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La aterradora historia de las botas fantasmas que asustaba a los barranquilleros

Este es uno de los primeros fenómenos paranormales costeños.

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En el tiempo dorado de la radio barranquillera, cuando los radioescuchas esperaban ansiosos programas como Código del Terror y La ley contra el hampa, un hecho misterioso empezó a hacer eco en estos espacios. Se trataba de unas botas fantasmas, las cuales quien se las topaba a altas horas de la noche, recibía una golpiza por parte de un ente enigmático. Este se convirtió en uno de los primeros casos paranormales difundidos abiertamente en los medios de comunicación y hoy lo reconstruimos.

Durante las emisiones de estos programas y también en noticieros, los locutores recibían muchas llamadas de personas que hacían referencias a estas botas que portaban un ser oscuro que los pateaba hasta dejarlos inconscientes. Algunas amas de casa afirmaban sentir en la madrugada el sonido de una marcha militar y al asomarse no veían nada.

Se dieron muchas explicaciones del fenómeno, algunos decían que se trataba de unas botas a control remoto, otros sostenían que era un psicópata, un militar aburrido de la guerra y otros afirmaron que era el espíritu de un guerrillero.

La polémica era grande y muchos decidieron no salir de noche. En Código del Terror el fallecido Álvaro Ruiz mencionaba que el caso ocurría en diferentes barrios y las personas pedían a las autoridades ayuda para evitar más golpeados e inconscientes en las clínicas donde los médicos decían que los pacientes llevados a urgencia presentaban golpes casi que mortales. Sin dudas era un suceso paranormal sin precedentes en la población costeña.

Tres jóvenes parasicólogos aparecieron en los programas radiales prometiendo resolver caso, ganándose así los aplausos de muchos. “Sobre estas botas decían que eran ánimas, brujería muchas cosas y estos jóvenes parasicólogos, se ofrecieron a resolver el caso, lo cual causó mucha expectativa”, relata Victoriano Zabala, un veterano locutor que hoy labora en el Centro.

De los tres jóvenes se decía que pertenecían a uno de los primeros grupos espirituales nacidos en la Costa en la década de los 50 llamado el Círculo del Misterio, quienes se dedicaban a asistir a sesiones de médium, exorcismo conferencias espiritas y practicaban hipnotismo. “Eran raros, pero muy costeños les gustaba ir a los Salones Burreros, tenían buenas costumbres y hacían trabajos de liberación”, cuenta Saturnino Mendoza, antiguo lustrabotas del Centro y zapatero de confianza de Julio Salazar, uno de los jóvenes parasicólogos que desaparecieron sin dejar rastro al tratar de resolver el caso.

DESCUBRIR AL CULPABLE: LA MISIÓN

Un hombre que terminó en estado de coma en el Hospital de Barranquilla luego de haber recibido una brutal paliza al parecer ocasionadas por este ente, llevó a los tres jóvenes espiritistas a comprometerse a atrapar o exorcizar al culpable. Abel De la Rosa, uno de estos investigadores prometió hacer un programa de una hora después de que lograran descubrir las causas de las botas paranormales, pero desde la primera vigilia pasó un hecho más lamentable y misterioso: desapareció junto a sus amigos sin dejar rastro y los más extraño es que las botas no se volvieron a escuchar nunca más en La Arenosa.

Finalmente, se dijo que el caso de las botas podía tratarse de la popular ‘Mano negra’. “Según me cuentan mi abuelo habría sido víctima del F2, ellos lo desparecieron de noche en medio de su investigación por estar merodeando las calles”, relata la nieta de Aldair Saltarín, el otro de los investigadores de este caso que mantuvo en vilo a muchos en la década de los 70.