¿Qué Pasa?

Pensionado de la Policía salió a cobrar un billete y lo mataron a balazos

“Él no tenía enemigos, somos personas normales sin problema”: María Auxiliadora Sarmiento, su pareja.

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Para la familia de Ángel Abusto Ramos Hernández, pensionado de la Policía muerto a tiros, el crimen es confuso y exigen a las autoridades esclarecer estos hechos ocurridos la noche del pasado miércoles en el barrio Villa del Rosario de Valledupar.

La víctima, de 47 años, recibió dos disparos en la cabeza y uno en la espalda por sujetos armados que lo atacaron por detrás mientras conducía una motocicleta por la carrera 4D con calle 28.

“Salió a cobrar un dinero a un cliente que tenía y le cobraba todas las noches. Lo que me han dicho es que él venía por la cuarta, bajando por la 28 y dos hombres jóvenes lo atacaron con un disparo en la espalda, cuando mi esposo cae le dan otros disparos en la cabeza”, sostuvo María Auxiliadora Sarmiento Molina, esposa de Ángel Ramos.

Sus familiares dudan de que se haya tratado de un hurto, porque Ángel Abusto nunca tuvo amenazas, a pesar de que se dedicaba a prestamista y comerciante desde hace siete años cuando se pensionó de la Policía.

Sin embargo, las pertenencias que Ramos Hernández tenía en un pequeño bolso fueron robadas, al parecer, por quienes se acercaron al sitio donde lo balearon.

“Las personas que llegan lo auxilian, él llevaba un canguro y se lo hurtan. Sacaron tarjetas de créditos que empezaron hacer uso de ellas pero se han bloqueado. No sabemos sucedió, porque es muy confuso, él no tenía enemigos, somos personas normales sin problemas, a pesar de que él tenía su carro, siempre salíamos en la moto para hacer las vueltas más rápido, él nunca me dijo nada de amenazas”, explicó la esposa de Ángel Ramos.

La víctima fue trasladada al hospital Rosario Pumarejo de López en un taxi, pero los médicos indicaron que había llegado sin signos vitales por los disparos que le ocasionaron.

Ángel Abusto Ramos Hernández, era natural de Barranquilla (Atlántico) y tuvo 20 años de servicio en la Policía donde llegó al grado de Intendente Jefe. Estaba radicado en el barrio Cinco de Noviembre de Valledupar con su esposa y dos hijos.

“Que se haga justicia, mi esposo no fue mala gente, quienes lo concen saben que le dio la mano a muchos y solo pido que se haga justicia, que no quede solo en su muerte”, dijo María Auxiliadora Sarmiento.

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