafael Uribe Noguera se convirtió en el que ya algunos llaman el Monstruo de Chapinero? Hay pistas y antecedentes que permiten explicar, al menos en parte, el desenlace en la oscura vida sexual de un hombre cuya presencia no soportan ni los presos del pabellón de violadores de la cárcel La Picota.

Las revelaciones que se han conocido a través de allegados, periodistas y gente cercana al círculo social de Rafael Uribe Noguera han permitido perfilar socialmente al tipo que violó y asesinó a la pequeña Yuliana Samboní. En todo caso, la información sobre su vida íntima es la que ahora ayuda a destapar un comportamiento trastornado y pervertido, que no solo podría ser indicio de otros casos de abuso sexual, sino que en su momento pudo ser una alarma temprana que evitara el horrible desenlace que el país ya conoce.

[ Ver perfil: ¿Quién es Rafael Uribe Noguera y por qué es importante saberlo? ]

En la mañana de este martes, tras los primeros hallazgos en la investigación, se conoció que el arquitecto bogotano llevaba juguetes sexuales en su camioneta Nissan X-trail, la misma que usó para raptar a Yuliana.

En el interior del apartamento en el edificio Equus 66, que está sin amoblar, los investigadores también encontraron varias prendas de ropa interior de mujer ocultas en bolsas.

Está por establecerse si es ropa que el mismo Uribe usaba, si pertenece a posibles víctimas, a antiguas parejas o a mujeres que contrató.

En su esfera social

La unidad investigativa del diario El Tiempo contó este viernes más sobre cómo era percibido Uribe Noguera en su círculo social cercano, y su relación con las mujeres. “Era fiestero, jovial y educado […] No podemos creer. El sábado lo vimos en la fiesta infantil de sus sobrinas. Y al día siguiente ya lo estaban buscando por secuestrar a la niña”, aseguró uno de sus excompañeros del Gimnasio Moderno.

Foto del anuario del Colegio Gimnasio Moderno | Obtenida por Las 2 Orillas

Rafael Uribe Noguera se graduó del colegio en 1996, hace 20 años, por eso se le vio en la reunión exalumnos hace pocos meses. Uno de esos compañeros lo describió como “buen futbolista. Dirigió la banda de guerra del Moderno, que es todo un honor. Pero también era mujeriego y montador. Le gustaba mucho la rumba y hasta se desaparecía por dos días. Pero nunca lo vimos consumir coca”, aseguró.

Las redes sociales de Rafael Uribe Noguera fueron las primeras en revisarse masivamente cuando su nombre se vinculó con la desaparición de Yuliana, pero se supo que “alguien cercano se dedicó a bloquear sus perfiles y a borrar información en redes sociales”, asegura el diario, y añade que de todas formas ya está recuperándose en la investigación.

Su único rastro en la red había sido esta foto tomada para El Tiempo en la Gran Vitrina de Decoración junto al actor Felipe Noguera, y que se convirtió en la más usada por los medios e internautas.

Además, un perfil en Instagram con un número llamativo de 1.217 publicaciones y una cuenta de Twitter con mensajes vacuos que solo llama la atención por un mensaje personal y random, del año 2012, sobre su falta de autocontrol, que algunos de manera reforzada han querido vincular directamente con el crimen.

Aunque El Tiempo asegura que la cuenta de Twitter de Rafael Uribe Noguera tiene entre sus seguidores a cuentas con alto contenido sexual, no pudimos confirmarlo al hacer un chequeo al perfil. Sus seguidores, en todo caso, no se pueden controlar.

Antecedentes serios

Si hablamos de falta de autocontrol, hay hechos que sí podrían ser un antecedente para Rafael Uribe Noguera como asaltante sexual. Como cuando tuvo que salir del apartamento (el mismo donde encontraron a Yuliana) por consejo de algunos de sus parientes, luego de protagonizar un escándalo con una pareja de jubilados residentes en el lugar. Se ha conocido, por versiones de los vecinos, que la naturaleza sexual de sus fiestas y de sus invitados, entre ellos prostitutas, incomodaba a los vecinos.

“La pareja lo encontró usando la ropa de la mujer. La familia de Rafael intervino en este caso y quedaron en que él se iría del apartamento. Sin embargo, regresó en marzo del 2016”, contó uno de sus vecinos a El Tiempo.

Según el diario, otro indicio de las actividades sexuales clandestinas de Rafael Uribe Noguera sería el de sus visitas a la zona de tolerancia (prostitución) del barrio Santa Fe, en el centro de Bogotá, donde consta una multa por estacionarse en zona prohibida a la medianoche. Además, los investigadores aseguraron que luego de revisar el computador personal de Uribe Noguera se pudo establecer que ordenaba adolescentes a domicilio, algunas de hasta 15 años.

La infracción no fue pagada y con intereses se acerca a los 600 mil pesos. El Tiempo dice que sus comportamientos podrían explicar por qué nunca tuvo una relación estable, e incluso una de sus exnovias lo calificó como “celoso compulsivo”.

En el barrio Bosque Calderón, donde contactó a la niña Yuliana Samboní, también dicen reconocerlo por ser un depredador sexual. Una mujer de 41 años denunció en el CAI de Chapinero que ese mismo hombre había intentado abusar de ella en una camioneta negra, cuando, completamente desnudo, habría intentado abordarla.

“Eso fue aquí en el puente subiendo al barrio Bosque Calderón. Ella pudo escapársele gracias a la fuerza. Ella misma dice que alcanzó a pegarle en los testículos. Con eso alcanzó a escaparse [...] “Ella me dice que el man estaba una camioneta negra y que intentó abordarla. Él estaba empeloto e intentó abordarla para llevársela. Pues me imagino que no sería para jugar con ella. Iba era a violarla”.”, declaró el esposo de la afectada a Caracol Radio y también a Blu Radio.

La misma semana del asesinato

Pero tal vez el antecedente más fuerte en el caso tiene que ver con las visitas previas Uribe Noguera en las que tuvo contacto directo con Yuliana Samboni, al menos en tres ocasiones durante el fin de semana del asesinato.

Según conció Blu Radio a través del informe policial, el pasado viernes 2 de diciembre y les habría ofrecido 2 mil pesos a Yuliana y a una de sus amiguitas para que abordaran la camioneta Nissan X-Trail color plata. Ante la negativa de las menores, el hombre les ofreció 4 y 5 mil pesos, pero ellas nunca accedieron. Uribe Noguera abandonó el lugar cuando los primos de la niña, de unos 8 años, tampoco quisieron el dinero.

El informe de la Policía dice que el arquitecto volvió al día siguiente, el sábado 3 de diciembre. Esta vez Uribe Noguera le habría ofrecido 10 mil pesos a Yuliana para abordar la camioneta y ella habría accedido. En el interior del vehículo el hombre habría abusado sexualmente de la niña y después la dejó ir. La menor solo le contó el episodio a su amiga y a sus primos.

Finalmente, el domingo 4 de diciembre, día en que Yuliana Samboní desapareció, habría sido la tercera visita de Rafael Uribe Noguera al barrio Bosque Calderón. Según testimonios que recoge El Tiempo, Yesid Samboní, de 9 años y primo de Yuliana, vio que la niña estaba siendo arrastrada a la camioneta y trató de evitarlo tomándola de las piernas, pero "el hombre le lanzó una patada y lo apartó".

Este es la reconstrucción completa del perfil de Rafael Uribe Noguera.

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