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Los vallenatos más polémicos de la historia

Algunos de los más famosos y los que más gustan son también los más políticamente incorrectos. ¿Qué habrá sido primero?

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El vallenato es uno de los patrimonios más importantes de nuestra cultura caribe, con sobrada penetración en el resto del país y otras naciones como México y Venezuela. Ha crecido tanto que los Latin Grammy ya incluyen una categoría exclusiva para premiar lo mejor del vallenato y la cumbia. Sin embargo, no son pocas las canciones del género que de vez en cuando levantan ampolla ya sea por provocadoras, sexistas, políticamente incorrectas o simplemente demasiado subidas de tono. Paradójicamente, algunas de ellas son las que más se instalan en la memoria de los amantes de este ritmo. Este es el vallenato ‘prohibido’, el que seguramente no deberías cantar con tus hijos:

“La mujer le monta cachos pierde el valor”

Empezamos con letras ligadas al machismo. En canciones como La falla fue tuya de Diomedes Díaz, el compositor insinúa que la infidelidad del hombre es menos grave que la de la mujer: “En el hombre casi no se nota, pero si la mujer le monta cachos pierde el valor y muchas cosas”.

En La moza de Silvestre Dangond, la letra insinúa entre líneas que una mujer debe tener solo un hombre para no ser considerada la ‘amante’ de muchos hombres: “Si decidiste darte un revolcón con alguien porque te provoca, y al día siguiente sin ningún dolor levantarte como si nada. Vivir de ‘vacilón’ en ‘vacilón’ porque eso lo que está de moda (…) Vas a quedar de moza porque quieres, pero si es lo que quieres yo te dejo”.

Con la Misma vaina de Diomedes Díaz habla sobre el poder de las mujeres y su capacidad de conseguir lo que quieran, supuestamente, con sexo: “Por eso es que en este mundo la mujer es la que manda pero ellas consiguen todo siempre con la misma vaina (…)

Amistades peligrosas

La historia del vallenato está llena de ejemplos: un cantante dedica canciones a personajes involucrados en problemas judiciales y genera polémica. Uno de los más conocidos es el saludo de Jorge Oñate a ‘Kiko’ Gomez en la canción Descarga de besos, en el cual lo considera “100 porciento oñatista”

Silvestre Dangond tiene, dentro de sus dedicatorias, un grupo numeroso de involucrados en problemas judiciales. En Mi Propia Historia saluda a Emilio Tapia, condenado por el carrusel de los contratos, “Ay Hombe’ Emilio Tapia… Lleno de bendición por todos estos tiempos”.

En La pinta chevere Dangond saluda, sin ningún reparo, al narcotraficante ‘Marquitos’ Figueroa, “Oye Marquitos Figueroa, aquí tienes mi canto”

En la canción El mundo Diomedes Diaz le dedica un verso a Ricardo Palmera antes de que se convirtiera en Simón Trinidad, el conocido guerrillero de las Farc que fue extraditado a los Estado Unidos en el 2004: “Y por eso es que a Ricardo Palmera lo queremos tanto, es el mismo ejemplo”

Pero uno de los que para muchos se pasó de la raya fue Poncho Zuleta, quien en plena parranda vallenata se habría atrevido a pregonar la siguiente perla: “¡Viva la tierra paramilitar, pueblo paraco!”.

Contenido sexual explícito y homofóbico

Hablar de relaciones sexuales en las letras de las canciones es un recurso muy popular dentro de los compositores del vallenato, pero también hay compositores que, mezclando humor machista, atraviesan burlas a la homosexualidad. Luis Monterrosa, por ejemplo, es un cantautor que utiliza letras subidas de tono para darle un toque picante a sus composiciones. De esa cosecha han salido temas como Abanico Sanyo, Colchón Spring o Clavadita en Medellín

Otro que acudió a este método fue Iván Villazón con la canción La yuca y la tajá: “dejai ese cuentecito de traerme tanta fruta, tantas flores y tarjeta que a mí me gusta es la yuca, y le dije complacido: mami, no me digas más si a ti te gusta la yuca a mí me gusta la tajá”

El que cruzó la frontera entre lo picante y lo homofóbico fue ‘El tio Pello’ con su canción La piedra maldita, que narra la historia de una piedra que convierte a los hombres en homosexuales. No solo se refiere a la homosexualidad como una maldición, sino que está salpimentada con estereotipos ofensivos: “piedra maldita, cuidao’ la toca, el que la pisa se vuelve loca”

El vallenato ‘gay’

Justo en la otra orilla, el cantante caleño Alejo Djoy interpretó en el 2011 Esta forma de amarnos, un vallenato romántico que muchos vieron como la primera canción gay de este género. Sin embargo, hablamos con el artista y esto fue lo que dijo: “Yo nunca la etiqueté como una canción gay, pero fue como el bombazo gay. Lo que yo quería era reflejar el amor, pero sabíamos que por el video este tipo de señalamientos iban a pasar”.Alejo en este momento está dedicado a la música urbana.

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