¿Qué Pasa?

VIDEO | Sentido sepelio del barrista de Junior que murió en la Troncal

Familiares hicieron un nuevo llamado a hinchas para que abandonen la práctica de ‘mulear’.

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Con un sentido homenaje familiares y amigos le dieron en último adiós a Darwin Estiven Mendoza Cantillo, de 18 años, el barrista del Junior que murió arrollado por un vehículo en la Troncal del Caribe la noche del pasado domingo 17 de marzo, cuando regresaba a Barranquilla tras haber asistido al partido Junior – Unión Magdalena, en Santa Marta.

Darwin Estiven, de acuerdo con las autoridades, fue embestido por un bus intermunicipal cerca al peaje del corregimiento de Palermo, tras haberse bajado de una mula en la cual se transportaba como polizón con otros amigos y también miembros, al parecer, de la barra Los Kuervos.

El cadáver fue sepultado en el Cementerio de Puerto Colombia. Durante el acto funerario de nuevo familiares y amigos hicieron un llamado a los barristas para que no usen las mulas como medio de transporte, práctica que se conoce como ‘mulear’, en el mundo de las barras junioristas.

También le pidieron a la ciudadanía reportar a las autoridades (líneas 112 y 123), cualquier información o indicio que permita identificar al conductor que atropelló a Darwin Estiven, ya que el chofer se dio a la fuga sin dejar rastro y sin socorrer a la víctima.

Juniorista de corazón

A los 14 años Darwin Estiven Mendoza Cantillo, apodado de cariño el Menor, o Wiwi, se convirtió en seguidor furibundo de Junior, y luego se hizo miembro de la barra Los Kuervos.

Mileidis Cantillo, tía, explicó que su sobrino permanentemente viajaba por todo el país apoyando al equipo, y a pesar de las advertencias de familiares y amigos le gustaba ‘mulear’ (viajar como polizón en las tractomulas) para seguir al cuadro Tiburón.

La noche del pasado sábado 16 de marzo salió de la casa de su abuela, en la calle 50A con carrera 5, barrio El Santuario, en Barranquilla, con rumbo a Santa Marta para apoyar al equipo barranquillero en su partido contra el Unión Magdalena.

Sobre el accidente los familiares saben, con base en los testimonios de otros barristas, que Darwin salió del estadio Sierra Nevada, en Santa Marta, con sus amigos y fiel a la costumbre regresaron a Barranquilla ‘muleando’.

Antes del peaje de Palermo los junioristas, aproximadamente siete jóvenes, se bajaron de la mula y empezaron a pedir ‘chance’ en la carretera. Eran aproximadamente las 9:40 de la noche, y Darwin Estiven estaba vestido de negro, mimetizado en la oscuridad de la carretera, relataron testigos.

“Parece que trataron de parar un bus, y analizando la versión de la Policía era muy noche y estaba muy oscuro. Dicen que el conductor del bus lo arrolló, pero no se detuvo a ayudarlo, le faltó humanidad, por eso le hacemos un llamado para que se presente ante las autoridades o para que la ciudadanía nos ayude a identificarlo, sabemos que fue un accidente, pero no tenía que dejarlo tirado en la carretera”, agregó Mileidis Cantillo.

Darwin Estiven era el menor de dos hermanos, y no había terminado el bachillerato, sus grandes pasiones en la vida era el Junior y los bailes de picó. Era hijo de Rodolfo Mendoza y Eliana Cantillo, quien trabaja en oficios varios en la Universidad Simón Bolívar.

“Mamá voy cerquita, he ido muy lejos y jamás me ha pasado nada”, fue lo último que Darwin le dijo a su mamá, Eliana Cantillo a quien le manifestó que la amaba y que también amaba mucho a su hermana.