¿Qué Pasa?

Preste atención a los vértigos

La neuritis vestibular y sus síntomas.

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La neuritis vestibular es una afectación del nervio vestibular y está considerada como una de las causas principales de un síndrome vestibular con vértigo agudo.

El paciente presenta de forma súbita un ataque de vértigo de 24-48 horas de duración, acompañándose de náuseas y vómitos con una falta de estabilidad y tendencia a la caída hacía el lado de la lesión.

No hay pérdida auditiva o acúfeno (ruido) en el oído, diferenciándose por lo tanto de la enfermedad de Méniere u otras patologías vertiginosas con sordera. En los primeros días del comienzo de la enfermedad, el paciente presenta un nistagmo (movimiento ocular) que bate al lado sano, por ejemplo si el paciente padece una neuritis del nervio vestibular derecho, los ojos se mueven con rapidez y de manera conjugada al lado izquierdo, ello es patente a simple vista y aún mejor con gafas de Frenzel (aumentan el tamaño del ojo para poder valorar mejor el nistagmo).

Evolución con neuritis vestibular

El paciente paulatinamente va mejorando su vértigo y por lo general después de tres semanas del comienzo de la crisis se encuentra en franca mejoría pudiendo volver a sus actividades cotidianas.

Hay casos aislados de pacientes que presentan una sintomatología similar en cuanto al vértigo súbito y no corresponden a una neuritis vestibular, entre ellos destacan las llamadas pseudoneuritis y son debidas a alteraciones vasculares, por ejemplo un infarto en la arteria cerebelosa antero inferior.

Por consiguiente, siempre se debe realizar una exploración exhaustiva del sistema vestibular, para diferenciar ambas enfermedades.

La inflamación del nervio vestibular es la causa más frecuente de estas neuritis, destacando un proceso gripal, catarral o una sinusitis que han precedido al vértigo agudo.

Durante la fase aguda vertiginosa se utilizan fármacos antivertiginosos entre los que destacan la biodramina (dimenhidrinato) en supositorios, el dogmatil (sulpiride) generalmente inyectable puesto que por los vómitos y nauseas no se admite por vía oral. El primperán (metoclopramida) para las náuseas y vómitos ésta indicado.

Siemprese debe tener en cuenta las contraindicaciones de estos fármacos, como en la enfermedad de Parkinson, entre otras. Algunos pacientes requieren Valium (diazepán) durante la crisis.

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