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La niña que por decisión de sus padres nunca se convertirá en mujer

A la pequeña Charley le llevó cuatro años que su crecimiento se detuviera. En la actualidad pesa alrededor de 25 kilos y conservará ese peso lo que dure toda su vida.

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Charley Hooper es una pequeña neozelandesa de 10 años, invidente, que sufre de epilepsia y según los médicos nunca podrá caminar ni hablar. Aun así, sus padres, Jenn y Mark Hooper, decidieron que harían lo necesario para salvarla y tomaron una drástica medida: detendrían el crecimiento de su hija.

La atenuación del crecimiento es un tratamiento hormonal que impide que la pequeña Charley crezca, una decisión radical para que la crianza y el desarrollo de la pequeña sean más fáciles.

"Cuando el cuerpo comienza a producir las hormonas sexuales, hay una aceleración en el crecimiento. Una vez que los niveles se estabilizan, el crecimiento se estanca", declaró Gary Butler, pediatra y endocrinólogo del hospital de University College London, al portal BBC Mundo sobre el procedimiento.

Foto | Womens Weekly

"El único tratamiento para detener el crecimiento son los parches de estrógenos, se ponen en la piel, los cambias una vez a la semana y la hormona ingresa al cuerpo y al torrente sanguíneo. Así se detiene el crecimiento, nada más", dijeron sus padres.

Para llevar a cabo este tratamiento la familia Hopper tuvo que enfrentar varios obstáculos, el primero fue el rechazo por parte de una Comisión Ética en Nueva Zelanda para proveerle el tratamiento. El segundo: viajar hasta Corea del Sur para que allí sí se le proporcionara.

Foto | Washington Post

Este es un video de la pequeña Charley, grabado por sus padres: