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¡Mujeres mayores, la fantasía de muchos hombres!

Un reciente estudio revela las causas de esta atracción.

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En pleno siglo XXI aún para algunas personas es un tabú el que una mujer mayor se meta con un joven, pero en realidad esta es la fantasía de muchos hombres y precisamente, al respecto una lectora no escribió lo siguiente: “Respetado Don Juan, soy una mujer joven y hablando con amigos de mi edad noté que a muchos les gustaría tener una relación con mujeres mayores, por lo que me gustaría saber a qué se debe esto”.

Mientras que algunos tienen la fantasía de tener un trío o se sienten sexualmente atraídos por los juegos de roles, hay quienes sueñan con llevarse a la cama a una señora. No es raro conocer a alguien en sus veintes que se vuelve loco por su jefa de trabajo, la mamá de algún amigo, o alguna profesora, ¿pero de dónde surge este deseo?

Según un reciente estudio, los hombres que tienen fantasías sexuales con las mujeres de más de cuarenta años suelen sentirse así porque ellas ya culminaron su etapa de aprendizaje, son más libres e independientes, en caso de tener hijos, ellos ya son mayores y se valen por sí mismos, entonces ellas tienen más espacio para disfrutar de su sexualidad.

Los autores de la investigación reunieron una muestra de 828 personas para preguntarles cuál era la mejor edad para disfrutar del sexo, los resultados arrojaron que el 37% de las mujeres y el 38% de los hombres afirmaron que las mejores experiencias en la cama han sido con personas que pasan los cuarenta años de edad.

Los hombres tienen fantasías con mujeres mayores porque ellas conocen mejor su cuerpo, no tienen miedo ni vergüenza, entonces actúan con más seguridad. Ya conocen cuáles son sus zonas erógenas, entonces saben muy bien qué es lo que le produce placer, en resumidas cuentas, saben lo que quieren en la intimidad.

Las mujeres que son mayores de cuarenta años saben cuáles son sus “imperfecciones”, pero ya no prestan atención a los estándares de belleza, se sienten más cómodas con su imagen, esto es algo que atrae a los hombres jóvenes, ya que ellas no buscan un cuerpo perfecto, si no que se concentre en la experiencia placentera.

Algunos hombres se sienten atraídos por las mujeres mayores, porque ellas no temen expresar lo que quieren en el sexo y si ellos proponen algo, generalmente no lo rechazan, o toman una decisión madura sobre los deseos de ambos para que sea un escenario recíproco y satisfactorio.

Existen prejuicios

“Somos una generación mucho más abierta y respetuosa con todo tipo de relaciones, pero sí es cierto que se tiene prejuicios sobre la diferencia de edad, sobre todo si es notoria”, afirma al respecto la psicóloga Amparo Calandín.

Agregó que, “Las personas tenemos cierta tendencia a prejuzgar u opinar sin tener toda la información. Hay relaciones sin diferencia de edad tan sanas o insanas como pueden ser aquellas en las que sí la hay”.

“Sigue pareciéndonos raro, ¿verdad? En una sociedad en la que supuestamente hay más libertad, siguen sorprendiéndonos las relaciones en que la diferencia de edad es llamativa. Por otro lado tendríamos que valorar qué nos parece excesivo y qué no”, explica Elena Requena, sexóloga y asesora de parejas.

La especialista aborda así un tema sensible. ¿Existen más prejuicios hacia estas relaciones cuando la persona de mayor edad es una mujer y no un hombre? “Cuando la diferencia es a la inversa, nos parece menos mal, e incluso podemos tachar al hombre como alguien exitoso o atractivo”.

Deseo con naturalidad

Algunos de estos encuentros son casuales por deseo, otros porque los implicados no quieren introducir a sus ligues en sus círculos cercanos. “Muchas veces es peor el prejuicio propio o la reacción que esperamos de los demás que lo que realmente ocurre. Ahora bien, lo importante es nuestra seguridad, y ocurre a veces que esas malas reacciones o esa falta de aceptación por parte del entorno es desmesurada y podemos sufrir. La solución pasa por el respeto y la diversidad como fuente de riqueza”, comenta Requena.

Con todo esto sobre la mesa, podemos plantear un par de conclusiones. Por un lado, este es un fenómeno de relaciones tan válidas como cualquier otra. Por otro, vivirlo con naturalidad y libertad nos ayudará a entablar conexiones más sanas con aquellos a quienes deseemos.

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