Héctor Lavoe durante un concierto
Héctor Lavoe durante un conciertoArchivo y captura de pantalla
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Se cumplen 37 años de la histórica noche que consagró a Héctor Lavoe en Barranquilla

'Juana Peña', activista por la salsa, recordó que dos días antes de la presentación de Lavoe en Barranquilla, el artista declaró con Ernesto McCausland su frase 'Es chévere ser grande, pero más grande es ser chévere'.

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La noche del jueves 21 de agosto de 1986, Barranquilla tenía una cita programada en el Estadio Romelio Martínez para asistir a la edición Primera del Festival de Intérpretes de la Salsa, un encuentro de los pesos pesados del género musical que, por entonces, mandaba la parada en las emisoras y el gusto colectivo de una ciudad que bailaba de día y de noche bajo el ilusionista y melancólico deseo de sentir próxima su fiesta central: el carnaval. 

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Bajo la idea de traer a la ciudad a los principales exponentes del género salsero, empresarios y organizadores juntaron esfuerzos y a la ciudad en ese año arribaron, para una misma noche, Andy Montañez, Pete 'El Conde' Rodríguez, Roberto Blades, Alberto Barros, hijo del legendario compositor José Barros, y los que todo el mundo quería ver en la misma noche sobre el mismo escenario: Celia Cruz, Héctor Lavoe y Joe Arroyo. 

La noche fue entonces una constelación de estrellas reunidas una a una para interpretar los éxitos que la ciudad solamente escuchaba bajo la reproducción de 47 revoluciones por minuto de los acetatos. En vivo, Celia Cruz se ganó el abrazo fraterno de la ciudad al interpretar canciones como 'Usted Abusó', lanzada nueve años atrás, o su éxito por aquellos días: 'La Dicha Mía', donde la 'Guarachera de Cuba' recuenta su trayectoria profesional. 

 

 

Otro de los picos altos de la noche fue la presentación de Álvaro José Arroyo, cuyo alarido de efusión entre el público alcanzó el pico más alto cuando las trompetas dieron el anuncio de que venía su canción más pegada por entonces: 'Tumbatecho', un himno que describe el efecto del licor combinado con la sensación de la música en un hombre golpeado por el implacable impacto del amor fracasado. 

Sin embargo, la emoción máxima de Barranquilla no fue para otro sino para Héctor Lavoe quien, lejos de las indumentarias con trajes elaborados y ropa de marca fina, decidió saltar al escenario sin zapatos y en camisilla, poniendo a cantar al unísono a los ciudadanos con el 'La La La La La La La', insignia en una de las canciones más famosas: Mi Gente. 

Días antes, Lavoe había llegado a Barranquilla para asentuarse en la ciudad y conceder una entrevista al periodista currambero Ernesto McCausland, según recuerda en su publicación la activista por la Salsa 'Juana Peña'. 

En esa conversación, Lavoe registró una de las frases que más pasaría a la historia, siendo recordada, incluso, hasta el sol de hoy: ‘Es chévere ser grande, pero es más grande ser chévere’.