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La verdadera casa del terror que visitó la Costa

Conozca tres historias ligadas a esta misteriosa atracción.

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Durante estas vacaciones llegan a nuestra ciudad los parques de diversiones o ‘Ciudades de Hierro’, las cuales este año curiosamente incluyen Casas del Terror. Son muchos en La Arenosa los que desean entrar a estas atracciones que son muy populares en el mundo y, cuyos orígenes se remontan a leyendas de viviendas abandonadas, encantadas o con fenómenos paranormales provocados por sus fallecidos propietarios que se niegan a dejar su vivienda terrenal, atormentando así a los que se atreven a entrar en ella.

Estos parques de diversiones hacen una réplica de esta idea de manera comercial con algunos actores para generar terror en aquellos que pagan por ser asustados. Referente a las Casas del Terror y sus orígenes, debemos indicar que en Barranquilla ocurrió un hecho relacionado con una que visitó la ciudad en 1991, la cual se decía que era verdadera, afirmando los asistentes que en esta atracción ocurrían fenómenos diabólicos y se rumoraba que poseía los espíritus en pena de una familia. De esta manera, atormentaban a aquellos que pagaban por entrar a esta casa, surgiendo así algunos comentarios que generaron conmoción.

EL NIÑO DE LOS ESPEJOS

“Aun me genera escalofrió recordar ese día cuando visité ‘La Casa de Julito y el diablo’. Lo que se me apareció ahí no lo quiero ver jamás”, cuenta Daniel Escorcia, uno de los asistente que pagó por entrar a esta extraña casa, explicando que se subió a un carro mecánico que lo paseó por varias estaciones y cuando llegó a un cuarto lleno de espejos vio a un niño que se reflejó en uno de ellos. “Había una mesa con una foto de un niño y una vela. De repente vi a un niño reflejado en un espejo que me dijo: “A tu casa te voy a buscar”. Todas las luces se apagaron y decidí salir corriendo de ahí”.

Escorcia agregó que esa noche regresó a su casa un poco alterado, pero logró conciliar el sueño. De pronto sintió que le silbaron. “Cuando miré al espejo que tenía en mi cuarto vi al niño nuevamente riéndose, le tiré un zapato y partí el espejo, de inmediato desapareció”.

UNA EXTRAÑA ACOMPAÑANTE

Otra historia escalofriante ligada a esta casa le ocurrió a María Cristina Ovalle, una asistente que fue encontrada desmayada al terminar el recorrido. “Me había subido sola al carrito mientras muchos iban con sus acompañantes. Entré a un cuarto donde había un cuadro de una mujer, de pronto alguien se me sienta al lado del carrito, era una mujer cabellona que no tenía ni pies ni mano, pero sí un hueco enorme en la barriga, enseguida me desplomé”.

DATOS DETRÁS DE LA CASA DE JULITO

Juvenal Enrique Mantilla, antiguo operario de ese parque, nos contó que esa casa fue creada por Arael Soto, un mecánico del parque que sostenía un romance con una mujer que hacia el número de la Mujer Lobo en una atracción. Ella murió al dar a luz su hijo Julito, él y su padre montaron después esta casa, sin embargo Julito falleció al caerle una parte metálica de la casa cuando era instalada en Pereira.

Relata Mantilla que el padre atormentado por estas pérdidas se refugió en la brujería y empezó a poner fotos con velas dentro de la Casa del Terror. Luego se quitaría la vida en un recorrido que hizo montado en unos de los carros mecánicos de esta casa al pegarse un tiro en la cabeza. Dejó una nota que decía: ‘¡Me voy acompañar a mi familia en esta dulce casa del diablo!’. “La casa siguió pero pasaban muchas cosas extrañas y la desmontaron, porque decían que veían de noche en unos de los carritos al diablo entrado y saliendo de la casa”.