Historias

Henry Castro, el hombre que con 75 años marcha más de 20 km para celebrar su cumpleaños

Cada 20 de julio sale a marchar hasta Puerto Colombia.

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Henry Castro tiene 75 años, pero con la energía que alguien de 20 le envidiaría. Trabaja como publicista para varios colegios de Barranquilla, pero su gran amor siempre será el deporte.  A sus 12 años participó en un circuito en Cali, ciudad en la que nació,  allí ganó un trofeo que aún conserva y muestra con orgullo, así como un niño que ha hecho bien su tarea.

Luego de un recorrido entre Cali y Medellín, donde hizo ciclismo, llegó a Barranquilla. Acá comenzó a jugar bolos con un grupo de amigos en la Liga de Bolos del Atlántico. No todo ha sido bueno para Henry, tuvo un problema en la columna, por lo que tuvo que dejar los bolos. Debido a eso se dedicó a caminar. Duró cinco meses en terapia, en Medellín y luego volvió a Barranquilla.

Estando acá comenzó a caminar y el profesor Carlos Reyes Pupo lo vio y le dijo que tenía “temple”. Henry nos contó que él fue quien lo orientó y le enseñó todas las técnicas para marchar. Luego de eso, formó un grupo de aproximadamente de 25 personas con las que salía a caminar en el barrio Los Andes.

Emilse Navarro, Héctor Cortina, Henry Castro y Carlos Reyes Pupo 

Actualmente, su orientadora es Emilse Navarro y su compañero fiel, Héctor Cortina, con ellos sale  los martes, miércoles, jueves viernes, descansan el sábado y el domingo se hacen “larga distancia a Puerto Colombia”.

Él se considera una persona disciplinada, característica que se nota hasta en la forma de caminar y de sentarse. Ser deportista requiere de esfuerzo y sacrificios.  Mientras muchos a penas se están acostando a las 3:30 de la mañana, Henry sale a entrenar. Cambió los fritos por comida sana y el alcohol por un buen médico y no se arrepiente.  Para poder despertarse a las 3:00 am, se acuesta a las 8:00 de la noche. “Eso sí, a esa hora no me busque porque no estoy, estoy privao’. Ya tengo el cuerpo acostumbrado a esto”, nos contó.

Para Henry sus familiares y amigos o como él los llama “mis alcahuetes” han sido una pieza fundamental para seguir con su pasión, porque sin ellos no pudiera lograr lo que hace. “Ellos están contentos, todo el tiempo me apoyan y eso me motiva más”, dijo.

Estos son sus "alcahuetes": 

 

Este deportista tiene un grupo que lo acompaña a sus entrenamientos y a sus marchas, pero quien quiera ir con Henry debe seguirle el ritmo. “Ya tengo la técnica, porque en la costa no he conocido al primer marchista, acá corren o camina, pero yo no camino normal, yo camino como mujer, contó entre risas.

Henry tiene un rito especial que sorprendería a cualquiera que lo llegara a escuchar. Cada 20 de Julio – desde hace siete años- sale a marchar del barrio Los Andes hasta Puerto Colombia y su grupo de “alcahuetes” lo acompaña para que cada año supere su marca. Pero, ¿qué tiene de particular este día? Para él, además de ser la independencia de Colombia, es el día de su cumpleaños y le gusta celebrarlo de esa manera.

Así celebra Henry su cumpleaños: 

La primera vez que fue a marchar a Puerto Colombia, Henry hizo una marca inicial de 3:15:00 en 21 km y 300 m, pero para él se convirtió en un reto, así que entrenaba en Medellín para poder superarla y cuando volvió se sorprendió, porque logró en la misma distancia, bajar a 2:59:25.

Esta fue su marca:

Un elemento esencial para este deporte, según Henry, es la paciencia y tranquilidad, lo que le ayuda a superar las crisis, porque es normal que se presente.

Dentro de su preparación para estas marchas no le pueden faltar: “Guineo, que es potasio, Panela, bocadillo, barra de chocolate, pera, Gatorade, pero más bien tomo poco. Yo sé lo que tengo que llevar porque corrí una vuelta a Colombia, porque  es difícil. Yo sé controlar los efectos de las crisis”, dijo.

Henry no cuenta con un apoyo económico, ni patrocinio, todo va por su cuenta. “Yo le boto mucha corriente a esto, porque me gusta. Como no fumo, ni tomo, mi dinero lo invierto en esto, en un buen médico. Mi locura es esta, no malgasto un peso, así que me lo gasto en esto”, agregó.

A sus 75 años, Henry vive agradecido con el deporte y con sus “alcahuetes”, no se arrepiente de lo que hace y mientras dios le de vida, lo seguirá haciendo, sin obtener reconocimiento a cambio. “Para mi es una satisfacción demostrarle a los compañeros que es lo que yo hago, porque el deporte para mi es vida. Yo no tengo ningún beneficio de eso”, finalizó.

 

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