¿Qué Pasa?

Así era cómo operaba el ‘Lobo Feroz’, el barranquillero que violó a más de 500 niños

En total relaciona la Dijín más de 1.400 imágenes y 15 videos, fechados entre 2005 y 2007, de 276 víctimas de dos a 14 años.

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Fuentes de la Dijín le contaron a AL DÍA detalles de la investigación que se le siguió por casi una década al presunto violador barranquillero Juan Carlos Sánchez Latorre, alias Lobo Feroz, señalado de abusar desde Barranquilla hasta Maicao a unos 500 ni­ños entre los 2 y los 14 años de edad, de quienes además hacía fotos y videos, va­liéndose de amenazas, de sobornos y de engaños.

[VER: La macabra historia de un hombre que violó a 500 niños, los grababa y vendía los videos por Internet ]

La primera referencia que tienen los investigadores de Sánchez Latorre, ac­tualmente de 37 años, data de enero de 2008, cuando la madre de una víctima menor de 14 años lo denunció por un abu­so sexual perpetrado en una residencia del Centro de Barranquilla.

Ese caso lo llevó en la parte acusato­ria la Fiscalía 38 de la Unidad de Vida de Barranquilla. No obstante, cuenta la Po­licía, la defensa del ‘Lobo Feroz’ dilató hábilmente el proceso haciendo solicitu­des e interponiendo recursos. Por lo que el imputado, quien estuvo preso en una cárcel de la capital atlanticense de ene­ro a noviembre de 2008, quedó libre por vencimiento de términos.

El proceso ya está en etapa de juicio, a pesar de que Sánchez seguía prófugo.

CAPTURA EN MÉXICO

El 14 de julio de 2007, el periódico ‘El Informativo del Sur de Jalisco’, informó de la captura, reportada dos días antes por la Policía Cibernética de México, del comprador del material de abuso sexual infantil por internet.

Héctor Manuel Farías López, de 34 años, fue detenido “en flagrancia” cuan­do “distribuía pornografía infantil”.

A pesar de que la detención de Farías López se da en 2007, solo hasta 2011 las autoridades mexicanas alertan a la Po­licía de Colombia sobre el hecho de que uno de los mayores proveedores de la pornografía infantil hacía los envíos des­de la Costa Caribe.

Identifican entonces las autoridades las cerca de 30 direcciones de correo y perfiles de Facebook que manejaba Sán­chez Latorre y a través de los cuales en­viaba el material criminal, a veces des­de su propia casa en Barranquilla, hasta donde llegaron las autoridades sin poder dar con el sujeto y, en otras oportunida­des, desde cafés internet de la zona com­prendida entre Barranquilla y Maicao.

En total relaciona la Dijín más de 1.400 imágenes y 15 videos, fechados entre 2005 y 2007, de 276 víctimas de entre los dos a los 14 años.

En los correos Sánchez firmaba como ‘El Lobo Feroz’ y debajo ponía en mayús­culas “Barranquilla”.

Este proceso lo lleva la Fiscalía 251 de la Unidad de Delitos Sexuales de Bogo­tá, que ya imputó cargos en ausencia de Sánchez Latorre.

ACCIONAR EN BARRANQUILLA

La investigación de la inteligencia po­licial pudo desentrañar entonces el mo­dus operandi: Sánchez Latorre actuaba en centros comerciales, locales de juegos de videojuegos y parques.

“Primero, les hacía fotos, como una es­pecie de casting, y el mexicano escogía, los llamaban por el número del niño, no por los nombres, algo así como: te pago tanto por el 238, y el colombiano le envia­ba como una especie de contabilidad: ‘me gasté con el 105 tantos dólares porque lo invité a comer, dijo una fuente.

“A diario llegaba al local hasta dos y tres veces; en ocasiones lo hacía en com­pañía de niños, de entre 7 y 10 años, y otras los abordaba en el salón de video juegos, les ofrecía las máquinas para que las usaran a su antojo y él pagaba”, recuerda un exempleado del centro co­mercial Metrocentro, donde Sánchez fre­cuentaba para conseguir a sus víctimas.

Para los años 2006 y 2007, el ‘Lobo Fe­roz’ cumplía una rutina casi obligada en un salón de juegos del centro comercial, no tenía una hora exacta para acercarse al establecimiento, llegaba en la mañana, en la tarde e incluso en la noche. Había días en los que duraba horas, siempre esperando cazar una víctima, por lo ge­neral vendedores ambulantes menores de edad, que se quedaran “embobados” viendo las maquinitas.

“La mayoría de menores con los que se veía eran de la calle. Muy poco niños de casa. Había veces en los que ellos llega­ban con los papás, pero se les acababa el tiempo en la máquina y se ponían a llorar, entonces el ‘Lobo’ les decía: Toma, juega aquí que ya terminé. Así se los ganaba. Siempre se veía un interés bastante fuer­te por ellos”, agrega.

La denuncia de un niño de 13 años, pa­ra ese entonces, alertó a los empleados del lugar, que luego de eso estuvieron atentos al comportamiento del presunto violador. “Él era un niño que vendía bol­sas de basura, para esa época podía te­ner 12 o 13 años. Venía bastante a jugar acá y a veces se iba con él. Un día nos di­jo: ‘Ese man me violó’, pero después ya no lo vimos más”, recuerda una emplea­da del lugar.

Tras varias alertas, el personal de se­guridad del centro comercial empezó a ver extraña la actitud del presunto vio­lador. “Hace 12 años lo sacamos de aquí porque ya la cosa estaba muy rara y se lo entregamos a la Policía”, afirma un empleado que trabaja hace 25 años en el centro comercial.

Las fuentes de la Dijín le confirmaron a AL DÍA que ya está en trámite la solici­tud de extradición y calculan que en unos seis meses Sánchez Latorre esté en el país respondiendo por los cargos de ac­ceso carnal, pornografía con menor de 18 años, acceso carnal abusivo con menor de 14 años y acto sexual abusivo con me­nor de 14 años.

Con información de: Tomás Betín y Loraine Solano.