¿Qué Pasa?

La reconciliación en un motel que terminó en una macabra y sangrienta escena

Ana Rocha salió de la habitación con cortadas en las manos y piernas.

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Una terrorífica escena ocurrió a las 11.30 p.m. de este jueves en la ha­bitación 84 del motel Paraíso del Conde, en la zona suroriental de la ciudad de Cartagena. Investigadores foren­ses encontraron en el piso, a un costa­do de la cama, el cadáver de Javier de Jesús Martínez Martínez, de 57 años.

El cuerpo yacía desnudo en medio de abundante sangre que tiñó de rojo las paredes, el piso y las sábanas blancas sobre las que, minutos antes, Martínez había sostenido relaciones sexuales con Ana Margarita Rocha Castro, de 37 años.

Según le dijo Rocha a la Sijín, la pareja estaba afrontando una crisis sentimental y habían decidido ir al motel del barrio Las Palmeras para reconciliarse y tratar de recobrar la pasión.

Con el erotismo a flor de piel, mientras hablaban desnudos en la cama, empeza­ron a discutir repentinamente. Los gritos —esta vez de ira y no de placer— inco­modaron al personal administrativo del lugar y a los otros clientes.

“De un momento a otro la mujer salió ensangrentada, con cortadas en las ma­nos y piernas, gritando que su compañe­ro había intentado matarla”, contó una de las camareras del motel.

Personal logístico del lugar pidió una ambulancia para que Rocha Castro fue­ra trasladada hasta la clínica Madre Ber­narda, donde recibió atención médica, mientras era custodiada por la Policía.

Acto seguido entraron a la habitación y hallaron a Martínez sin vida, bocarriba, con puñaladas en el pecho y la cabeza ha­cia la mesa de noche en la que había deja­do el bluyín y la camiseta negra con rayas blancas que vestía. En la repisa también estaba una mochila, una lata de cerveza vacía y el control del aire acondicionado.

En el centro asistencial, al ser interro­gada, Rocha contó: “le eché en cara que así como él tenía una amante, yo tam­bién podía tenerlo. Enseguida me empe­zó a atacar”.

La mujer dijo que intentó defender­se cubriéndose con los brazos, pero su­frió cortes en las manos que le afectó un tendón.

Rocha Castro aseguró que cuando su expareja la vio en el suelo, le pidió per­dón y le dijo que no quería hacerlo. “Pos­teriormente él mismo se dio dos puñala­das en el pecho”, dijo.

El comandante de la Policía Metropo­litana de Cartagena, coronel Luis Hum­berto Poveda, manifestó que “no sabe­mos qué fue lo que pasó, si se trató de un suicidio con una persona lesionada o si es un homicidio”.

“Se está a la espera del dictamen de Medicina Legal para aclarar este caso”, recalcó el oficial.

¿MANIPULACIÓN DE LA ESCENA?

AL DÍA pudo establecer, con fuentes cercanas a la investigación, que la mu­jer había pedido dos horas adicionales a las solicitadas inicialmente por la pareja, al parecer, para poder alterar la escena.

“La cantidad de sangre que había en la habitación juega en contra de Ro­cha Castro y las declaraciones entre­gadas por ella no encajan con los he­chos”, dijo uno de los investigadores a este medio.

Mientras la investigación avanza, Ana Margarita Rocha Castro perma­necerá detenida.

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