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La chaqueta de la primera dama que enciende las redes sociales

En la visita del presidente Iván Duque a Washington, su esposa, María Juliana Ruiz desató críticas por el atuendo que usó en la Casa Blanca diseñado por Leal Daccarett.

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La primera gestora social del país usó un vestido midi de color blanco con laterales negros y encima la polémica chaqueta verde menta.

La prenda corta, en fieltro de lana y apariencia estructurada fue motivo de trolleo para la esposa del mandatario por el atuendo creado por los diseñadores Francisco Leal y Karen Daccarett.

María Juliana acompañó el outfit con un bolso blanco con maniguetas doradas de la marca M2Malltier y unos zapatos negros tipo stilettos de Édgar Osorio, de la marca colombiana Aquazzura.

“La primera dama se vistió de fomi”, “la chaqueta de María Juliana Ruíz estaba hecha en cartulina”, fueron algunas de las expresiones que hicieron eco en Twitter.

En esa red social, la usuaria Liliana 07 publicó, “Debería buscar a alguien que la vista elegante y de acuerdo a su edad. Ella es muy joven para que la vistan así”.

Algunos, inclusive la compararon con Tutina de Santos resaltando de esta última su elegancia natural al vestir.

“Díganle a Tutina que le enseñe”, publicó en Facbook la usuaria Marianella Pérez.

Conocedores catalogaron la prenda como un desacierto a pesar de que fue pensada por los asesores de imagen presidenciales para darle a la primera dama un look fresco, elegante y jovial pensado en la ocasión y el clima.

Amalín de Hazbún, la aguja de oro barranquillera, destaca que María Juliana haya querido usar un look que la hiciera sobresalir, sin embargo, al tomar esas decisiones es necesario saber qué tipo de prendas son las que favorecen a quien las usa.

“Me parece muy interesante que haya querido tomar un riesgo, pero un diseño, por ser novedoso, no es necesariamente la mejor opción. En este caso, el diseño no fue hecho pensando en la mujer que lo iba a lucir”, apuntó.

Judy de Hazbún, por su parte, asegura que es importante tener en cuenta el estilo de la persona.

“En el diseño se nota el esfuerzo por hacerle llevar puesto algo de vanguardia, pero creo que no tuvieron en cuenta la proporción, el estilo ni el ADN de la primera dama. En mi caso pensamos en la clienta y cómo se proyecta con lo que lleva puesto, es lo más importante, más que cualquier tendencia o interés como diseñadora de que la clienta lleve algo de nuestra colección”, aseguró la diseñadora.

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